El Bar?a no da con el punto de inflexi¨®n
La mayor¨ªa de fichajes que compiten por sustituir a Xavi e Iniesta, cuando est¨¢ lesionado, est¨¢n bajo sospecha
El Bar?a se va dando tiempo, algunas veces incluso se enga?a, en busca de un punto de inflexi¨®n que le permita recuperar su condici¨®n de candidato a revalidar el t¨ªtulo de Liga. Tampoco encontr¨® consuelo en el cl¨¢sico, un partido que llegaba que ni pintado, por el d¨ªa, el escenario y el rival, para reivindicar sus aspiraciones y su condici¨®n de campe¨®n y para recuperar las mejores sensaciones a partir del reaparecido Iniesta.
El manchego complet¨® una espl¨¦ndida media hora de juego y su sociedad con Busquets y Messi permiti¨® alimentar la esperanza de reencontrarse con la mejor versi¨®n del Bar?a. Hubo incluso una triangulaci¨®n que evoc¨® el cat¨¢logo de mejores jugadas azulgrana ya olvidadas despu¨¦s de que el f¨²tbol se haya acelerado por la inercia de conectar cuanto antes mejor con el tridente que forman Messi, Luis Su¨¢rez y Neymar.
Aunque el uruguayo marc¨® el gol, la delantera no marc¨® las diferencias que hasta el momento justificaron el paso de jugar con tres centrocampistas a entregarse al tr¨ªo de delanteros, la apellidada MSN, un nombre muy rimbombante que se utiliz¨® en su momento para competir con la BBC del Real Madrid (Bale, Benzema y Cristiano Ronaldo), ahora mismo tan cuestionada como la delantera que arm¨® Luis Enrique.
El caudal de goles de Su¨¢rez ha disminuido, Neymar es m¨¢s asistente (13) que rematador (6 tantos) y Messi suma seis partidos sin anotar ante el Madrid. Y cuando el tridente no marca las diferencias, se pregunta por los jugadores de medio campo, algunos bajo sospecha, como Andr¨¦ Gomes, Arda, Denis Su¨¢rez y Rakitic puesto que se supone que si Rafinha (5 goles) no fue convocado es porque le tocaba por decreto descansar ante el Madrid.
A pesar del aviso del t¨¦cnico, Arda cometi¨® torpemente la falta que provoc¨® el empate de Ramos, Andr¨¦ Gomes pas¨® de puntillas por el partido, mientras Rakitic ha perdido energ¨ªa y Denis Su¨¢rez no se siente ni titular ni suplente por la manera de hacer de Luis Enrique. Sergi Roberto es un excelente centrocampista al que le cuesta defender como lateral, Mascherano llega tarde y mal a la pelota y ha perdido seguridad y confianza Ter Stegen.
No est¨¢ fino ni en forma el equipo habitual, hay dudas sobre los fichajes y no hay apuestas con jugadores de la cantera, sobre la que se discute diariamente, y m¨¢s desde que se reorganiz¨® la pol¨ªtica de captaci¨®n de valores en La Masia. La competitividad se impone en las diferentes categor¨ªas sobre la formaci¨®n hasta el punto de que se cuestiona si el club no ha tirado la toalla en su tarea de mantener un estilo que ten¨ªa su sentido con futbolistas que se consideran insustituibles como Xavi. Los interiores son hoy los m¨¢s variables desde que ha menguado el juego de posici¨®n y se aceler¨® el juego para Su¨¢rez, Messi y Neymar.
Los momentos, o si se quiere las jugadas, han sustituido al ataque continuo y se impone el v¨¦rtigo, circunstancia que en diferentes ambientes futbol¨ªsticos se considera una involuci¨®n m¨¢s que una evoluci¨®n del m¨¦todo Bar?a. El equipo perdi¨® personalidad y gan¨® convencionalidad hasta el punto que sus n¨²meros invitan a una recapitulaci¨®n tan trascendente como la que se aplic¨® cuando Luis Enrique retom¨® con el tiempo la herencia de Guardiola.
Los azulgrana han perdido nueve puntos en su estadio, 14 en total en 14 partidos, una estad¨ªstica que no se daba desde 2004-05. Nadie simboliza m¨¢s el desconcierto que Neymar: suma ocho tarjetas y no podr¨¢ jugar ante Osasuna ni con el Borussia M?nchengladbach. La actuaci¨®n del brasile?o, as¨ª como de Messi y Su¨¢rez por una parte y por otra de Iniesta y Busquets, invita a recuperar la carta de naturaleza del Bar?a. Jugar a la ruleta rusa, ahora que el Madrid aspira a ganar la Liga, es el peor recurso al que puede recurrir el Bar?a. Los medios son la raz¨®n de ser del Barcelona.
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