Los cinco momentos de la Copa del Rey de baloncesto

No hay mayor espect¨¢culo en el baloncesto espa?ol que la Copa del Rey. Se juntan los ocho mejores equipos de la Liga Endesa, sus aficiones dan color a un pabell¨®n y a toda una ciudad y los jugadores lo ponen todo durante cuatro d¨ªas. La edici¨®n de este 2017 en Vitoria refrend¨® lo anterior. El nivel de juego y emoci¨®n alcanz¨® cotas muy elevadas y se bati¨® el r¨¦cord asistencia acumulada del torneo: casi 104.000 espectadores.

"Era campo atr¨¢s"

Por si fuera poco todo eso, tambi¨¦n hubo pol¨¦mica. En la primera jornada el indiscutible favorito, el Real Madrid, estaba contra las cuerdas ante la cenicienta de la Copa, el Morabanc Andorra. Perd¨ªan de tres los blancos y manejaba el bal¨®n Llull. Antes de pasar a Randolph para que anotase el triple que mand¨® el encuentro a la pr¨®rroga, el base pis¨® la l¨ªnea de mediocampo, o sea, campo atr¨¢s seg¨²n el reglamento. Los ¨¢rbitros no lo vieron y el Madrid acab¨® ganando en la pr¨®rroga. Durante el resto del torneo la muletilla "era campo atr¨¢s" protagoniz¨® c¨¢nticos y acompa?¨® al campe¨®n.

El fugaz respiro de Bartzokas

Si un equipo llegaba a Vitoria necesitado, ese era el Bar?a, especialmente su entrenador, Giorgios Bartzokas. La crisis azulgrana pod¨ªa tener cura con la Copa, pero el rival de cuartos no invitaba al optimismo. Unicaja llegaba en buena onda y amenazaba con empujar al t¨¦cnico griego al despido. Pero surgi¨® Markus Eriksson, un alero sueco que poco hab¨ªa contado esta temporada y a base de triples arregl¨® el partido para el Barcelona. Una de las pocas alegr¨ªas azulgrana esta temporada, aunque dur¨® poco.

No estaba muerto

Si ante el Andorra el Madrid parec¨ªa desahuciado, ante el Baskonia en semifinales se estaba preparando el velatorio del campe¨®n. El cuadro vasco ganaba de ocho a falta de poco m¨¢s de tres minutos y parec¨ªa que se iba a plantar en la final. Pero una vez m¨¢s el Madrid resurgi¨® para forzar otra pr¨®rroga y en ella ajusticiar a un rival que ya contaba con la victoria. Llull, Randolph, Doncic y Ay¨®n enmudecieron el Buesa Arena, que presenci¨® un partidazo.

La tormenta naranja

El rival del Madrid saldr¨ªa del Barcelona-Valencia Basket. El partido arranc¨® con claro color azulgrana. Parec¨ªa que el duelo con Unicaja hab¨ªa insuflado moral a los cul¨¦s, parec¨ªa que la Copa podr¨ªa servir de punto de inflexi¨®n en una aciaga temporada. Parec¨ªa, parec¨ªa... pero la tormenta se desat¨® en el tercer cuarto con un parcial de 13-30 a favor del Valencia que borr¨® de la pista al Bar?a. Los naranjas se metieron en su quinta final de Copa.

Llull dinamita la final

Andaban Madrid y Valencia Basket d¨¢ndose zarpazos en busca de la gloria copera. Final de alt¨ªsimo nivel que llegaba a los dos ¨²ltimos minutos con solo dos de ventaja para los blancos (87-85). Pero entonces se desat¨® Sergio Llull. Dos acciones del balear reventaron el partido. Primero un triple de los suyos, esas ya m¨ªticas mandarinas. Luego, robo de bal¨®n y como un cohete se va hacia la canasta para anotar. El duelo parec¨ªa acabado, pero el Valencia se agarr¨® a su fe y Llull tuvo que anotar otro triple y dos tiros libres m¨¢s para dar al Madrid su cuarta Copa seguida. Diez puntos de carrerilla que valieron un MVP.