Dinart cambia de dimensi¨®n
El exjugador de Ciudad Real y del Atl¨¦tico de Madrid aspira a ganar contra Noruega (17.30, Teledeporte) su primer t¨ªtulo en su estreno al mando de Francia
Alcanzar la final del Mundial ya es un premio para Didier Dinart. El exjugador de Ciudad Real y del Atl¨¦tico de Madrid tiene la posibilidad de adjudicarse este domingo contra Noruega (17.30, Teledeporte) el primer trofeo de su carrera como primer entrenador de la anfitriona Francia cuatro a?os despu¨¦s de su retirada como jugador de balonmano en el Mundial de Espa?a del 2013. Una reconversi¨®n exitosa que supone un nuevo paso importante en la trayectoria personal del guadalupe?o de 40 a?os as¨ª como un inmenso alivio para los aficionados de la selecci¨®n francesa, que vivieron con ansiedad la salida de Claude Onesta, el hist¨®rico m¨¢nager de Les Experts, despu¨¦s de los Juegos Ol¨ªmpicos de R¨ªo.
Dinart deprende serenidad y calma a la hora de enfrentarse al mayor reto de su nueva vida. ¡°Ser¨¢ un partido como cualquier otro, por el que tendremos la misma ambici¨®n de ganar¡±, dice con sobriedad. El exjefe de la defensa gala, la Roca seg¨²n su apodo, no cree sin embargo que un hipot¨¦tico triunfo contra el equipo sorpresa de este Mundial le asegure la misma longevidad que su antecesor en el cargo, que ocup¨® entre 2002 y 2016. ¡°No creo que vaya a conseguir un contrato indefinido gracias a este tipo de resultado. Lo que puedo decir es que me apasiona mi deporte, que tengo una obsesi¨®n con la selecci¨®n y que prefiero vivir la aventura de este Mundial al 100% sin pensar en el futuro¡±, elude ante un grupo de periodistas franceses que ya le consideran, como muchos observadores exteriores, el nuevo jefe de la Maison Bleue.
Ante la marcha triunfal de su pupilo al mando de Francia, el propio Onesta ya ha asegurado despu¨¦s de la victoria contra Eslovenia en semifinales que pretende darle total libertad al manchego de adopci¨®n ¨Clleva viviendo en Ciudad Real desde el a?o 2003- al desprenderse por completo de sus prerrogativas t¨¦cnicas en la selecci¨®n, pues todav¨ªa le acompa?aba en la mayor¨ªa de sus decisiones estrat¨¦gicas desde R¨ªo en el rol del m¨¢nager. ¡°Para el futuro, no veo ning¨²n motivo por el que deber¨ªa quedarme en la selecci¨®n¡±, afirm¨® con una sonrisa en una tertulia televisiva. Aunque Dinart parece emanciparse de su figura tutelar, el franc¨¦s admite que le queda mucho trabajo por delante para cerrar su reconversi¨®n como entrenador. Dice que este Mundial supone una primera etapa que afianza sus aspiraciones para ser entrenador aunque nadie lo dudaba, empezando por Talant Dujshebaev, su mentor cuando jugaba en Ciudad Real y el actual seleccionador de Polonia.
No es ning¨²n secreto afirmar que Dinart forj¨® su mentalidad ganadora en el equipo manchego ahora desaparecido. Junto a Dujshebaev y Ra¨²l Entrerr¨ªos, su otro modelo, Dinart cambi¨® su juego y provoc¨® su destino. Sus dos entrenadores de aquella ¨¦poca triunfal para el club manchego ya ve¨ªan en ¨¦l un posible sucesor por sus altas habilidades para anticiparse del rival, descifrar un partido y mandar en el vestuario. Un l¨ªder nato que se enfrenta ahora con la selecci¨®n francesa a un reto peculiar, el de dirigir a jugadores con quien fraterniz¨® durante a?os en Atenas, Pek¨ªn o Londres como el portero Thierry Omeyer, de 40 a?os tambi¨¦n, o Nikola Karabatic. ¡°Con Didier lo he ganado todo. Juntos hemos vivido experiencias inolvidables. Somos muy amigos. Pero a la hora de jugar, sabemos discernir las cosas. A veces nos echa la bronca en el vestuario y no pasa nada. Esto no va a cambiar nuestra relaci¨®n¡±, afirma Karabatic.
Dinart es una mente libre que destaca en el mundo del balonmano profesional, cada vez m¨¢s expuesto en Francia a la presi¨®n medi¨¢tica y a la de los patrocinadores. Reivindica ser un hombre de izquierdas cuyo punto de vista no ha cambiado a pesar de la repetici¨®n de los triunfos al m¨¢ximo nivel. Asume su fe cristiana y reparte su "bonhom¨ªa" desde el inicio del torneo planetario, incluso cuando finge preguntar a la manera de un periodista a Ludovic Fabregas, el ¨²ltimo de la banda, su sucesor en la pista, con un bol¨ªgrafo en la mano en zona mixta. Dinart es un hombre feliz que nunca se olvida de su fiel escudero, Guillaume Gille, su mano derecha en el banquillo, para hablar de su largo camino contra molinos de viento de todo tipo. A lo Quijote.
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