Menos an¨¢lisis y m¨¢s alcohol
Se especula mucho con que el problema de Argentina es psicol¨®gico, que a Higua¨ªn y Ag¨¹ero les pesa la camiseta
¡°El psicoan¨¢lisis cura a trav¨¦s del amor.¡± Sigmund Freud.
Un amigo espa?ol que vive aqu¨ª en Buenos Aires sugiere que lo que los argentinos necesitan es menos an¨¢lisis y m¨¢s alcohol. Se refiere al psicoan¨¢lisis, ya que, como es bien sabido, la capital argentina tiene m¨¢s habitantes en terapia per c¨¢pita que cualquier otro lugar del mundo. En cuanto al alcohol, sospecho que el consumo argentino es el m¨¢s bajo del mundo occidental.
Viv¨ª 10 a?os en Buenos Aires y no conozco a ning¨²n nativo que no se haya psicoanalizado; ni conozco ning¨²n pa¨ªs en el que m¨¢s gente sucumba a la barbarie de almorzar y cenar con Coca-Cola en vez de vino o cerveza. (Me psicoanalic¨¦ hace muchos a?os en Buenos Aires. Dur¨¦ tres semanas y volv¨ª al alcohol).
La dicotom¨ªa an¨¢lisis/alcohol cobra especial relevancia hoy debido a las dificultades que atraviesan las selecciones de f¨²tbol de Argentina e Inglaterra. Es verdad que la selecci¨®n argentina gan¨® 3 a 0 a Colombia esta semana pero est¨¢ sufriendo en la fase de clasificaci¨®n para el Mundial ruso de 2018. El partido anterior lo perdi¨® por 3 a 0 contra Brasil, y el anterior a aquel por 0 a 1 en casa contra Paraguay. Lo impensable a¨²n puede ocurrir: que Argentina no llegue a Rusia.
Inevitablemente, siendo esto Argentina, se especula mucho con que el problema de la selecci¨®n es psicol¨®gico. Salvo contra Colombia, partido que gan¨® ¨¦l solo, Lionel Messi no juega al mismo nivel con La Albiceleste que con el Barcelona. M¨¢s alarmante a¨²n es el pobre estado de forma de Gonzalo Higua¨ªn y Sergio Ag¨¹ero, cracks indiscutidos en sus clubes europeos. Sobre el papel, Argentina lo deber¨ªa tener f¨¢cil contra sus rivales sudamericanos; sobre el campo, lo pasan mal.
La interpretaci¨®n m¨¢s habitual del aparente enigma es que a los jugadores argentinos, especialmente a Higu¨¢in y Ag¨¹ero, les pesa la camiseta. Se inhiben, se asustan. Con lo cual lo que necesitan es un buen curso de terapia.
Puede ser. Es posible que el problema que tienen sea de ra¨ªz ed¨ªpica; que se rebelen contra la figura paterna que representa Messi. Lo que todos los jugadores del Barcelona entienden es que sobre el terreno de juego Messi es el que todos buscan cuando se encuentran en el aprieto de tener la pelota en los pies, al que hay que pas¨¢rsela siempre que sea posible.
Los jugadores de la selecci¨®n argentina, en cambio, parecen pensar con demasiada frecuencia que no necesitan a pap¨¢ Messi, que ellos son capaces todos solitos de marcar la diferencia. Cuando fracasan, se hacen un l¨ªo en la cabeza, se llenan de conflictos, se paralizan y juegan, dicen en Argentina, como muertos. Messi, incapaz de ejercer la disciplina sobre los cr¨ªos que su rango exige, se desespera. Y todo acaba mal.
Con lo cual la soluci¨®n parecer¨ªa ser una serie de sesiones psicoanal¨ªticas para ver qu¨¦ les pasa a los Higu¨¢in y Ag¨¹ero, qu¨¦ problemas posiblemente tuvieron en la infancia con sus padres biol¨®gicos, e intentar ayudarles a reconciliarse a su destino y aceptar la necesidad de someterse al mando de su capit¨¢n.
Pero existe la otra opci¨®n. La alcoh¨®lica. Darles un par de tragos antes de cada partido y que salgan al campo, como dicen aqu¨ª, levemente ¡°en pedo¡±. Lo que podr¨ªa resultar una manera eficaz, barata y r¨¢pida de lograr que suelten sus inhibiciones, que jueguen con la soltura suficiente para poder exhibir su considerable talento natural y que se liberen de los complejos infantiles que les impiden reconocer la supremac¨ªa messi¨¢nica.
En cuanto a Inglaterra, el problema es su capit¨¢n, Wayne Rooney. A sus 31 a?os el que fue la gran esperanza blanca del f¨²tbol ingl¨¦s est¨¢ en el oto?o, o quiz¨¢ ya en el invierno, de su carrera. La noticia de su borrachera el fin de semana pasado, cuando estaba recluido con su selecci¨®n, recorri¨® el mundo. Pobre hombre. El subconsciente le advierte de que ya no da para m¨¢s como futbolista; el consciente lo niega. La bebida es la soluci¨®n que encuentra a esta y a otra verdad reprimida: que la selecci¨®n que ha representado 119 veces juega como una gallina sin cabeza.
Si es verdad, como dice el amigo espa?ol en Buenos Aires, que los argentinos necesitan menos an¨¢lisis y m¨¢s alcohol, lo que necesitan los ingleses en general, y Rooney en particular, es todo lo contrario: m¨¢s an¨¢lisis y menos alcohol.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.