Edgar M¨¦ndez: ¡°Sent¨ªa que iba a marcar el gol de la victoria¡±
El futbolista canario, autor del tanto que clasific¨® al Alav¨¦s a la primera final de Copa de su historia, siempre ha despuntado por potencia, destreza, velocidad y algunas dosis de irregularidad
A la frase ¡°los goles no se merecen, se consiguen¡± o ¡°se hacen¡±, -seg¨²n las versiones-, que no se sabe qui¨¦n dijo por primera vez, hay que a?adirle algunos ap¨¦ndices. Los goles tambi¨¦n se sue?an: no hay futbolista que no haya so?ado una o mil veces que marcaba el gol decisivo en el partido decisivo, generalmente un gol bello, lleno de dificultad y, quiz¨¢s, en el ¨²ltimo minuto del encuentro. Los sue?an a menudo los que han marcado muchos goles y los que jam¨¢s han marcado un gol. Pero al parecer los goles tambi¨¦n se sienten, como si sus pisadas persiguieran al jugador destinado a conseguirlo. Esto ¨²ltimo dice Edgar M¨¦ndez (27 a?os) que le pas¨® a ¨¦l este mi¨¦rcoles en Mendizorroza contra el Celta: ¡°S¨¦ que puede sonar raro, pero mientras estaba en el banquillo sent¨ªa que iba a marcar el gol de la victoria¡±. La frontera, aqu¨ª, entre sue?o y sentimiento es demasiado delgada, muy estrecha. Las pisadas le persiguieron a Edgar M¨¦ndez durante 82 minutos. Los 79 primeros viendo pasar el gol por delante del banquillo donde se acomodaba junto a Pellegrino y los compa?eros que quiz¨¢s tambi¨¦n so?aban con el gol, aunque quiz¨¢s el que m¨¢s lo sent¨ªa era el jugador canario, a juzgar por la convicci¨®n con que lo dijo despu¨¦s. Del sue?o o sentimiento a la realidad transcurrieron solo tres minutos: los que tard¨® en desbordar a dos defensas por velocidad, potencia y habilidad y burla la salida de Sergio ?lvarez, el barbudo portero del Celta.
Cuando Edgar M¨¦ndez firm¨® por el Alav¨¦s en julio de 2016, el director deportivo albiazul, Sergio Fern¨¢ndez, lo defini¨® sin ahorrar cualidades: ¡°versatilidad, recorrido, trabajo, implicaci¨®n y recursos tanto en el juego por fuera como en el interior¡±. Este mi¨¦rcoles contra el Celta los cumpli¨® todos, menos el trabajo porque solo estuvo diez minutos en el campo, al sufrir un pinchazo en el muslo que lo mando de vuelta al banquillo en el que hab¨ªa rumiado su sue?o, donde hab¨ªa sentido el gol. Pero esta vez lo hac¨ªa con la misi¨®n cumplida y con la ¨¦pica del gladiador lesionado.
No lo ha tenido f¨¢cil en el f¨²tbol Edgar M¨¦ndez desde que sali¨® de Arafo, una peque?a localidad de Tenerife, de unos 5.000 habitantes para triunfar en el f¨²tbol. Fue un juvenil prometedor, al amparo de un f¨ªsico imponente, larga carrera y buen golpeo del bal¨®n con ambas piernas. Pero ten¨ªa (y sigue teniendo) la irregularidad por bandera. Quiz¨¢s su forma de jugar tiene que ser necesariamente irregular. De Edgar M¨¦ndez se esperan siempre soluciones y nadie soluciona los problemas todos los d¨ªas y a todas horas. As¨ª que comenz¨® el tr¨¢nsito. Desde que lo capt¨® el Real Madrid para jugar en el C (f¨¢cil saber qu¨¦ so?aba entonces), acept¨® la trashumancia posterior por el Betis B, el Melilla, el Ja¨¦n, el Tenerife, hasta alcanzar la Primera Divisi¨®n con el Almer¨ªa en 2014. de all¨ª a Granada y despu¨¦s el gran salto geogr¨¢fico a Vitoria. Del calor del sur a la nieve alavesa. All¨ª donde estuvo no pas¨® desapercibido ni por su juego ni por sus declaraciones (tuvo un encontronazo dial¨¦ctico con sus excompa?eros del Almer¨ªa por el que luego pidi¨® perd¨®n), pero le costaba atornillarse a las alineaciones titulares. Otra vez la irregularidad del genio frente al laborante.
Con Pellegrino ha sido un asiduo, hasta que dej¨® de serlo. Toquero, un veterano que se alimenta del sudor, le ha cerrado el paso en muchos partidos. Prefer¨ªa El Flaco la abnegaci¨®n del vitoriano (como tap¨®n de los explosivos laterales) que la profundidad del canario mucho m¨¢s asiduo en los disparos a la porter¨ªa contraria que Toquero (21 contra 5). Basta repasar algunos foros de aficionados alavesistas para comprobar que la pregunta m¨¢s repetida es ¡°?Qu¨¦ pasa con Edgar?¡±, a ra¨ªz de su suplencia e, incluso, de alguna ausencia de la convocatoria. Pasaba que a Pellegrino le daba mejor resultado su nueva forma: Toquero contiene y desgasta, Edgar supera al defensa fundido. Lo ratificaba el propio Pellegrino, al t¨¦rmino del partido: ¡°Edgar, fresco, pod¨ªa generar espacios en un equipo que hace marcajes individuales¡±.
M¨¢s all¨¢ de las estad¨ªsticas (18 veces convocado en Liga, 18 partidos jugados, 14 como titular y 10 veces sustituido, tres goles, cuatro goles en cinco partidos de Copa) el gol al Celta le ha hecho un hueco entre las leyendas del f¨²tbol en Vitoria. Y resulta que el muchacho que vino del sol, ha triunfado bajo el fr¨ªo s¨®lido alav¨¦s porque la ¨²nica temperatura del f¨²tbol es la que marca el term¨®metro del juego y del ambiente. La que mide los sue?os.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.