El Espanyol fulmina a un triste Betis
La afici¨®n verdiblanca pide en masa la destituci¨®n de Poyet y el conjunto de Quique respira

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El Espanyol supo aprovechar su oportunidad para sacar tres puntos de oro del Benito Villamar¨ªn. Diego Reyes caz¨® un buen remate de cabeza para fulminar a un Betis sin alma, p¨¦simamente dirigido por Gustavo Poyet y con una alarmante falta de personalidad. Sumido en un gigantesco desconcierto, el t¨¦cnico uruguayo decidi¨® quedarse todo el segundo tiempo cobijado en su banquillo, sin dar instrucciones a sus jugadores. Un hecho inusual en el f¨²tbol de ¨¦lite que provoc¨® la ira en la grada. El Betis, como suele ser habitual en las ¨²ltimas temporadas, sigue siendo un volc¨¢n en lo deportivo. Todo lo bueno que tiene en cuanto a su masa social lo pierde con un equipo descompensado en sus l¨ªneas, donde solo luce Joaqu¨ªn, que acab¨® siendo sustituido por el propio Poyet. A su p¨¦simo juego, al Betis se le uni¨® cierta dosis de mala suerte, cuando Diego L¨®pez realiz¨® un parad¨®n en el alargue a remate de Pezzella que acab¨® en la escuadra. No mereci¨® el empate el Betis, un equipo que desprende s¨ªntomas alarmantes. La afici¨®n b¨¦tica, en masa, pidi¨® la destituci¨®n de Poyet, incapaz de hacer al Betis competitivo. No es problema del Espanyol, que caz¨® su gol, se defendi¨® con orden luego y acab¨® con el conjunto andaluz, una sombra de s¨ª mismo.
No andan en un buen momento ni el Betis ni el Espanyol. Poyet y Quique no dan con la f¨®rmula y sus equipos se mueven con un aire de evidente decadencia. Entre la indefinici¨®n de sus futbolistas y la falta de confianza que desprenden con sus acciones, ambos conjuntos se comportan con mediocridad, la misma que muestran con su discreta clasificaci¨®n. Resulta doloroso ver al Betis, con una defensa llena de defectos y un centro del campo demasiado previsible. Es un grupo colgado de las acciones de Joaqu¨ªn, que se tiene que multiplicar intentando la jugada imposible y el pase perfecto. Poyet cambia de sistema y de hombres. Su equipo apenas muestra progresos. Al Espanyol le sucede lo mismo. Otro hist¨®rico en apuros, sin personalidad, con jugadores que deber¨ªan mostrar mucho m¨¢s, pero que, en el fondo, desprenden un f¨²tbol insulso y mon¨®tono.
El Betis, que ni juega ni muerde, tuvo un inicio algo alentador, con un disparo de Sanabria que sali¨® rozando el poste. Luego, la nada. El Espanyol fue creciendo algo con el paso de los minutos, una vez que mordi¨® la extrema ineficacia del rival. Tampoco est¨¢ el equipo catal¨¢n para tirar cohetes. Es un conjunto que no cambia de ritmo, que juega al pie y que no suelta amarras. Al menos, hizo intervenir a Ad¨¢n en un disparo de Gerard Moreno. El Villamar¨ªn, cansado de la falta de f¨²tbol del Betis, comenz¨® a protestar. La afici¨®n verdiblanca lleva varios a?os de vulgaridad y, a pesar de su extrema debilidad, empieza a cansarse.
El ambiente, por lo tanto, era propicio para que el Espanyol, al que le alumbraba una sola victoria, intentara hacer da?o a un rival muy tocado, con una defensa hecha un flan y sin plan de juego. As¨ª fue. Al Betis solo le alumbraron un par de acercamientos al ¨¢rea de Diego L¨®pez. El Espanyol, que tampoco est¨¢ para muchos trotes, fue m¨¢s listo, esper¨® su oportunidad y la encontr¨® en el remate de Diego Reyes. El central mexicano remat¨® solo en el ¨¢rea del Betis, una muestra del p¨¦simo sistema defensivo de los andaluces. El resto fue tirar de oficio, jugar con los nervios de un equipo muy limitado, esperar los errores del entrenador rival y cantar bingo con la grada rugiendo contra su entrenador. Incapaz de encontrar un proyecto atractivo, el Betis se sumerge en los puestos bajos de la clasificaci¨®n con una derrota que puede traer graves consecuencias para los andaluces. Respiraron Quique y el Espanyol, mucho m¨¢s listos que este triste Betis.
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