Un Open de Australia contra la l¨®gica
Adem¨¢s de Djokovic, la criba de la primera semana en Australia descarta a los n¨²meros uno, Murray y Kerber, y abre la puerta a Nadal, Federer y Serena. Si gana el torneo, Williams recuperar¨¢ el trono
Desde la grada, una voz interrumpi¨® a Stan Wawrinka cuando este se dispon¨ªa a servir. ¡°Go Roger!¡±, solt¨® un espectador. ¡°Federer no est¨¢ aqu¨ª, ¨¦l juega en la Rod Laver¡±, le contest¨® en tono de broma el suizo, buen tipo y buen encajador, campe¨®n en Australia hace tres a?os y ahora uno de los supervivientes a una primera semana letal en Melbourne. Ayer, el torneo aussie, o mejor dicho, Mischa Zverev, se llev¨® por delante al n¨²mero uno, Andy Murray (7-5, 5-7, 6-2 y 6-4), y unas horas despu¨¦s cay¨® tambi¨¦n la reina femenina y defensora del t¨ªtulo, Angelique Kerber, batida por Coco Vandeweghe (6-2 y 6-3).
Dicho de otro modo, est¨¢ claro que este Open de Australia no entiende de jerarqu¨ªas, ni de estatus ni de rankings. No hay preferencias ni trato de favor. La criba descart¨® a los reyes de ambos circuitos y tambi¨¦n a Novak Djokovic, derrotado por el 117 del mundo, Denis Istomin. Este, jugador sin medalla alguna, es otro ejemplo de lo rocambolesca que est¨¢ siendo esta edici¨®n, porque accedi¨® a ella por mil¨ªmetros, literal, con una bola que entr¨® por los pelos y le otorg¨® una invitaci¨®n. Y hoy d¨ªa, cosas de la vida, cosas de Melbourne, se jugar¨¢ una plaza en los cuartos contra Grigor Dimitrov, un renacido al que el calor y la veloz moqueta australiana le han brindado una oportunidad.
Hac¨ªa 13 a?os que los dos primeros cabezas de serie no se quedaban fuera de un Grand Slam antes de los cuartos de final. El precedente es el Roland Garros de 2004; entonces Roger Federer y Andy Roddick no consiguieron el acceso a la segunda semana el torneo. El caso es que ahora, sin Djokovic ni Murray, la puerta se abre de par en par para Federer y Rafael Nadal. Ambos volv¨ªan de un largo periodo de inactividad, sobre todo el suizo, quien ayer super¨® a Kei Nishikori en cinco mangas (6-7, 6-4, 6-1, 4-6 y 6-3) y demostr¨® que est¨¢ a punto. ¡°Es una victoria inmensa¡±, se sincer¨® el de Basilea, 17 de la ATP.
Ayer, Federer firm¨® unos registros espectaculares. Dej¨® 24 aces, un 80% de puntos ganados con su primer servicio y 83 golpes ganadores. Luego, preguntado por la ca¨ªda de los dos grandes favoritos, los que han aglutinado la mayor¨ªa de grandes t¨ªtulos en los dos ¨²ltimos a?os, respondi¨®: ¡°Que Rafa y yo hayamos llegado hasta aqu¨ª, estando sanos, pod¨ªa esper¨¢rmelo, pero lo de Novak y Andy es una gran sorpresa. Me imagino que esto es bueno para el tenis, que otros muchos crean que se les puede ganar a los top y que son vulnerables¡±.
Es bueno para el tenis, que otros muchos crean que se les puede ganar a los jugadores top Roger Federer, 17 de la ATP
?l y Nadal ¨Cel mallorqu¨ªn afronta esta ma?ana (11.00, Eurosport) a Gael Monfils¨C est¨¢n a solo cuatro victorias de volver a saborear el ¨¦xito de un grande; el primero no lo hace desde 2012 (Wimbledon) y el segundo desde 2014 (Roland Garros). De repente, en un plis plas, han visto c¨®mo se ha despejado el camino. Para ellos o para el propio Wawrinka, capaz de todo. ¡°S¨¦ que puedo ganar a cualquiera y en cualquier circunstancia. Han eliminado a dos muy buenos, pero todav¨ªa quedan grandes jugadores y ser¨¢ interesante ver c¨®mo va todo¡±, expres¨® Stan (triple 6-3 a Andreas Seppi).
La sacudida de los primeros siete d¨ªas tambi¨¦n trastoc¨® el cuadro femenino. La salida de Kerber suaviza a priori el trayecto de Garbi?e Muguruza, lanzada, compitiendo en la misma rama en la que estaba la alemana. Y el trono queda adem¨¢s al alcance de Serena Williams. Eso s¨ª, para lograrlo no hay otro requisito que ganar el trofeo en Melbourne. Experiencia no le falta, pues ya lo hizo en seis ocasiones (2003, 2005, 2007, 2009, 2010 y 2015). ¡°Hay muchos torneos despu¨¦s de este. A¨²n puedo hacer un gran a?o¡±, relativiz¨® la alemana, otra de las v¨ªctimas de una primera semana infernal, exigente para todos. Se han roto los esquemas en Australia. De repente, regres¨® un aroma rom¨¢ntico.
?Federer-Nadal en la gran final? ?Serena de nuevo al frente? Todav¨ªa queda un mundo, pero los viejos rockeros tienen la licencia en vigor.
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