Ona Carbonell: ¡°De peque?a me sent¨ªa como un bicho raro¡±

Ona Carbonell (Barcelona, 26 a?os) colecciona medallas y experiencias. Y muchos recuerdos acumulados desde que compiti¨® por primera vez en una piscina a los 11 a?os. Un d¨ªa se le ocurri¨® calcular las horas que ha pasado en remojo sumando las horas de entrenamiento: ¡°Tres a?os y medio¡±, asegura. Convertida en la capitana y uno de los iconos de la nataci¨®n sincronizada, con dos platas ol¨ªmpicas en Londres 2012, Ona ha presentado su primer libro, Tres minutos, cuarenta segundos (Crossbooks y Fanbooks), en el que repasa con tintes ¨ªntimos su carrera deportiva, su relaci¨®n con el agua y su crecimiento personal. ¡°No hablo de medallas y ¨¦xitos, sino de vivencias y de maneras de ver las cosas y de afrontar la vida¡±, explica.

Pregunta. Estructura el libro a partir de cuatro momentos clave de su vida. ?Qu¨¦ har¨ªa diferente si volviera a empezar?

Respuesta. Creo que no cambiar¨ªa nada. Todo es aprendizaje y experiencias. Cualquier decisi¨®n de tu vida te lleva a otro momento. No cambiar¨ªa ni los malos momentos. Soy como soy por mi familia y por las decisiones que he tomado a lo largo de mi vida.

De peque?a me preguntaba: ?Y si me ahogo? ?Y si me muero?

P. Nos presenta a una ni?a de 11 a?os que empieza a competir y tiene miedo de ahogarse.

R. ?Miedo total! Las apneas son de las cosas m¨¢s dif¨ªciles cuando eres peque?a y asusta mucho. Incluso ocurre cuando compites. Hay una frase que sale en el libro: ?Y si me ahogo? ?Y si me muero? Me respond¨ªan: ¡°Tranquila que ya recoger¨¦¡±.

P. A lo largo de su infancia se siente como una extra?a, en medio de un entorno infantil que la mira mal por querer seguir entrenando cuando las sesiones acababan. ?Se ha sentido en alg¨²n momento incomprendida?

R. Creo que no. De peque?a era m¨¢s insegura, con menos personalidad. Todo te asusta m¨¢s. No pod¨ªa celebrar las medallas o las victorias porque no quer¨ªa destacar ni crear envidias. El inicio me cost¨®, pero las experiencias del deporte, que te reta y obligan a superarte, permiten que cojas fuerza y personalidad.

P. A los 14 a?os entra en el Centre de Alto Rendimiento (CAR), donde es muy feliz.

No celebraba las medallas? porque no quer¨ªa destacar ni crear envidias

R. ?S¨²per! Mis padres me dec¨ªan que levitaba. Era mi sue?o. Es el sitio donde te ponen todos los medios para que entrenes las 24 horas al d¨ªa. Y aquello era mi obsesi¨®n. De peque?a solo quer¨ªa entrenar y mejorar.

P. All¨ª se da cuenta de un cambio de car¨¢cter. ¡°Soy sociable y no lo sab¨ªa¡±, escribe.

R. En mis primeros a?os de sincronizada, en la escuela o el instituto, compart¨ªa mi afici¨®n al deporte con gente que no viv¨ªa el deporte de esta manera. Era como un bicho raro. Y en el CAR todo el mundo lo vive as¨ª, como yo. Era un sue?o hecho realidad.

P. Usted se separa de su compa?era de habitaci¨®n, Kiki, porque la competencia para entrar en la selecci¨®n les afect¨® personalmente. ?Se pueden tener amigas en la alta competici¨®n?

R. Ahora con Kiki hablamos much¨ªsimo. Tambi¨¦n con Andrea hemos tenido nuestros m¨¢s y nuestros menos. Al final vives cosas tan potentes que siempre eres amiga. Hay gente que simplemente es tu compa?era, pero durante esta etapa, hasta que no vives sola, la mayor¨ªa de tus amigas son de la sincronizada. Solo vives este mundo.

P. Anna Tarr¨¦s le firmaba muchos justificantes para saltarse la escuela y seguir entrenando. ?Se est¨¢ preparada para afrontar tan joven estos m¨¦todos de entrenamientos y la exigencia?

R. En la vida nos preparamos mientras vivimos. Nadie te prepara para cualquier problema. Cuando entro en el CAR no estoy preparada para nada. Soy una ni?a que sue?a en estar all¨ª. Pero la vida te da golpes y aprendes.

P. Usted ten¨ªa prisa para hacerse mayor y beb¨ªa caf¨¦ para aparentar madurez.

R. Mi deporte y mi seleccionadora [Anna Tarr¨¦s] lo requer¨ªan. He escuchado millones de veces que era peque?a o que ten¨ªa cara de ni?a. Y no quer¨ªa que eso fuera una desventaja para no estar en el equipo nacional. Quer¨ªa cambiar radicalmente. Para algo entrenaba diez horas al d¨ªa.

P. ?Quedarse fuera de los Juegos de Pek¨ªn en 2008 es su peor momento?

R. S¨ª. No por no ir a los Juegos, sino por c¨®mo fue todo. Hab¨ªa dedicado mucho tiempo y esfuerzo.

En Nepal descubr¨ª que era una parte muy insignificante de este planeta?

P. Despu¨¦s de Londres 2012 se fue de viaje al Nepal. ?Necesitaba redescubrirse?

R. No. All¨ª pas¨¦ de la burbuja donde todo es perfecto y acabo de ganar dos medallas ol¨ªmpicas, a relativizarlo todo. Descubr¨ª que era una parte muy insignificante de este planeta y que hab¨ªa cosas mucho m¨¢s importantes, como la familia, ayudar a la gente¡­ En Nepal me di de bruces con la realidad.

P. ?Qu¨¦ le pasa a la sincronizada espa?ola?

R. Lo que le pasan a todas las selecciones menos a Rusia, que es invencible. Hay cambios generacionales. Le ha pasado a Jap¨®n, que era de las mejores, se pas¨® muchos a?os sin medalla y ahora vuelve a estar arribar. Esto ocurre en todos los pa¨ªses. Si tienes la suerte de que un equipo crezca junto, despu¨¦s tienen que venir las j¨®venes. Y ahora son muy jovencitas.

P. Has tenido cinco compa?eros de d¨²o a lo largo de los ¨²ltimos a?os. ?Es un reflejo de un problema deportivo?

R. As¨ª es el deporte, no solo la sincronizada. ?Cu¨¢ndo volveremos a tener a un Rafa Nadal, a un Pau Gasol? Estas cosas pasan...