Bienvenidos al universo Super Bowl

A dos d¨ªas de la final del campeonato de la liga nacional de f¨²tbol americano (NFL), el esplendor de la Super Bowl ya se despliega sobre la ciudad texana de Houston. El domingo, a las seis y media de la tarde, los m¨ªticos New England Patriots se enfrentar¨¢n a los inexperimentados Atlanta Falcons para disputar el partido que cada a?o se convierte en el evento m¨¢s visto del deporte estadounidense.

Pero la final no se trata s¨®lo de estos dos equipos. Es un show al puro estilo americano; una maquinaria de empresas, patrocinadores y ganancias econ¨®micas que tienen como centro el bal¨®n ovalado. La NFL aterriza cada a?o la Super Bowl en una ciudad diferente, a la que transforma durante varios d¨ªas: llegan aviones privados, los precios de los hoteles se multiplican y los coches negros de ventanas tintadas que transportan a ejecutivos se atascan a las puertas de restaurantes.

La Super Bowl es la cita obligada del f¨²tbol americano, un evento al que acuden miles de estadounidenses por su amor a este deporte aunque su equipo no juegue en la final. En el downtown de la ciudad se ven camisetas de muchos equipos, como los Pittsburgh Steelers o los Green Bay Packers. Entrenadores y jugadores de otros equipos participan satisfechos en tertulias con las decenas de cadenas de televisi¨®n que compiten por presentar el escenario m¨¢s atractivo.

Houston estos d¨ªas es una burbuja herm¨¦tica de la que lejos queda la tumultuosa actualidad pol¨ªtica del pa¨ªs y donde el ¨²nico foco de atenci¨®n es el bal¨®n ovalado. En la Fan Zone, situada en el centro de convenciones George R. Brown, miles de personas recorren los pasillos y esperan largas colas para obtener aut¨®grafos de jugadores, jugar en partidos improvisados y participar en pruebas deportivas.

En uno de los puestos de venta de productos deportivos est¨¢ la clave. Una bandera estadounidense formada por balones de f¨²tbol americano colocados con esmero preside la sala. El f¨²tbol americano no s¨®lo se llama as¨ª por coincidencia: es un deporte que forma parte del car¨¢cter y la identidad de este pa¨ªs. Un ritual de cada domingo, cuando familias se congregan alrededor del televisor para comer alitas de pollo, beber cerveza y ver el partido de su equipo.

En la Fan Zone hay una plataforma de Microsoft dise?ada en forma de nave espacial. Pero no est¨¢ ah¨ª por error o sin raz¨®n, flota en el universo Super Bowl: un mundo aislado y finito, que empieza y acaba este fin de semana en Houston.