Carlsen: ¡°Mi punto m¨¢s d¨¦bil es el control de las emociones¡±
El campe¨®n del mundo de ajedrez repasa la consecuci¨®n de su tercer t¨ªtulo ante Kariakin
Magnus Carlsen es muy consciente de que ha estado a punto de perder el t¨ªtulo mundial ante el ruso Sergu¨¦i Kariakin, y que la causa principal es psicol¨®gica. Sus tremendos berrinches cuando las cosas no le salen bien, que en el Mundial de Nueva York le han costado una multa de 27.500 euros, y los fracasos en el remate de posiciones ganadoras le obligaron a ganar el mi¨¦rcoles un desempate r¨¢pido de infarto el d¨ªa que cumpl¨ªa 26 a?os. El rey del ajedrez a¨²n no ha asumido que la prensa es un v¨ªnculo esencial con millones de aficionados de todo el mundo y con los patrocinadores cuyos nombres luce en la chaqueta. En las 18 horas siguientes a su triunfo neg¨® toda petici¨®n de entrevista individual (incluidos los medios de Noruega, donde es el mayor ¨ªdolo deportivo), y solo acept¨® reunirse 15 minutos con una decena de ¡°periodistas muy seleccionados¡± (la mitad, noruegos); entre ellos, el enviado de EL PA?S.
Pregunta. Ha estado a punto de perder la corona¡
Respuesta. S¨ª. Tras no ser capaz de ganar posiciones muy ventajosas en las partidas 3? y 4?, lo pas¨¦ mal en la 5?; tras la derrota en la 8? estaba devastado, y sufr¨ª mucho para no perder la 9?. Aunque segu¨ªa pensando que era el jugador m¨¢s fuerte de los dos, apenas me quedaban oportunidades de remontar el marcador. Una parte de m¨ª a¨²n quer¨ªa tener fe, pero fue un momento dificil¨ªsimo. Creo que en esas situaciones lo que uno debe hacer es concentrarse en lo siguiente, no en el marcador o en el pasado. Pero eso es f¨¢cil de decir y muy dif¨ªcil de hacer. Durante las dos partidas siguientes me asaltaba el pensamiento de ¡°c¨®mo demonios voy a ganar yo este duelo¡±, que no es precisamente una actitud muy buena.
P. ?Logr¨® dormir esas noches?
R. Tuve problemas para dormir despu¨¦s de las partidas 8? y 9?, pero despu¨¦s de ganar la 10? dorm¨ª como un ni?o.
P. ?Y c¨®mo se recuper¨®?
R. Pues no lo tengo muy claro. Incluso antes de la 10? no estaba en la mejor actitud mental. Luego no jugu¨¦ tan mal pero, claro, cuando me di cuenta de que hab¨ªa hecho una jugada que permit¨ªa a Sergu¨¦i forzar las tablas, me invadi¨® ese sentimiento de ?otra vez, no! De hecho, daba por seguro que la partida iba a terminar de inmediato en tablas y que tendr¨ªa que irme al hotel para preparar algo que me permitiera ganar con negras la 11?, pero ya con muy pocas esperanzas. Por fortuna, ¨¦l no vio esa variante, y me dio un respiro muy importante, que pude aprovechar. Yo no dir¨ªa que en esa partida fui capaz de recuperarme de un error, sino m¨¢s bien que me encontr¨¦ ante una oportunidad y la aprovech¨¦.
P. Despu¨¦s de esa victoria hizo dos tablas sin mucha historia porque usted quer¨ªa forzar el desempate.
Gran Maestro a los 13 a?os, el mejor a los 22
Sven Magnus Carlsen naci¨® el 30 de noviembre de 1990 en Tonsberg, Noruega. Es el jugador que alcanz¨® la cifra m¨¢s alta en puntos ELO, 2.882, en la historia del deporte, por delante de Kasp¨¢rov. Carlsen se convirti¨® en Gran Maestro a los 13 a?os, batiendo casi la marca hist¨®rica de precocidad que hab¨ªa establecido precisamente su rival en la final de Nueva York, el ruso Serg¨¦i Kariakin, quien logr¨® el t¨ªtulo a los 12 a?os y 7 meses.
En 2013 logr¨® su primer t¨ªtulo ante el indio Viswanathan Anand (6,5-3,5), en la final de Chennai (India), tras ganar tres partidas y empatar 7 de las 12 pactadas. En 2014 revalid¨® el t¨ªtulo ante Anand (6,5-4,5) en Sochi. El pasado mi¨¦rcoles, el d¨ªa que cumpli¨® 26 a?os, logr¨® su ¨²ltimo campeonato. Con Kariakin necesit¨® llegar al desempate.
R. S¨ª. Yo sab¨ªa que en el desempate ten¨ªa muchas probabilidades de ganar. De modo que mis momentos de mayor tensi¨®n no fueron los de ese d¨ªa [el mi¨¦rcoles], sino todos los anteriores a mi victoria en la 10?. Es verdad que me irrit¨® bastante no ser capaz de ganar la 2? del desempate en una posici¨®n ganadora. Pero en los diez minutos de descanso antes de la 3? logr¨¦ evitar la sensaci¨®n de p¨¢nico, fijarme solo en el marcador, que estaba igualado despu¨¦s de todo, y centrarme en ganar la siguiente, llevado por ese enfado conmigo mismo, pero sin perder el control.
P. Ha fallado especialmente al intentar convertir posiciones muy ventajosas en victorias.
R. Es verdad. Cuando eso te ocurre una vez, no hay que darle mayor importancia. Pero si son varias, quiere decir que algo falla. Lo normal en este duelo hubiera sido que yo tuviera uno o dos puntos de ventaja despu¨¦s de las primeras cuatro partidas, lo cual cambiar¨ªa por completo el panorama y el rumbo. Lo que ocurri¨® de verdad es que yo era mejor que Sergu¨¦i en las tres primeras horas, pero luego, en la 5?, 6? o 7?, yo fallaba y ¨¦l se defend¨ªa magn¨ªficamente. Est¨¢ claro que tambi¨¦n debo trabajar en ese terreno, y que ten¨ªa que haberme preparado mejor en c¨®mo optimizar mi rendimiento en las partidas muy largas.
P. Pero usted hasta ahora se ha negado a trabajar con un psic¨®logo especializado en el deporte de alta competici¨®n, como hace la mayor¨ªa de las estrellas de los dem¨¢s deportes.
R. Es cierto, pero creo que voy a corregir eso en un pr¨®ximo futuro. Todo lo que tiene que ver con el control de las emociones y la psicolog¨ªa es mi punto m¨¢s d¨¦bil. Cuando las cosas me van bien y me siento fuerte, con todo bajo control, es muy dif¨ªcil ganarme. Pero mi fuerza de juego baja considerablemente cuando las cosas no me salen como est¨¢n planeadas. Definitivamente, debo trabajar m¨¢s en ese campo.
P. ?De qu¨¦ est¨¢ m¨¢s satisfecho en este Mundial?
R. He hecho muchas cosas bien en cuanto a estrategia general y aperturas, pero quiz¨¢ queden difuminadas por mis errores inusuales en varias partidas; sobre todo, en la 7? y 8?, que fueron horribles por mi parte; especialmente en la 8?, cuando hice una jugada de farol, y sali¨® mal. Pero es muy estimulante ver que he sido capaz de ganar cuando las cosas no iban tal como yo quisiera. La situaci¨®n antes de la 10? era el peor escenario posible, pero finalmente la gan¨¦. Y, por supuesto, estoy muy satisfecho de mi capacidad de lucha en las partidas del desempate, as¨ª como del remate de la ¨²ltima, muy brillante en mi opini¨®n.
P. El a?o pasado usted propuso cambiar el sistema del Mundial volviendo a las eliminatorias a solo dos partidas, que convirti¨® en campeones del mundo a jugadores de segunda fila.
R. El mismo sistema que produjo a campeones como J¨¢lifman o Kasimy¨¢nov hizo que Anand perdiera solo un duelo en tres de esos torneos. Yo creo que ese sistema es justo, pero todo indica que el mundo del ajedrez no est¨¢ de acuerdo, y yo lo acepto y me olvido del asunto por ahora.
Yo era mejor en las tres primeras horas, luego ¨¦l se defend¨ªa magn¨ªficamente¡±
P. ?C¨®mo ve el futuro del ajedrez? ?Tiene ideas innovadoras?
R. Estoy abierto a todo lo que sea innovador y no perjudique nuestro rendimiento en el tablero. Por ejemplo, me parece interesante, y no tengo objeci¨®n alguna, que nos midan las pulsaciones o el gasto energ¨¦tico mientras estamos jugando.
P. Usted siempre ha sido muy sensible a la difusi¨®n del ajedrez como herramienta pedag¨®gica.
R. S¨ª. Hace poco visit¨¦ un colegio p¨²blico aqu¨ª, en Brooklyn, donde casi todos los alumnos son hijos de inmigrantes. Han tenido un enorme ¨¦xito con el ajedrez, no solo para mejorar la inteligencia y desarrollar valores, sino para aumentar la autoestima de esos ni?os, que han ganado varias veces el Campeonato Escolar de EE?UU por delante de colegios privados car¨ªsimos. Debemos expandir por todos los pa¨ªses el mensaje de que el ajedrez no es solo muy divertido, sino tambi¨¦n muy ¨²til como herramienta educativa.
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