De Bak¨² a Nueva York en jaque
El duelo Carlsen-Kariakin desde el 11 de noviembre difumina el recuerdo de la Olimpiada multi¨¦tnica
¡°No puedo visitar a mi madre, de 83 a?os, en Gaza porque la frontera est¨¢ cerrada casi todos los d¨ªas del a?o. Y cuando la abren corro el riesgo de no volver si la cierran conmigo adentro¡±, me explicaba Rajai Alsusi, presidente de la Federaci¨®n Palestina de Ajedrez, residente en Sharjah (Emiratos ?rabes Unidos), el ¨²ltimo d¨ªa en Bak¨² (Azerbaiy¨¢n). Tambi¨¦n me cont¨® que algunos de sus mejores jugadores no pudieron ir a la Olimpiada con su selecci¨®n, porque viven en Gaza.
Aunque ese testimonio en concreto sea muy triste, tiene mucho que ver con el motivo por el que la Olimpiada, un torneo bienal, es mi favorito y ¨Caunque he estado en 16- ya estoy deseando que llegue 2018 para ir a Batumi (Georgia). En las Olimpiadas conoces a gente y te enteras de cosas que ser¨ªan casi imposibles en cualquier otro torneo. Estoy convencido de que si hubiera hablado con los de Siria o Sud¨¢n del Sur, por ejemplo, me habr¨ªan contado vivencias similares. Incluso en los Juegos Ol¨ªmpicos ¨Cfui enviado especial en los de Sydney 2000- es mucho m¨¢s dif¨ªcil captar ese tipo de historias porque cada deporte tiene su sede, a veces muy alejada de las dem¨¢s.
El testimonio de Alsuri me recuerda a los de los afganos cuando pr¨¢cticamente todo su pa¨ªs estaba bajo las botas del descerebrado Gobierno talib¨¢n que ¨Centre otras barbaridades mucho mayores- prohibi¨® el ajedrez, agarr¨¢ndose a la interpretaci¨®n m¨¢s radical del Cor¨¢n. Nunca olvidar¨¦ esta frase: ¡°Si te pillan jugando te pueden matar, encarcelar o torturar, sobre todo si eres mujer¡±. Y entre mis recuerdos m¨¢s imborrables de las Olimpiadas siempre estar¨¢ la llegada triunfal de los afganos, por tierra, con dos d¨ªas de retraso, a la de Elist¨¢ (Rusia) 1996, tras sufrir m¨²ltiples penurias, saliendo clandestinamente de su pa¨ªs y atravesando monta?as. Centenares de participantes (jugadores, periodistas y ¨¢rbitros de todo el mundo, as¨ª como voluntarios rusos) nos pusimos a los lados de un pasillo para aplaudirlos durante largo rato mientras iban a sentarse ante sus tableros para la tercera ronda. A¨²n me emociono cuando lo escribo.
Una noche antes de conocer a Alsuri cen¨¦ con el ruso Ilya Merenzon, residente en Nueva York, director de Agon, la empresa que organiza el Campeonato del Mundo desde que compr¨® los derechos a la Federaci¨®n Internacional (FIDE) por un d¨®lar. Esa sorprendente transacci¨®n y varios detalles m¨¢s hacen que la imagen de Agon est¨¦ rodeada de cierto misterio, oscuridad y dudosa limpieza. Sin embargo, Merenzon tiene un discurso coherente, y parece muy sincero cuando explica su apuesta para adaptar el ajedrez todo lo posible a la tecnolog¨ªa del siglo XXI y convertirlo en un espect¨¢culo internacional.
Por ejemplo, le pregunt¨¦ si la inclusi¨®n del presidente de la FIDE, Kirs¨¢n Iliumy¨ªnov, en la lista negra de EEUU por su cooperaci¨®n con el Gobierno de Siria no ha perjudicado mucho a Agon a la hora de buscar patrocinadores en EEUU: ¡°S¨ª, claro, es obvio que no nos ha ayudado. Pero los patrocinadores han terminado llegando por otro lado y a¨²n nos quedan algunos por anunciar¡±. Dado que era una charla informal, sin grabadora, no quise preguntarle si es una casualidad que el due?o del primer patrocinador anunciado (la empresa rusa Phosagro, de Andr¨¦i Guriev) sea muy pr¨®ximo a Putin, o que el segundo (AE Investors Capital) trabaje sobre todo en el mercado ruso, porque estoy convencido de que le estar¨ªa obligando a ocultarme la verdad.
Pero hay otro asunto al que llevo meses dando vueltas, y no me resisto: ?Sigue Iliumy¨ªnov teniendo acciones de Agon? Si fuera as¨ª habr¨ªa un gran riesgo de que el Departamento del Tesoro de EEUU cancelase el Mundial: ¡°Nunca las tuvo. Es verdad que el primer propietario de Agon, Andrew Paulson, se las ofreci¨®, y de hecho alguien filtr¨® a la prensa ese borrador de contrato. Pero cuando Makr¨®pulos [presidente adjunto de la FIDE] lo vio, se neg¨® en redondo a esa operaci¨®n, que fue cancelada. M¨¢s tarde, Paulson se retir¨® de la empresa, yo qued¨¦ al mando y puedo asegurar que Iliumy¨ªnov no tiene acciones. Uno de nuestros proyectos para 2017 es registrar Agon bajo la ley inglesa, que es una de las m¨¢s transparentes del mundo en este sentido, para que todo quede absolutamente claro¡±.
Tambi¨¦n hablamos de la pelea de Agon con algunos portales de ajedrez a quienes ha demandado judicialmente bajo la acusaci¨®n de piratear la retransmisi¨®n en directo de las jugadas del Torneo de Candidatos, el pasado marzo en Mosc¨². Y de la gran novedad del Mundial de Nueva York: retransmitir las partidas en 3D, de tal modo que los aficionados de cualquier lugar del mundo podr¨¢n ver a los jugadores casi tan bien como si estuvieran en Manhattan.
De todo ello, y mucho m¨¢s, escribir¨¦ con detalle desde Nueva York entre el 11 de noviembre y el 1 de diciembre. Por supuesto, la prioridad ser¨¢ informar sobre las (esperemos) apasionantes partidas entre Magnus Carlsen y Sergu¨¦i Kariakin. Pero el duelo ser¨¢ una magn¨ªfica excusa para seguir hablando de los infinitos temas de inter¨¦s conectados con el ajedrez. Eso s¨ª, desde una perspectiva muy distinta si la comparamos con la de la Olimpiada, con 2.500 personas de unos 180 pa¨ªses. Ahora habr¨¢ b¨¢sicamente dos, pero muy excepcionales.
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