De piscina ol¨ªmpica a nido de mosquitos: la debacle de R¨ªo 2016
Cinco meses despu¨¦s de los Juegos en Brasil, el Parque Ol¨ªmpico languidece y los Gobiernos no saben qu¨¦ hacer para atraer nuevas competiciones
La piscina ol¨ªmpica de R¨ªo, donde se despidi¨® el gran Michael Phelps el pasado verano, es un festival para los mosquitos. La imagen ha dado la vuelta al mundo y se ha convertido en la ense?a del legado ol¨ªmpico de R¨ªo de Janeiro. Cinco meses despu¨¦s de apagarse la llama ol¨ªmpica, no queda nada del brillo del mayor evento deportivo del mundo en una ciudad ahora en decadencia y maltratada por la crisis. El legado deportivo, la principal raz¨®n para justificar las inversiones millonarias que requirieron los Juegos, se encuentra en entredicho.
¡°Pas¨¦ por ah¨ª el otro d¨ªa y me dieron ganas de llorar. La Arena Ol¨ªmpica [el pabell¨®n que acogi¨® la competici¨®n de gimnasia art¨ªstica] est¨¢ rodeada de escombros¡±, cuenta Renata Fernandes, que en agosto era una fan euf¨®rica con un t¨®tem de cart¨®n de la gimnasta norteamericana Simone Biles bajo el brazo. Fernandes, que lleg¨® a pedir vacaciones para aprovechar al m¨¢ximo los Juegos, no entiende por qu¨¦ el parque est¨¢ ¡°desaprovechado¡±: ¡°Podr¨ªan usarlo para que desfilen cortejos de Carnaval. Es un lugar enorme, todos podr¨ªamos ir ah¨ª y aliviar¨ªa el tr¨¢fico de la ciudad¡±.
Los bulevares del Parque Ol¨ªmpico, que un¨ªan las principales instalaciones, est¨¢n abiertos al p¨²blico desde hace casi un mes, pero son pocos los que se acercan. El Ayuntamiento no tiene cifras de cu¨¢ntas personas lo han visitado y no hay ni un solo ba?o, ni una fuente, ni un quiosco que alivie bajo un sol de 40 grados. El calor se agrava por el mal olor provocado por el alcantarillado que rodea el recinto y desagua en la laguna.
Desde agosto solo ha servido para una cosa: un campeonato de volley-playa. No hay un calendario cerrado de eventos deportivos y, de momento, el mayor acontecimiento previsto en sus bulevares ser¨¢ el festival de m¨²sica Rock in Rio, en septiembre.
El espacio, de m¨¢s de un mill¨®n de metros cuadrados de superficie, es responsabilidad de diferentes organismos, del Gobierno Federal a constructoras privadas.
El alcalde que trajo los Juegos a R¨ªo y que acaba de dejar el cargo, Eduardo Paes (47 a?os, del Partido Movimiento Democr¨¢tico Brasile?o), intent¨® varias veces ceder su gesti¨®n al sector privado, pero nadie se mostr¨® interesado en costear un gigante que consume cerca de 30 millones de reales (9,2 millones de euros) por a?o. El Ministerio de Deportes tuvo que asumirlo en diciembre y a¨²n no da detalles de qu¨¦ har¨¢ con ¨¦l.
El Ayuntamiento es responsable del desmontaje del Parque Acu¨¢tico, que implicaba en un principio trasladar las dos piscinas ol¨ªmpicas a diferentes partes de la ciudad pero que al final van a destinarse a entrenamientos de alta competici¨®n del Ej¨¦rcito. Tambi¨¦n debe trasformar el pabell¨®n Arena 3, donde se celebraron las competiciones de yudo y taekwondo en un gimnasio ol¨ªmpico para cerca de 1.000 alumnos. La inauguraci¨®n no tiene fecha.
La Arena del Futuro, que acogi¨® la competici¨®n de balonmano, a¨²n espera licitaci¨®n para ser desmontada y convertida en cuatro escuelas municipales. ¡°No existe abandono¡±, defienden en la Secretar¨ªa municipal de Deportes.
Londres ten¨ªa un plan
La prensa local e internacional critica el abandono mientras el exalcalde pide calma: ¡°Contratos y convenios est¨¢n cerrados, pero no se desmontan estructuras que tardaron a?os en construirse en unos pocos meses¡±. Londres, sede de los Juegos en 2012, tambi¨¦n se tom¨® su tiempo recuperar la actividad en el parque ol¨ªmpico, exactamente 19 meses, un paralelismo que no conforta a los cr¨ªticos. ¡°Londres ten¨ªa un plan, Brasil no. El principal legado de Londres fue la revitalizaci¨®n de ¨¢reas degradadas de la ciudad. Muy diferente de lo que ocurri¨® en R¨ªo, que invirti¨® principalmente en Barra de Tijuca, una de las ¨¢reas m¨¢s caras de la ciudad¡±, lamenta Pedro Trengrouse, profesor de gesti¨®n deportiva de la Fundaci¨®n Get¨²lio Vargas.
A menos de 20 km del Parque Ol¨ªmpico permanece cerrado el Parque Radical Deodoro, la segunda instalaci¨®n de los Juegos y un oasis verde para un barrio pobre, a casi una hora en coche de la playa de Ipanema. El recinto, donde compitieron pirag¨¹istas y de BMX, abri¨® sus puertas para los cariocas antes de los Juegos, cuando el exalcalde se dio cuenta de que los vecinos saltaban la valla para disfrutar de una piscina gratis, pero est¨¢ cerrado desde diciembre. El contrato de gesti¨®n expir¨® y el nuevo alcalde, Marcelo Crivella (evangelista, 59 a?os), que adopt¨® el lema de ¡°prohibido gastar¡±, a¨²n estudia c¨®mo reabrirlo. El Ayuntamiento promete hacerlo este mes, aunque el guardia responsable de su custodia advierte: ¡°En esta ciudad nada ocurre hasta despu¨¦s del Carnaval¡±.
¡°No hubo una preparaci¨®n para la reutilizaci¨®n de las infraestructuras¡±, denuncia el fiscal Leandro Mitidieri. Mitidieri pas¨® los meses previos a los Juegos exigiendo a las autoridades un plan para el d¨ªa despu¨¦s y solo lo consigui¨® el d¨ªa de la inauguraci¨®n, el 5 de agosto, y gracias a una orden judicial. ¡°Incumplieron la promesa de descontaminar el 80% de la Bah¨ªa de Guanabara [que acogi¨® la vela]¡±, se lamenta.
El principal templo del f¨²tbol brasile?o, Maracan¨¢, donde la selecci¨®n conquist¨® el oro, representa, con su c¨¦sped seco y sus asientos arrancados, la peor cara de la resaca ol¨ªmpica. Un conflicto entre la gestora del estadio y el Comit¨¦ Rio 2016 ha dejado en el aire su gesti¨®n. Y el l Gobierno del Estado, que no tiene fondos para pagar ni a sus funcionarios, espera que el problema se resuelva solo con una nueva licitaci¨®n.
¡°El Gobierno y el Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional (COI) prometieron mucho y entregaron poco. Brasil deber¨ªa haber tenido una agenda propia en los Juegos y no haberse limitado a cumplir los requisitos del COI. Por ejemplo, los clubes Fluminense y Flamengo, donde se entrenan la mayor¨ªa de los ol¨ªmpicos de R¨ªo, deber¨ªan haber recibido inversiones para mejorar sus instalaciones y acoger competiciones¡±, dice el profesor Trengrouse. ¡°?C¨®mo se explica que despu¨¦s de acoger los Panamericanos, la Confederaciones, el Mundial y los Juegos Ol¨ªmpicos y Paral¨ªmpicos, R¨ªo ni siquiera tenga un estadio de f¨²tbol?¡±.
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