Muguruza y el viejo lastre de los tobillos
Condicionada por su planta (1,82 y 73 kilos) y unos soportes fr¨¢giles, Garbi?e se someter¨¢ a tratamiento m¨¦dico despu¨¦s de competir en Singapur y deber¨¢ parar un mes para reparar la articulaci¨®n izquierda
En el verano de 1998, cuando ten¨ªa solo cinco a?itos, Garbi?e Muguruza gan¨® su primer torneo. En su archivo personal de fotos hay constancia de ese primer ¨¦xito, localizado en el Club de Tenis Mampote, en Guarenas, a apenas 40 kil¨®metros de Caracas. En la imagen, a la campeona actual de Roland Garros se le ve posar orgullosa con su diploma. Lleva una gorra y esboza una sonrisa picarona que define esos hoyuelos tan caracter¨ªsticos que tiene. Tambi¨¦n, en la instant¨¢nea, se puede ver perfectamente que a pesar de su edad ya era una chica zancuda, con unas piernas largu¨ªsimas y unos tobillos muy finos que a posteriori se convirtieron en su punto d¨¦bil, fision¨®micamente hablando.
Ayer, Muguruza arranc¨® su segunda participaci¨®n en la Copa de Maestras con mal pie, al caer por 6-2, 6-7 y 7-5 (en 2h 29m) frente a la checa Karolina Pliskova, lo que hace que ahora tenga que remar contra corriente en los otros dos partidos de su grupo. Pero en su mente, ayer, adem¨¢s de la derrota exist¨ªa una peque?a inquietud. La noche anterior le hab¨ªan comunicado que una vez que finalice el Masters de Singapur deber¨¢ parar. ?La raz¨®n? El tobillo izquierdo. La semana previa al torneo que cierra la temporada, Garbi?e sufri¨® una fuerte torcedura durante un partido en Linz (Austria). Entonces intent¨® continuar sobre la pista, pero al final tuvo que desistir porque el dolor le imped¨ªa seguir jugando contra Viktorija Golubic.
Al d¨ªa siguiente se someti¨® a una resonancia magn¨¦tica que descart¨® una lesi¨®n de gravedad. Por lo tanto, puede competir sin grandes condicionantes en Singapur, m¨¢s all¨¢ de las molestias en la articulaci¨®n y la exigencia en los apoyos, pero una vez que finalice su recorrido en las WTA Finals, casi de inmediato, tendr¨¢ que pasar por una cl¨ªnica para someterse a un tratamiento que depure la zona y le permita comenzar la pretemporada con garant¨ªas. ¡°Ahora tengo que mimarlo y ver c¨®mo evoluciona. En eso estoy, viendo qu¨¦ puedo hacer¡±, comentaba ayer en el backstage, despu¨¦s de caer contra Pliskova.
Hace tres d¨ªas se anunci¨® que Muguruza protagonizar¨¢ el pr¨®ximo 2 de diciembre una exhibici¨®n en Madrid, junto a la ultramedi¨¢tica Maria Sharapova, sobre una pista dividida en dos franjas: una de tierra y otra de hierba. Ahora, sin embargo, los organizadores tendr¨¢n que buscar una fecha alternativa. El percance no requiere de una intervenci¨®n quir¨²rgica, pero le obligar¨¢ a frenar. No por completo, puesto que podr¨¢ hacer trabajo f¨ªsico, pero no as¨ª cualquier otra actividad (estar en pista) que le fuerce a hacer movimientos bruscos o a botar sobre el tobillo da?ado.
¡°El m¨¦dico me recomend¨® un tratamiento espec¨ªfico. No podr¨¦ jugar en tres o cuatro semanas, pero tengo ganas de hacer una buena pretemporada¡±, declara Muguruza, de una planta tan imponente (1,82, 73 kilos y un 43 de pie) como su derecha. A pesar del trabajo preventivo y de fortalecimiento que efect¨²a desde hace tiempo, el viejo problema, con el que convive desde la infancia, vuelve a aparecer. Eso s¨ª, en versi¨®n light. Hace tres a?os, en 2013, se someti¨® a cirug¨ªa en el tobillo derecho y estuvo seis meses sin jugar, entren¨¢ndose sobre una silla de ruedas incluso. Los vendajes y los protectores, al igual que al escoc¨¦s Andy Murray, siempre le acompa?ar¨¢n.
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