M¨¢s destellos que f¨²tbol en el Bar?a
A falta de encajar las piezas, las rotaciones restan fluidez al juego azulgrana, expresado por una media inc¨®moda con el derroche f¨ªsico pero determinante por sus chispazos de fantas¨ªa
En la ciudad deportiva de Mareo se siseaban desde el jueves dos coletillas sin cesar para explicar las probabilidades del Sporting ante el Bar?a. Lo dec¨ªan los ancianos que acuden cada ma?ana a la cafeter¨ªa a jugar a las cartas, lo dec¨ªan desde el ¨¢rea deportiva, desde la recepci¨®n y hasta los padres que acompa?aban a los ni?os al entrenamiento. Una la enton¨® el t¨¦cnico Abelardo, ya con los micros delante: ¡°Tenemos que tener un d¨ªa perfecto y ellos nefasto¡±. La otra, la verbaliz¨® Manuel S¨¢nchez, exjugador y ext¨¦cnico de la casa, ahora director de la cantera: ¡°La diferencia econ¨®mica entre los dos equipos es abismal y en el campo se traduce en dosis de calidad¡±. Y un poco de todo eso ocurri¨® en El Molin¨®n, donde el Bar?a acus¨® de nuevo el baile de piezas en el once inicial para perder en parte su autoridad futbol¨ªstica y resolver con destellos de genialidad.
Sin contar con la Supercopa, porque todav¨ªa faltaban jugadores por llegar de las vacaciones, la media de rotaciones desde que empezara el curso es de poco m¨¢s de cuatro por encuentro. Ya lo remarc¨® Luis Enrique tras el batacazo ante el Alav¨¦s (1-2). ¡°Seguir¨¦ haciendo cambios. El calendario es el que es¡±, expuso. Gerard Piqu¨¦ le dio ayer la raz¨®n: ¡°Cualquiera entiende que es bueno parar para descansar. Y en este equipo todos suman y pueden rendir al m¨¢ximo nivel¡±. Por lo que en el Molin¨®n, Luis Enrique ejecut¨® cinco permutas con respecto al choque pasado ante el Atl¨¦tico. Entraron Mathieu y Digne en la zaga por Mascherano y Jordi Alba, Andr¨¦ Gomes cogi¨® el relevo de Rakitic, Arda ocup¨® la plaza de Iniesta y Rafinha se situ¨® donde Messi. ¡°Da igual quien juegue porque el equipo mantiene su personalidad¡±, apunt¨® Piqu¨¦; ¡°pero es l¨®gico que a los nuevos les falte un poco de tiempo para adaptarse a seg¨²n qu¨¦ movimientos o conceptos t¨¢cticos¡±. Y donde m¨¢s se nota es en el medio, lugar donde se fabrica el f¨²tbol.
Extra?¨® la apuesta de Luis Enrique en la medular, toda vez que pareci¨® chocar con su ideario, ese que exige a los volantes carreras de ida y vuelta
Por eso extra?¨® la apuesta de Luis Enrique en la medular, toda vez que pareci¨® chocar con su ideario, ese que exige a los volantes carreras de ida y vuelta sin parar para acompa?ar las transiciones y romper las contras adversarias. Cosa de la que no pueden presumir Arda ni Andr¨¦ Gomes, poco dados al sacrificio que con y sin bal¨®n exhibe Iniesta acorde a su condici¨®n de capit¨¢n y derrocha Rakitic. No se le reclamaba cubrir tanto campo a Andr¨¦ Gomes porque Rafinha no le hac¨ªa ascos a la hora de perseguir al lateral contrario, pero s¨ª recorrido y velocidad para recolocarse ante los contragolpes rivales. Y eso no le sobra al portugu¨¦s, m¨¢s resguardado cuando en el segundo actu¨® de mediocentro. El mismo d¨¦ficit se dio en Arda, que siempre deja una o dos tarascadas de tarjeta porque llega tarde y apenas pisa el ¨¢rea rival porque tampoco le da tiempo. El requerimiento f¨ªsico a los volantes se aclar¨® en la pen¨²ltima acci¨®n de la primera parte, en la que Mathieu recuper¨® el bal¨®n y se dispuso a jugarlo r¨¢pido con un pase que saltara la l¨ªnea de presi¨®n. De repente Gomes y Turan levantaron la mano, pero no para pedir el esf¨¦rico sino para poner el stop al partido, faltos de resuello. Aunque a Luis Enrique le gust¨® la prueba: ¡°Estoy contento con el tri¨¢ngulo de Digne, Arda y Neymar, y tambi¨¦n con el de Sergi, Andr¨¦ y Rafinha. Tengo muchas posibilidades¡±.
A falta de media hora para concluir el encuentro, la repartici¨®n de la posesi¨®n era de un 50% para cada equipo. S¨ªntoma de que la pelota ya no importa tanto entre los pies mientras se llegue r¨¢pido al ¨¢rea. Aunque les alcanz¨® con destellos de calidad: como el de Arda, que se invent¨® una asistencia deliciosa de primeras que valid¨® el primer tanto; como los de Gomes, que hizo dos esl¨¢lones en el balc¨®n del ¨¢rea que resolvi¨® torcidos; y como el de Denis Su¨¢rez ¡ªel otro medio que entr¨® en juego¡ª, que filtr¨® un pase al hueco para Neymar que supuso el quinto tanto. Fueron sorbos de fantas¨ªa, pero falt¨® el f¨²tbol de sal¨®n.
El mejor del partido, el jugador que m¨¢s continuidad dio al f¨²tbol, fue curiosamente un centrocampista que ejerce de lateral derecho: Sergi Roberto, dominador del juego de posici¨®n.
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