Vi?ales logra su primera victoria en Silverstone

Maverick Vi?ales es un tipo con las ideas claras. Y las palabras justas. Con los sue?os al alcance de la mano. Porque se los trabaja. Y porque tiene un talento natural para ir en moto. Con eso le sobra.

Tozudo. Seguro de s¨ª mismo. Con errores, meteduras de pata y derrochando arrojo por la pista, ha llegado a MotoGP para codearse con los mejores. Solo con su car¨¢cter, el de un chico que sabe que alg¨²n d¨ªa ser¨¢ campe¨®n del mundo, se pueden deso¨ªr todas las voces ajenas y escuchar solo la de uno mismo. Para confiar en un proyecto en ciernes como el de Suzuki y creer que se puede ser competitivo. Lo demostr¨® desde el primer d¨ªa. Ha tardado a?o y medio en subirse a lo m¨¢s alto del podio, pero ha logrado lo que parec¨ªa un imposible: ganar a las Honda y a las Yamaha, y en condiciones de seco, en circunstancias normales, sin factores extra?os que pudieran poner pero alguno a su haza?a. El piloto de Roses, de 21 a?os, logr¨® este domingo en Silverstone su primera victoria en MotoGP. La primera para Suzuki en nueve a?os, desde que Chris Vermeulen venciera en Le Mans, el 2007.

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Los impulsos de Vi?ales

Y menuda exhibici¨®n la del catal¨¢n, fino, controlando la carrera, clavando sus tiempos por vuelta, mimando los neum¨¢ticos, cada giro m¨¢s inalcanzable. Lo hab¨ªa avisado. La Suzuki siempre se ha sentido mejor con temperaturas m¨¢s bajas, como las que se encontr¨® este fin de semana, cuando apenas se superaron los 18?. Y en este trazado respond¨ªa de maravilla en aceleraci¨®n, despu¨¦s del trabajo realizado en el ¨²ltimo test en Brno: ten¨ªa m¨¢s agarre trasero, no se le levantaba la rueda delantera a la salida de las curvas y, por ende, pod¨ªa usar m¨¢s potencia. Todo ello ayudaba a que pudiera controlar mejor el gas y as¨ª trabajar en que los neum¨¢ticos llegaran mejor a final de carrera, su tarea pendiente hasta ahora.

Vi?ales sali¨® lanzado. Tercero en parrilla, le bast¨® medio circuito para colocarse en cabeza. En dos giros ya le sacaba casi un segundo a Cal Crutchlow. En seis vueltas, ya eran 2,5 segundos de distancia respecto a Rossi, entonces su perseguidor, que pas¨® toda la prueba pele¨¢ndose con el brit¨¢nico y con M¨¢rquez por un puesto en el podio. Como la Suzuki, esa Suzuki d¨®cil y veloz, compet¨ªa a su ritmo, siempre entre medio segundo y un par de d¨¦cimas m¨¢s veloz por vuelta (acab¨® con 3,4s de ventaja), los duelos, los adelantamientos, que los hubo y de los que alteran los nervios, se produjeron a unos cuantos metros de distancia del chico.

Lorenzo, a 64 puntos de M¨¢rquez

De aquel grupo que buscaba hacerse un hueco en el podio pronto qued¨® descolgado Lorenzo, apenas unas d¨¦cimas m¨¢s lentos, lo suficiente. Nunca se encontr¨® c¨®modo el mallorqu¨ªn, con unas suspensiones demasiado duras para poder tragar tanto bache y unos neum¨¢ticos que no le daban confianza. Ocurre que los cambios en el reglamento de los ¨²ltimos a?os, la recuperaci¨®n de Ducati y el regreso al Mundial de casas como Suzuki han propiciado carreras como la de este gran premio de Gran Breta?a, en la que los tiempos por vuelta de los primeros siete pilotos apenas se diferenciaban en dos o tres d¨¦cimas de segundo, en la que el podio no se defini¨® hasta la ¨²ltima vuelta y en la pelea por el quinto puesto acabaron involucrados tipos como M¨¢rquez y Pedrosa.

En este Mundial en el que Crutchlow volvi¨® a subirse al caj¨®n con una Honda sat¨¦lite y ya han ganado, con Vi?ales, siete pilotos distintos, quienes pelean por el t¨ªtulo no pueden despistarse. Se despist¨® Lorenzo, que ahora est¨¢ a 64 puntos del l¨ªder, y acab¨® octavo. No lo se despista ¨²ltimamente Valentino Rossi. Pero tampoco Marc M¨¢rquez, que cumple con su palabra. Aunque no llevaba el neum¨¢tico id¨®neo (los pilotos con las gomas m¨¢s duras fueron los que subieron al podio) atac¨® cuando faltaban seis vueltas. Rodaba quinto en aquel grupo compacto que hab¨ªan formado Iannone (que se caer¨ªa poco despu¨¦s), Rossi, Crutchlow, ¨¦l, Pedrosa y (de vez en cuando, se acercaba por la cola) Dovizioso. Se fue a por Rossi. Agresivo como hac¨ªa tiempo no se le ve¨ªa. Dijo que arriesgar¨ªa. Que deb¨ªa hacerlo para defender del liderato. Y lo hizo. Tanto arriesg¨® que persigui¨® al italiano durante tres giros, le busc¨® el interior, le toc¨®, en la famosa Brooklands (curva 16, poco antes de la recta de meta), se fue largo¡­ Y cuando quiso retomarle el pulso a la carrera, peleando por el segundo puesto (a dos giros del final) con Crutchlow, lleg¨® tan pasado de frenada a la contrarrecta que se sali¨® de la pista. Cuando volvi¨® lo hizo por detr¨¢s de Pedrosa, quinto. Pero aun le quedaron agallas y gomas para adelantarle en la ¨²ltima vuelta. Un final de los que acostumbraba hace a?os.