Cibulkova, la ¡®pulga¡¯ contra el sistema
La eslovaca, citada en la final con Kerber, desaf¨ªa al canon del circuito por su complexi¨®n. Con 1,61 de estatura, es la jugadora m¨¢s baja del 'top-10', pero compensa el d¨¦ficit f¨ªsico con movilidad y nervio
El Masters de Singapur medir¨¢ este domingo (13.30, Teledeporte) a sus dos elegidas de esta edici¨®n. Una de ellas es Angelique Kerber, la n¨²mero uno, lo cual no deja de estar dentro de los par¨¢metros l¨®gicos. La alemana se deshizo de la defensora del t¨ªtulo maestro, Agnieszka Radwanska (6-2 y 6-1, en 1h 15m), y tendr¨¢ ma?ana enfrente a una jugadora a la que parad¨®jicamente rescat¨® en el round robin y que ha roto todos los pron¨®sticos en Singapur. Es Dominika Cibulkova, eslovaca, la culpable de que la bonita odisea de Svetlana Kuznetsova durante las dos ¨²ltimas semanas no haya tenido un broche m¨¢s brillante. La rusa, que lleg¨® al torneo con el tiempo justo para cambiarse y coger la raqueta, cedi¨® (1-6, 7-6 y 6-4, tras 2h 27m) y se agarr¨® tal mosqueo que ni siquiera estrech¨® la mano de su rival al finalizar el pulso.
¡°?Consideras que ella ha hecho algo antideportivo?¡±, la preguntaron en la sala de prensa. ¡°?Qu¨¦?¡±, replic¨® la de San Petersburgo, con cara siempre de muy pocos amigos. ¡°Si te ha podido ofender por algo¡¡±, continu¨® la escena. ¡°No, ella estuvo bien¡±, resolvi¨® con cierta soberbia Sveta, de 31 a?os. La ella a la que se refer¨ªa est¨¢ ahora a un solo paso del trofeo. ¡°Es normal, a veces pasa. A veces te enfadas despu¨¦s de los partidos, pero nos llevamos bien¡±, indic¨® Cibulkova. Muy pocos contaban con esta jugadora, pero de repente se ha visto en el mejor escenario. Despu¨¦s de una d¨¦cada como profesional y sin t¨ªtulos de alcurnia ¨Ctiene siete, pero ninguno de renombre¨C, puede obtener a sus 27 a?os la primera distinci¨®n significativa. Pero, sobre todo, lo m¨¢s destacable es que puede hacerlo a contracorriente, en contra del canon fison¨®mico del tenis femenino actual, de este deporte en general.
Cibulkova no tiene piernas ni brazos largos, sino m¨¢s bien cortos. Por tanto, no puede valerse de la zancada ni de las palancas para contrarrestar los golpes de las otras jugadoras, cortadas casi todas por el mismo patr¨®n. Hoy d¨ªa el prototipo las define como altas y esbeltas, con envergadura; generalmente del este de Europa y muy atl¨¦ticas. La eslovaca, sin embargo, es una pulga compacta, la tenista m¨¢s baja del top-10. Mide 1,61 y pesa 55 kilos. Si se repasa el listado mundial de forma descendente, solo la espa?ola Carla Su¨¢rez (1,62) y la italiana Roberta Vinci (1,64) tienen una complexi¨®n y estatura similares. Y, si se desea encontrar a una jugadora m¨¢s baja, hay que bajar hasta el 39? escal¨®n, en el que se encuentra la japonesa Misaki Doi (1,59).
¡°Yo soy una luchadora¡±, se autodescribe Cibulkova, nacida en Bratislava y en cuyo curr¨ªculo figuran las semifinales de Roland Garros 2009 y la final del Open de Australia 2014 como m¨¦ritos m¨¢s importantes. Sin embargo, este curso su rendimiento en los Grand Slams ha sido muy discreto ¨Clos cuartos de Wimbledon como tope¨C, pero en plazas menores ha sido regular (51 triunfos y 19 derrotas) y por eso logr¨® la clasificaci¨®n para competir en el Masters de Singapur, con las ocho mejores del a?o, y ahora est¨¢ a punto de ingresar en el top-5. ¡°No pienso en el ranking. Mi entrenador [su compatriota Matej Liptak] es el que me ha hecho mejorar. ?l me ha hecho creer, tener fe en m¨ª misma. Sabe c¨®mo motivarme, c¨®mo hablarme¡±, apunta Pocket Rocket (Cohete de Bolsillo), como es conocida en el circuito.
No deja respirar, ahoga. Es r¨¢pida y a pesar de no ser grande tiene ganadores en la derecha. Desconcierta a las otras.
Su forma de sacar es llamativa. Al ser peque?a intenta obtener potencia alzando la bola alta e intentando golpearla en el punto de altura m¨¢ximo, lo que le obliga a adquirir una postura tan forzada que al final hace que la otra pierna, no la de apoyo, suelte una coz que casi le da en su propia cabeza. En la pista no para. Da micropasos muy r¨¢pidos. Imprime much¨ªsimo ritmo al partido y se menea sin parar, como en un estado de estr¨¦s permanente. Es puro nervio. No deja respirar, ahoga. Es r¨¢pida y a pesar de no ser grande tiene ganadores en la derecha. Desconcierta a las otras.
Este s¨¢bado a la veterana Kuznetsova, exn¨²mero dos (2007) y con un US Open (2004) y un Roland Garros (2009) en su expediente. La de San Petersburgo, desbordada y muy contrariada, recurri¨® incluso a la argucia de marcharse 11 minutos al vestuario para ver si as¨ª abortaba la fulgurante reacci¨®n de la peque?a Cibulkova. Pero nada de nada, no hubo punto de giro. Al final se march¨® de Singapur rabiosa.
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