Yifter
El et¨ªope, oro en los 5.000 y los 10.000 metros de Mosc¨² 80 e ¨ªdolo del gran Gebreselassie, muri¨® la semana pasada sin saberse a ciencia cierta su edad
La distancia entre la casa de Haile Gebreselassie y su escuela era de 20 kil¨®metros; el ni?o los hac¨ªa corriendo de puntillas con las libretas pegadas al pecho, por eso en las carreras del mejor fondista de la historia se aprecia un gesto extra?o en los brazos, una manera de correr que recuerda a la del cr¨ªo que estaba tan preocupado porque no se le cayesen los libros como por llegar a tiempo a clase. Somos lo que corrimos y c¨®mo lo corrimos; somos tambi¨¦n los que nos persegu¨ªan y a qui¨¦nes persegu¨ªamos. Adem¨¢s de eso Gebreselassie era algo parecido a Dios.
De ni?o Gebre quer¨ªa ser otro: quer¨ªa ser Miruts Yifter, un et¨ªope alrededor del cual crec¨ªan todas las leyendas. Yifter no ten¨ªa edad, para empezar; nadie supo a ciencia cierta en qu¨¦ a?o naci¨®, por lo que siempre que sal¨ªa a la pista parec¨ªa un hombre despojado de tiempo. En los Juegos de Mosc¨² se lleg¨® a decir que ten¨ªa 44 a?os y 33; se ofreci¨® finalmente una soluci¨®n de consenso para evitar interpretaciones marcianas de sus tiempos. All¨ª gan¨® los 5.000 y los 10.000 metros, sac¨¢ndose la espina de M¨²nich 72, cuando qued¨® bronce en una de las mejores carreras de siempre, los 10.000 metros, y no corri¨® los 5.000 a causa de un despiste: dijo despu¨¦s que su entrenador lo llev¨® a calentar mientras la carrera de semifinales se estaba disputando. A su regreso Etiop¨ªa lo juzg¨® como traidor, y pas¨® tres meses en la c¨¢rcel.
Miruts Yifter era del pueblo de Bekoji, en la inmensidad del valle del Rift. En 2013 Jerry Rothwell rod¨® un documental, Town of Runners, sobre ese lugar que ha producido a varios de los mejores atletas de la historia que empezaron pobres, hambrientos y descalzos corriendo encima de las piedras a tres mil metros de altitud (quien puede correr en el infierno corre en cualquier parte): Miruts Yifter, Tirunesh Dibaba, Derartu Tulu, Kenenisa Bekele. Tiene 16.000 habitantes, 26 campeones del mundo, 10 r¨¦cords mundiales; por cada 1.500 habitantes hay una medalla de oro. A Yifter, que fue obrero y conductor de carros, lo descubrieron para las carreras en el Ej¨¦rcito; vieron all¨ª que aquel hombre alop¨¦cico ten¨ªa una zancada y un ritmo implacables, los tobillos finos y el¨¢sticos, la capacidad pulmonar de un animal entrenado en las alturas.
Fue una leyenda intratable en los ¨²ltimos metros, cuando las carreras se dejaban en manos de los m¨¢s experimentados o los m¨¢s suicidas; entonces Yifter, segundos despu¨¦s de escuchar la campana sub¨ªa el ritmo y pegaba arreones sobrehumanos, dejando atr¨¢s al grupo como quien deja un reba?o de cabras. Muri¨® esta semana, se rumorea que con 72 a?os.
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