Abran paso a Ludovic Fabregas
El pivote de Francia, de origen catal¨¢n y nieto de espa?oles, es la gran revelaci¨®n del Mundial de balonmano con s¨®lo 20 a?os
Es el nuevo diamante de Francia. Con tan s¨®lo 20 a?os, Ludovic Fabregas ya se ha hecho un hueco en la selecci¨®n m¨¢s condecorada de la historia del balonmano, entre los hermanos Karabatic y el veterano Thierry Omeyer. Desde el inicio del Mundial masculino, que se est¨¢ celebrando en tierras galas, sus resultados en la pista lo sit¨²an como la gran revelaci¨®n del torneo planetario. En siete partidos, el joven pivote catal¨¢n, originario de Ba?uls-del-Mar, en la frontera espa?ola, fue elegido dos veces mejor jugador y ya ha anotado 25 goles. Esta noche, liderar¨¢ a la selecci¨®n francesa que busca ante Eslovenia (20.45 horas,Teledeporte) el pase para la final del Mundial del domingo.
Para Fabregas, todo se aceler¨® desde que se lesion¨® en el tobillo su compa?ero Luka Karabatic, el hermano de Nikola, la gran estrella de este equipo. Sucedi¨® contra Jap¨®n, en el segundo partido del torneo. Mientras Luka lloraba de dolor y de tristeza por despedirse de la competici¨®n de su vida, la de la redenci¨®n tras el caso de las apuestas ilegales, ¡°Ludo¡± daba en la pista la primera exhibici¨®n de su precoz talento. En un poco menos de tres cuartos de hora, el joven pivote (1,98 metros, 102 kilos) se mostr¨® intratable tanto en defensa como en ataque, anotando siete goles de siete lanzamientos. Su primer d¨ªa de gloria. ¡°La baja de Luka nos caus¨® muchos dolores de cabeza al principio, pero Ludovic fue capaz de solucionarlo inmediatamente¡±, se felicita Didier Dinart, el seleccionador franc¨¦s, que lo capt¨® desde las categor¨ªas inferiores cuando apenas alcanz¨® la mayor¨ªa de edad.
Pero la vida de Ludovic Fabregas no le predestinaba a convertirse en la gran atracci¨®n del Mundial de Francia. Antes de lucirse en las pistas de balonmano, el joven catal¨¢n destac¨® primero en una bicicleta de monta?a. Fue campe¨®n de Europa y del mundo de bici trial a los 10 y a los 12 a?os, una disciplina que le ense?o su hermano mayor, Alexandre, antes de pasarse al balonmano, mientras su padre, Jean, a?oraba sus a?os como jugador de rugby. ¡°Son mis abuelos espa?oles los que me han dado el virus del deporte. Mi abuelo materno, V¨ªctor, jugaba mucho al f¨²tbol y era un gran seguidor del Bar?a¡±, dice, convencido.
Desde entonces, los colores catalanes le acompa?an en todas sus competiciones para recordarle sus or¨ªgenes. En las pistas de balonmano, lleva una protecci¨®n para los dientes de tintas roja y amarilla que contrastan con la camiseta azul marina de Francia. Durante un partido, siempre echa una mirada al p¨²blico para ver si surge de las gradas una estelada. Fabregas dice sentirse muy arropado por su familia y muy catal¨¢n. Nacido en Perpi?¨¢n, pas¨® gran parte de su juventud all¨ª antes de incorporarse a los 14 a?os a la cantera del Montpellier, el club m¨¢s reconocido del balonmano franc¨¦s y proveedor de otros grandes talentos como los propios hermanos Karabatic, el portero Thierry Omeyer o el extremo Micha?l Guigou.
Jugadores con quienes coincide a?os despu¨¦s en la cita m¨¢s importante de la selecci¨®n francesa en la ¨²ltima d¨¦cada. ¡°Es un gran honor poder jugar con ellos. Estoy aprendiendo. Al principio pensaba que me iba a costar mucho codearme con ellos porque los ten¨ªa como ¨ªdolos, pero poco a poco he ido gan¨¢ndome su confianza y ahora estoy muy feliz de poder contribuir a esta gran aventura deportiva y humana¡±, asegura. ¡°Ludovic ya es titular con el Montpellier en la liga francesa, no me sorprende absolutamente nada sus resultados con nosotros. Sab¨ªamos que era capaz de hacerlo. Est¨¢ contribuyendo a que el nivel se mantenga pese a la baja de Luka y esto est¨¢ bueno para el equipo¡±, observa Nikola Karabatic. ¡°Lo que a m¨ª me llama la atenci¨®n es su esp¨ªritu de guerrero en la pista y reservado fuera, su fuerza f¨ªsica para deshacerse del marcaje de los rivales y su destreza a la hora de disparar¡±, prosigue Claude Onesta, el m¨¢nager de Les Bleus, que se felicita del relevo generacional entre C¨¦dric Sorhaindo, de 31 a?os y Ludovic Fabregas, de 20, en la medular francesa.
¡°Me impresiona mucho lo que est¨¢ haciendo a su edad, espero que siga as¨ª muchos a?os¡±, aprueba el jugador del Bar?a que le considera como su hermano menor por car¨¢cter ¨C tambi¨¦n se muestra muy reservado fuera de la pista ¨C y trayectoria deportiva. ?De ah¨ª a verle llevar en un futuro cercano la camiseta azulgrana? Sorhaindo asegura que puede ser un posible sucesor, pero que todav¨ªa le queda mucho camino que recorrer. ¡°El Bar?a es un equipo grandioso en el que sue?an jugar muchos j¨®venes incluso los que no son catalanes. De momento, me siento afortunado por llevar la camiseta de Montpellier y la de Francia¡±, elude Fabregas. Le quedan dos partidos para hacerse un sitio entre los m¨¢s grandes de este deporte.
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