El Real Madrid se da un homenaje ante el Oklahoma City Thunder
Liderados por un excelso Llull, los blancos rinden a la tropa de Westbrook y logran el segundo triunfo de su historia ante un equipo NBA
El Madrid de Laso se dio el homenaje que le faltaba en su memorable expediente a costa de los Oklahoma City Thunder. A modo de t¨ªtulo simb¨®lico, los blancos se apuntaron el segundo triunfo de su historia ante un equipo NBA y, como ocurriera en 2007 ante Toronto Raptors, lo hicieron con Llull como protagonista. El menorqu¨ªn forz¨® la pr¨®rroga con un triple de su galer¨ªa de imposibles y carg¨® con la ¨¦pica de un duelo que a lo largo de tres horas viaj¨® de la pachanga a la leyenda. Con 20 triples (5 de 6 para Llull, 4 de 6 para Thompkins y 3 de 5 para Carroll y Rudy), el conjunto madridista rindi¨® a la tropa de Westbrook, se qued¨® en 18 puntos mientras Oladipo (34) y Kanter (29) intentaban evitar sin ¨¦xito el sonrojo.
El duelo de los Global Games ante Oklahoma era el octavo partido de Real Madrid ante un equipo de la NBA; el quinto en el Palacio de Goya, ahora Barclaycard Center desde que, el 24 de octubre de 1988, un grupo de extraterrestres de la canasta venidos de Massachusetts y ataviados con camisetas verdes recreara el primer choque entre dos mundos. Hace 28 a?os, los Boston Celtics de Larry Bird, Kevin McHale, Robert Parish, Dennis Johnson y Danny Ainge acercaron la luna de la NBA a Europa en la segunda edici¨®n de aquel lustroso experimento de Copa del Mundo de clubes denominado Open McDonald¡¯s que apenas dur¨® nueve ediciones. En esta ocasi¨®n, con Russell Westbrook como embajador plenipotenciario, los Thunder sucumbieron presa del exceso de confianza y la furia madridista tras ir ganado por 22 puntos de ventaja (31-53).
Sin apenas tensi¨®n competitiva y con moderado esp¨ªritu de fiesta, el encuentro comenz¨® siendo un espect¨¢culo con m¨¢s desatinos que pirotecnia. Oklahoma se entreg¨® a la agitaci¨®n de Oladipo y a la p¨²rpura de Westbrook mientras el Madrid se defend¨ªa con la punter¨ªa de Carroll, la efervescencia de Doncic y la armadura de Hunter. La lectura antropol¨®gica dej¨® la evidencia de que la rapidez de manos al otro lado del Atl¨¢ntico marca una l¨ªnea divisoria crucial; el an¨¢lisis baloncest¨ªstico estableci¨® que, consolidado el acercamiento medi¨¢tico y la mezcla deportiva entre Europa y EEUU, los amistosos de este calibre tienen ya mucha m¨¢s mercadotecnia que m¨ªstica.
Desde los primeros minutos, los Thunder lograron un c¨®modo colch¨®n de seguridad para evitar sobresaltos estad¨ªsticos; de tal manera que, m¨¢s all¨¢ de alg¨²n fogonazo de Westbrook y de la bronca generalizada al exazulgrana Abrines, la mayor ovaci¨®n se la llevaron las leyendas que desfilaron por el parqu¨¦ madrile?o en uno de los descansos del encuentro. Jason Richardson, Shawn Marion, Ron Harper y Arvydas Sabonis desataron la nostalgia en las gradas mientras el partido alternaba distensi¨®n y talento. En el Madrid, con un nuevo atuendo para la ocasi¨®n que inclu¨ªa unas in¨¦ditas mangas moradas, Laso no dud¨® en dar carrete a Thompkins y en hacer debutar a ?lex Su¨¢rez, habitualmente relegados en su rotaci¨®n. En Oklahoma, Billy Donovan gestionaba con mimo a su capit¨¢n, torc¨ªa el gesto con la lesi¨®n de Adams en el tobillo derecho en el segundo cuarto y avanzaba en sus planes de pretemporada.
En el segundo cuarto, fue Nocioni quien, con siete puntos en apenas tres minutos, plante¨® la por entonces osada opci¨®n de disputar un partido en lugar de una exhibici¨®n. Le secund¨® Sergio Llull con lo mejor de su cat¨¢logo y un par de triples estrat¨¦gicos, antes y despu¨¦s del entreacto, que colocaron el marcador en la frontera de los 10 puntos (53-65 primero; 63-75 despu¨¦s) y la concurrencia comenz¨® a entusiasmarse. Sostuvo la apuesta Thompkins con un 3 de 3 en triples al comienzo del tercer cuarto, pero unas veces por las t¨¦cnicas a Ay¨®n (dos y al vestuario), otras por unos pasos discutibles al propio Thompkins y muchas por la clase de Westbrook y el martillo de Kanter, se retrasaba el abordaje. Hasta que el cuarto triple de Thompkins, el primero de Randolph y otro m¨¢s de Llull para la videoteca caldearon el ambiente coincidiendo con el final del tercer parcial (87-95, m. 36).
El Madrid hab¨ªa encontrado el interruptor del per¨ªmetro para atajar la producci¨®n del tr¨ªo Westbrook-Oladipo-Kanter y, con dos bingos m¨¢s de Maciulis y Carroll desde la l¨ªnea de tres, se lanz¨® definitivamente a pelear la victoria (94-99 a 10m 50s del final). Para los blancos era un sprint con un prestigioso premio en juego; para los Thunder una cuesta arriba en pleno rodaje. Con ese br¨ªo, el regreso a pista de Nocioni y otro triple m¨¢s de Rudy, los de Laso se agigantaron y voltearon el marcador a 4m 36s de la conclusi¨®n (112-111). Tambi¨¦n desde el per¨ªmetro, Abrines oposit¨® h¨¦roe de la noche para evitar el sofoc¨®n de los Thunder y, con un parcial de 0-6, pareci¨® sentenciar el duelo. Nada m¨¢s lejos de la realidad. Puro baloncesto. Una personal a Nocioni en mitad de un triple postrero desat¨® un desenlace inveros¨ªmil. El Chapu anot¨® los dos primeros lanzamientos y fall¨® el tercero, entre Hunter y Rudy hicieron llegar el bal¨®n a Llull y el menorqu¨ªn, m¨¢s a lo nba que nunca, emboc¨® desde ocho metros el lanzamiento que sellaba el viaje a la pr¨®rroga (126-126, m. 48). Nadie fue capaz de bajar al Madrid de la nube. Cay¨® la NBA.
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