El Manchester City de Guardiola se impone 3-1 al Barcelona

Presum¨ªan los dos equipos de ser jugones, de utilizar la pelota y el pase como saludo y definici¨®n. Pero en el Etihad, igualadas las fuerzas en el centro del campo, tanto el Manchester City como el Barcelona se expresaron m¨¢s y mejor al contragolpe. Y lo hicieron a ritmo de tango porque los azulgrana persegu¨ªan la l¨ªnea de pase que les llevara a Messi del mismo modo que los citizens se remit¨ªan a Ag¨¹ero para decir la suya en el ¨¢rea contraria. La partida, sin embargo, se la llev¨® el 10 azul, bien secundado por una presi¨®n colectiva que destroz¨® al Bar?a.

Le cost¨® al equipo de Luis Enrique sacar limpio el bal¨®n desde atr¨¢s, incomodado por el acoso avanzado del City. No ayud¨® de inicio el invento del t¨¦cnico de colocar a los dos centrales a pie cambiado, as¨ª que al cuarto de hora recuperaron su lugar. Tampoco hab¨ªa un maestro de orquesta en la medular ¨Cbien tapado Busquets- que les ayudara, por lo que las jugadas se reduc¨ªan a desplazamientos largos de los dos zagueros centrales. Y la segunda jugada, entonces, se convert¨ªa en un contragolpe. Algo as¨ª ocurri¨® despu¨¦s del disparo del Kun que evit¨® el cuerpo de Mascherano. Resulta que la pelota cay¨® a los pies de Messi y de ah¨ª lo prolong¨® a Neymar, que se marc¨® la carrera por la banda, y, ya en el punto de penalti, Leo la pidi¨® para darle con el interior y enviarla a la red. El tanto, en cualquier caso, no fue cloroformo para el Manchester City, hasta el punto de que Stones y Zabaleta reclamaban a la estruendosa afici¨®n que no cesaran de alentar. Y funcion¨®.

Sigui¨® con su presi¨®n el Manchester City, con su acoso hasta la cocina que tanto incomod¨® al Bar?a. Y en una de esas, Sergi Roberto regal¨® el bal¨®n y Ag¨¹ero lo acept¨® de buen agrado al d¨¢rsela a G¨¹ndogan, que resolvi¨® a gol. Momento de azul intenso porque se suced¨ªan las ocasiones en la porter¨ªa de Ter Stegen. Lo prob¨® Ag¨¹ero con un disparo desde fuera del ¨¢rea; Sterling casi lo tuvo pero se perdi¨® en el control cuando ten¨ªa el uno contra uno; y lo consigui¨® De Bruyne con un lanzamiento de falta que Ter Stegen se trag¨®.

No dec¨ªa ni p¨ªo el Bar?a, condenado desde la ra¨ªz, imposibilitado para ejercer su f¨²tbol de sal¨®n y triangulaciones, negado por la voluntad y la presi¨®n rival. Por lo que no extra?¨® el nuevo tanto citizen, con una incursi¨®n de Navas por la derecha y un centro que Ag¨¹ero toc¨® con la mano y que cay¨® a pies de G¨¹ndogan, de nuevo atinado en el remate. Protest¨® con energ¨ªa Ter Stegen y le secund¨® Mascherano, aunque el colegiado no vari¨® de opini¨®n ni siquiera con el v¨ªdeo que se le escap¨® al Manchester City de la repetici¨®n. Lo mismo daba. El Bar?a no supo domar al rival sino que fue sometido a su voluntad.