Mentalidad ganadora
Para que un club sea grande, no solo se lo tienen que creer, lo tienen que saber
¡°Demu¨¦strame un buen perdedor y te demostrar¨¦ un perdedor¡±. Vince Lombardi, legendario entrenador de f¨²tbol americano.
Mauricio Pochettino, posible futuro entrenador del Barcelona, admiti¨® esta semana que su actual equipo, el Tottenham, carec¨ªa de mentalidad ganadora. Fueron reveladoras sus observaciones, aplicables tambi¨¦n al desaf¨ªo que tiene Guardiola en el Manchester City.
Tras la derrota de su equipo contra el Liverpool el fin de semana pasado, Pochettino se?al¨® que el Tottenham era capaz de competir con los mejores cinco o seis equipos de la Premier. Pero el salto a la grandeza segu¨ªa siendo su asignatura pendiente. Lograrlo, reconoci¨®, requiere lo que los entrenadores menos tienen: tiempo. ¡°?ste es el cambio m¨¢s dif¨ªcil. No se trata de t¨¢cticas o de filosof¨ªa¡±, dijo el entrenador argentino. ¡°No se trata solo de los 25 jugadores y del cuerpo t¨¦cnico. Se trata de todo el club¡±.
Todo el club: he aqu¨ª la cuesti¨®n. Desde las personas que friegan los suelos hasta el presidente, pasando por la afici¨®n a las mentes del entrenador y de los jugadores tiene que existir la plena convicci¨®n de que el club es tan grande que ganar es lo que corresponde, casi por derecho divino. No solo se lo tienen que creer, lo tienen que saber.
?Qu¨¦ clubes poseen esta singular fe? Hoy, m¨¢s que nadie, el Madrid y el Bayern, incluso, aunque ¨¦sta quiz¨¢ no sea la semana para decirlo, el Barcelona. La han tenido y la podr¨ªan recuperar el Liverpool, el Milan, el United y, un d¨ªa posiblemente, el Ajax.
Lo que tienen en com¨²n estos clubes es un carisma basado en una historia gloriosa. Tienen en su memoria colectiva a jugadores enormes como Di St¨¦fano, Best y Cruyff y, lo m¨¢s importante, han plantado sus banderas en la cima del f¨²tbol de clubes: han ganado la Copa de Europa al menos tres veces.
Sobre estas rocas se construyeron las grandes iglesias del f¨²tbol. La m¨¢s grande, la catedral, es la del Madrid, ganador de once copas de Europa, empezando por las cinco primeras que se disputaron. La deuda que tiene el club con los equipos de Di St¨¦fano, Puskas y Gento que conquistaron ese irrepetible quinteto es impagable. El recuerdo de esa haza?a, siempre vivo en la famosa camiseta blanca, hace que el equipo de hoy juegue casi con ventaja competitiva. Si no, que se lo digan al Atl¨¦tico, que dos veces en las ¨²ltimas tres temporadas ha perdido finales de Champions contra el Madrid en el ¨²ltimo suspiro.
Me lo dec¨ªa esta semana Michael Robinson, que jug¨® en el gran Liverpool de los a?os ochenta: los clubes realmente grandes ganan partidos una y otra vez en los ¨²ltimos cinco minutos. Lo consiguen porque nunca pierden la fe, ni los jugadores ni la afici¨®n, en que ganar es su destino.
La diferencia entre los aficionados del Madrid o del Bayern y los del Tottenham o del City es que cuando los primeros se reunen antes de un partido saben que lo normal es triunfar. Cuando los segundos conversan en el pub dudan, se van mentalizando para el fracaso, se conforman con llegar a cuartos.
La actitud, palpable tanto en las calles como en las gradas, se transmite a los jugadores. La confianza es contagiosa; la duda tambi¨¦n.
Hay un matiz. Para que un club ocupe el pante¨®n de los grandes es indispensable aquella trayectoria triunfal de la que nace la mentalidad ganadora. Pero para ganar un partido hay que sumar siempre una proporcional entrega f¨ªsica. El problema del Barcelona que cay¨® 4 a 0 contra el PSG fue que sali¨® al campo pensando que la fe del campe¨®n era magia suficiente y se olvid¨® de correr.
El Tottenham de Pochettino corre m¨¢s que cualquier otro equipo ingl¨¦s y pelea con admirable furia. Pero como Pochettino bien sabe, solo a base de grandes y repetidos ¨¦xitos se asimila la fe ganadora necesaria. ?l dudaba en sus declaraciones de tener tiempo para lograrlo. Veremos si Guardiola lo tiene o si acabar¨¢ descubriendo que la t¨¢ctica y la filosof¨ªa no son suficientes para que el City deje de ser lo que dice Alex Ferguson que es: el vecino ruidoso del legendario y carism¨¢tico United.
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