Bruno de Carvalho, la ira del presidente-entrenador
El mandatario del Sporting, que elude el palco del Bernab¨¦u para sentarse en el banquillo con su entrenador y sus jugadores, responsabiliza al ¨¢rbitro de la derrota ante el Madrid
El presidente del Sporting no acudi¨® al palco del Bernab¨¦u. Aprovechando que su equipo visitaba Chamart¨ªn para debutar en la Champions, Bruno Miguel Azevedo Gaspar de Carvalho prefiri¨® sentarse en el banquillo. A pie de campo. Con licencia de delegado de equipo y avalado por un t¨ªtulo de entrenador nivel II expedido por la UEFA, el hombre se acomod¨® bajo el alero de metacrilato junto al entrenador Jorge Jes¨²s y los suplentes, Betto, Schelotto, Markovic, Campbell, Oliveira, Andr¨¦ y El¨ªas. Su justificaci¨®n no precisa justificaciones: ¡°Me quiero enterar de todo lo que pasa¡±.
Cuando la jornada termin¨® y se apagaron las luces del estadio tras el gol de Morata, Carvalho no sali¨® por el palco de honor sino por el corredor por donde los futbolistas abandonan las instalaciones cargando mochilas de Gucci. Los excelentes jugadores del club portugu¨¦s, con William Carvalho y Adrien Silva a la cabeza, se marcharon aturdidos por la derrota, callados, y alegando que el protocolo les imped¨ªa hacer declaraciones. Su jefe, en cambio, frecuent¨® los micr¨®fonos. De complexi¨®n comprimida, tez p¨¢lida, barba de tres d¨ªas y cierto aire juvenil, el dirigente, de 44 a?os, se mostr¨® impasible y mordaz.
¡°Hemos perdido 2-1 y estamos en el infierno¡±, dijo, con la voz ¨¢spera de quien viene de forzar las cuerdas vocales a gritos. ¡°Pero imaginemos que estamos en el cielo. Imaginemos que no nos pitan una falta en contra en el ¨²ltimo minuto del partido, cuando le gan¨¢bamos por 0-1 al Madrid. Imaginemos que Cristiano no nos mete el 1-1. Imaginemos que aqu¨ª hubo un ¨¢rbitro¡¡±.
¡°Yo estoy muy contento de mis jugadores y de mi entrenador¡±, dijo. ¡°No s¨¦ qu¨¦ habr¨¢ hecho para que el ¨¢rbitro lo expulse. Yo estaba a su lado y todav¨ªa no entiendo por qu¨¦ han expulsado a Jorge Jes¨²s. Quiz¨¢s fue porque estaba haciendo un buen trabajo¡ Creo que lo justo habr¨ªa sido ganar. Pero el f¨²tbol es esto. Para unos, es magia. Para otros es mirar las cosas con claridad para que todo mejore¡±.
Licenciado en administraci¨®n de empresas y miembro de una distinguida familia de la burgues¨ªa lisboeta con ra¨ªces en las colonias africanas, el dirigente es sobrino del marino Jos¨¦ Pinheiro de Azevedo. Candidato a la presidencia de la Rep¨²blica de Portugal en 1976, tras la instauraci¨®n de la democr¨¢tica, a Pinheiro de Azevedo lo llamaban El Almirante Sem Medo. Carvalho reflej¨® su concepto de s¨ª mismo al titular su autobiograf¨ªa con un gui?o a su pariente: Presidente Sem Medo.
Estoy impaciente por leer el acta arbitral. Ser¨¢ humor¨ªstica. Yo estaba al lado de mi entrenador y no s¨¦ por qu¨¦ lo expulsaron¡±
As¨ª, como honrando al ep¨ªteto, expres¨® entre iron¨ªas la indignaci¨®n que le carcom¨ªa por dentro. El foco de su ira fue el ¨¢rbitro, el italiano Pablo Tagliavento, en la estela de lo que manifest¨® el entrenador, Jorge Jes¨²s, que declar¨® que el Sporting perdi¨® el control del partido con la entrada de James en el minuto 77, en sustituci¨®n de Kroos. ¡°Debimos hacer correcciones para parar a James¡±, explic¨® el t¨¦cnico, ¡°y no las hicimos porque a m¨ª me hab¨ªan expulsado¡±.
¡°Cuando el ¨¢rbitro ech¨® a nuestro entrenador, nuestro equipo se qued¨® un poco intranquilo¡±, arreci¨® Carvalho. ¡°Quien expulse a un entrenador debe hacerse responsable. Por eso estoy impaciente por leer el acta arbitral donde supongo que se explicar¨¢ la causa. Para m¨ª va a ser sorprendente. Yo estaba al lado de Jorge Jes¨²s y estoy seguro de que el acta me sorprender¨¢. Supongo que de algo nos tendremos que re¨ªr. El acta, seguramente, ser¨¢ humor¨ªstica¡±.
Bruno de Carvalho no es el primer presidente que se sienta en el banquillo t¨¦cnico. Jorge Pinto da Costa, actual presidente del Oporto, fue el pionero en esta pr¨¢ctica. El estilo estridente, desenvuelto y agitador de Pinto da Costa rindi¨® extraordinarios beneficios deportivos al Oporto. Desde hace tiempo, sin embargo, el viejo magnate de la ribera del Duero prefiere moderarse. Ahora, la temeridad de ver el f¨²tbol frente a frente corresponde a su emulador del sur.
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