Mon¨®logo y tunda de Espa?a a Liechtenstein
La Roja, guiada otra vez por un gran Silva, despacha a su d¨¦bil rival en una arrolladora segunda parte
Con un mon¨®logo y una tunda concretada en el segundo tiempo, Espa?a despach¨® a la d¨¦bil Liechtenstein. Hizo lo que ten¨ªa que hacer ante una selecci¨®n muy inferior. Marc¨® las distancias y la realidad que separaba a una y otra para iniciar firme su camino al Mundial de Rusia. Esos ocho goles le pueden servir para deshacer un hipot¨¦tico desempate por esa primera plaza que otorga el billete directo o por la segunda que da opci¨®n a la repesca.
Espa?a, 8 - Liechtenstein, 0
Espa?a: De Gea; Jordi Alba, Piqu¨¦, Sergio Ramos, Sergi Roberto; Koke, Busquets, Thiago (Nolito, m. 46); Vitolo (Asensio, m. 79), Diego Costa (Morata, m. 68) y Silva.
Liechtenstein: Jehle; Rechsteiner (Yildiz, m. 70), Polverino, Kaufmann, G?ppel; Salanovic (Wolfinger, m. 77), B¨¹chel, Wieser, B¨¹chel, Burgmeier; y Hasler.
Goles: 1-0. M. 10. Diego Costa. 2-0. M. 55. Sergi Roberto. 3-0. M. 59. Silva. 4-0. M. 60. Vitolo. 5-0. M. 66. Diego Costa. 6-0. M. 82. Morata. 7-0. M. 83. Morata. 8-0. M. 90. Silva.
?rbitro: Simon Lee Evans (Gales). Mostr¨® tarjeta amarilla a Kauffman, Polverino y Hasler.
Reyno de Le¨®n. Unos 13.000 espectadores.
A veces, hay partidos que se identifican desde la primera jugada. Dio el silbatazo inicial el colegiado y Espa?a estuvo tocando durante m¨¢s de un minuto la pelota, escudri?ando por d¨®nde encontrar un agujero con toda Liechtenstein metido en su campo. La diferencia entre una y otra selecci¨®n depar¨® ese mon¨®logo, a veces anodino, en el primer tiempo, pero demoledor cuando Liechtenstein se derrumb¨®, agotada ya de correr detr¨¢s del bal¨®n. La semiprofesional selecci¨®n centroeuropea no tuvo otra intenci¨®n que tratar de realizar un ejercicio defensivo y f¨ªsico para salir lo menos trasquilada posible de Le¨®n. Ese amontonamiento de jugadores frente a su portero dej¨® el partido para filtradores de pases, giros y cambios de direcci¨®n en espacios reducidos y cinturas el¨¦ctricas. Es decir, la noche era para Silva y as¨ª lo entendi¨®.
El canario asumi¨® de inicio la responsabilidad de cuartear a la esforzada Liechtenstein revoloteando entre l¨ªneas por toda la mediapunta. Enganch¨® varios regates en menos de un metro que hicieron las delicias de la grada. Agarrada al burbujeo encarador de Silva, Espa?a carg¨® contra el ¨¢rea de Liechtenstein y abri¨® el mel¨®n con rapidez. Una falta lateral cometida sobre Jordi Alba la lanz¨® Koke cerrada para que Diego Costa la desviara con una media peinada de cabeza. La prontitud del tanto pareci¨® anunciar una goleada funcionarial ya en el primer tiempo. No fue as¨ª.
Toque y toque
?Espa?a volvi¨® a encontrarse con ese tipo de partidos en los que con el toque desgasta m¨¢s al contrario f¨ªsicamente que producci¨®n ofensiva real genera. Liechtenstein no se iba a mover de su planteamiento ni con un gol en contra ni con un saco. Ese tipo de partidos pone en cuesti¨®n la utilizaci¨®n de delanteros que juegan al espacio como Diego Costa o Morata. En realidad, el estilo y esos planteamientos ultradefensivos condenan tanto a los delanteros como Costa como a los de otros perfiles. Negredo, Llorente, Soldado o Urzaiz pueden dar fe de ello. Todos han pasado por ah¨ª y todos fueron en muchas ocasiones meros observadores de cadenas interminables de pases a la b¨²squeda de una rendija definitiva.
Ese exceso de dominio tambi¨¦n termina por caer en la rutina del pase. No explor¨® Espa?a el disparo lejano en todo el primer tiempo, un mal que no resuelve el f¨²tbol espa?ol, y tampoco todo lo que ped¨ªa el partido las bandas. Le cost¨® ver que la soluci¨®n estaba en los costados, en el desborde y en el uno contra uno. Ah¨ª fue creciendo Vitolo y con ¨¦l una mayor profundidad que depar¨® un par de ocasiones. La m¨¢s clara una de Koke, en una jugada de estrategia que le dej¨® solo en la frontal. El volante Atl¨¦tico primero le peg¨® al aire y su segundo remate, mordido, y el rechace que caz¨® Busquets los sac¨® un defensa de Liechtenstein bajo palos.
Lopetegui debi¨® ver claro la necesidad de abrir m¨¢s el campo y a la vez generar m¨¢s superioridades por dentro. Dej¨® a Thiago en el banquillo, dio entrada a Nolito y subi¨® a Sergi Roberto al centro del campo para pasar a jugar con una defensa de tres compuesta por Alba, Piqu¨¦ y Ramos. Con ese nuevo dibujo y agarrada de nuevo a Silva, Liechtenstein ya se derriti¨® por completo. Los goles empezaron a caer con naturalidad. Primero fue Sergi Roberto, que interpret¨® muy bien un movimiento hacia adentro para recoger un pase filtrado de Nolito y superar la salida de Jehel por bajo. El azulgrana se va confirmando como ese jugador vers¨¢til impagable para sus entrenadores.
Silva hizo el tercero para culminar dos partidos en los que ha cogido los mismos galones que ya apunt¨® en la Eurocopa. Lopetegui le ha dado los 180 minutos para llenarle el dep¨®sito de su confianza. Vitolo, que ya convert¨ªa una y otra vez a su par en un gui?apo firm¨® el cuarto. Ya con Liechtenstein totalmente deshecha y mareada, Costa tambi¨¦n se permiti¨® marcar otro gol para la autoestima. En esa puja que van a mantener por la titularidad, Morata le igual¨® los dos goles a Costa en apenas tres minutos y Silva cerr¨® la tunda. Con Italia y Albania en octubre no ser¨¢ igual.
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