1.536 piezas en la memoria
Gar¨¦yev bate el r¨¦cord de simult¨¢neas a ciegas frente a 48 rivales en 19 horas con el 80% de los puntos
S¨®lo con el rar¨ªsimo don de la memoria fotogr¨¢fica, adem¨¢s de much¨ªsimo entrenamiento con t¨¦cnicas espec¨ªficas, se puede lograr una haza?a as¨ª: memorizar durante m¨¢s de 19 horas la situaci¨®n de 1.536 piezas de 48 partidas simult¨¢neas con los ojos vendados. Lo hizo el domingo en Las Vegas (EEUU) el estadounidense de origen uzbeko Timur Gar¨¦yev, de 28 a?os, con 35 victorias, siete empates y seis derrotas (un 80,2% de la puntuaci¨®n posible). Durante la proeza pedale¨® en una bici est¨¢tica ¡°para generar energ¨ªa¡±.
¡°Utilizo t¨¦cnicas similares a las de los grandes campeones en competiciones de memoria, como la llamada ¡®palacio de memoria¡¯; se trata de asociar jugadas con im¨¢genes, que son m¨¢s f¨¢ciles de recordar, situando cada partida en la habitaci¨®n de un palacio¡±. Gar¨¦yev desvel¨® ciertas pistas sobre sus m¨¦todos, sin desvelarlos por completo, que recuerdan, en efecto, a las utilizadas por las grandes estrellas en ese tipo de competiciones, como el brit¨¢nico Dominic O¡¯Brien, octacampe¨®n del mundo.
Gar¨¦yev, que jug¨® la mitad de las partidas con las piezas negras porque dice que as¨ª memoriza mejor, ha batido la marca de 46 partidas del alem¨¢n Marc Lang (en 2011; 25 victorias, 19 tablas, dos derrotas), quien a su vez super¨® la hist¨®rica haza?a del argentino Miguel Najdorf (en 1947; 39 victorias, cuatro empates, dos derrotas); la fuerza media de sus rivales fue de 1.700 puntos Elo (aficionados de nivel medio-bajo). La exhibici¨®n del h¨²ngaro Janos Flesch en 1960 (52 tableros; 31 victorias, tres tablas, 18 derrotas) es muy sospechosa por lo poco que dur¨® (cinco horas), el gran n¨²mero de partidas cortas, el nivel baj¨ªsimo de muchos de sus rivales y otras irregularidades.
Gar¨¦yev se ha especializado desde hace a?os en las simult¨¢neas a ciegas. En 2013 se enfrent¨® a 33 tableros, y hace unos meses a 35. Otra de sus t¨¦cnicas consisti¨® en hablar con sus rivales la noche anterior para memorizar sus voces y asociarlas con cada tablero (cada jugador cantaba sus movimientos en la notaci¨®n algebraica del ajedrez).
A juzgar por los testimonios de otros ajedrecistas que han protagonizado grandes haza?as a ciegas, es muy probable que el cerebro de Gar¨¦yev no vuelva a funcionar con su m¨¢xima potencia hasta dentro de varios meses. Por esa raz¨®n, los entrenadores sovi¨¦ticos -al igual que ahora los rusos- proh¨ªben a sus pupilos que hagan ese tipo de exhibiciones. Otra cosa es jugar menos de seis partidas a ciegas, que puede ser un entrenamiento positivo. En realidad, todo ajedrecista juega a ciegas en cierto modo en cada partida, porque la posici¨®n que le interesa evaluar no es la que ven sus ojos en el tablero sino la que visualiza en la mente cuando calcula variantes.
El nuevo plusmarquista durmi¨® seis horas antes de la exhibici¨®n y otras seis horas despu¨¦s. Al terminar reconoci¨® que estaba ¡°extraordinariamente cansado¡±, y se dio un golpe con una puerta acristalada porque no la vio, seg¨²n el fot¨®grafo holand¨¦s Lennart Ootes, quien adem¨¢s se encarg¨® de la retransmisi¨®n en directo por Internet de las 48 partidas. ¡°Pero no estoy totalmente seguro de que ese golpe tuviera una conexi¨®n directa con su cansancio¡±, matiz¨® Ootes.
Gar¨¦yev no quiso pagar los elevados costes de invitar a un observador de la organizaci¨®n Guinness Records para que certificase su marca. Sin embargo, el hecho de que todo se haya grabado en v¨ªdeo, que las 48 partidas se hayan retransmitido en directo, que todas empezasen a la misma hora y que el resultado supere el 80% de los puntos posibles debe ser m¨¢s que suficiente para que el mundo del ajedrez acepte la marca como v¨¢lida.
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