El Gran Canaria celebra el carnaval ante el Real Madrid

El Real Madrid cay¨® ante el Gran Canaria (81-93) y cedi¨® su 11? derrota de la temporada, la segunda en casa despu¨¦s de la sufrida en Euroliga ante el Baskonia. Un espectacular parcial de salida de 4-19, unido a la sobresaliente actuaci¨®n de Kuric (19 puntos) y Pasecniks (16) sirvi¨® a los amarillos para rendir al conjunto de Laso, al que no le bast¨® su arrebato tras el descanso ni los 28 puntos de Llull. El Gran Canaria rompi¨® la racha madridista de 26 victorias seguidas en liga regular como local y dej¨® a los blancos sin el liderato, ahora en manos del Iberostar Tenerife.

Contaba precisamente Llull tras el partido ante Darussafaka en la pasada jornada de Euroliga que hab¨ªa decidido salir ¡°con el cuchillo entre los dientes¡± porque despu¨¦s de ganar un t¨ªtulo puede haber ¡°cierta relajaci¨®n¡±. El pasado viernes, la furia competitiva del base de Mah¨®n convirti¨® al rival ruso en un gui?apo y ataj¨® cualquier atisbo de distensi¨®n en apenas 10 minutos. Sin embargo, en ese mismo tiempo y dos d¨ªas m¨¢s tarde, el Madrid s¨ª pag¨® los efectos de la distensi¨®n y la fatiga. El Herbalife Gran Canaria hizo pasillo al campe¨®n de Copa y, acto seguido, se aprovech¨® de su galbana para presentarse en el Wizink Center con un contundente parcial de 4-19 en seis minutos. Destemplados como pocas veces se les ha visto, los blancos comenzaron con un inaudito 4 de 20 en tiros de campo, con 0 de 8 en triples, y firmaron uno de los peores cuartos de la era Laso (9-23, m. 10).

La brillante direcci¨®n de Oliver (10 asistencias), los puntos de Kuric y la intendencia de O¡¯Neale ofrecieron una lustrosa versi¨®n del Granca y le colocaron la remontada al Madrid en la frontera de los 16 puntos nada m¨¢s comenzar el segundo cuarto (9-25, m. 11). Mientras el l¨ªder segu¨ªa negado desde el per¨ªmetro (2 de 15 en triples en la primera mitad) y espeso en ataque (4-13 en asistencias en ese tramo). Apenas el dominio en el rebote sujetaba a los locales. Dos de las 19 capturas del Madrid en los primeros 20 minutos fueron de Felipe Reyes. El capit¨¢n madridista necesitaba ocho para superar los 4.292 de Granger Hall en su partido 700 en la Liga ACB, pero se qued¨® a medio camino (4).

El 4 de octubre de 1998, en el mismo Buesa Arena donde hace una semana levant¨® la 27? Copa de Madrid, Felipe debut¨® en la Liga con el Adecco Estudiantes rumbo al infinito. Dos puntos y los dos primeros rebotes de una lista interminable fueron la primera hoja de servicios del que luego se convertir¨ªa en uno de los referentes de la mejor generaci¨®n de jugadores del baloncesto espa?ol y en emblema del Madrid. 13 temporadas de blanco que solo encuentran competencia en las 11 de Llull. Dos piezas tan indelebles como el escudo en el club blanco.

Con ambos en pista, con varias vueltas de tuerca en defensa y con una tormenta desde el 6,75, el Madrid se puso en ¨®rbita tras el paso por la caseta. El 2 de 15 en triples de la primera mitad se convirti¨® en un 6 de 6 en el inicio del tercer cuarto, con cuatro bingos de Llull y dos de Maciulis que colocaron a su equipo a un palmo del Gran Canaria (48-49 primero; 58-60 m¨¢s tarde). Pero los amarillos abrazados hasta entonces a su torre, Pasecniks, se encontraron la determinaci¨®n que necesitaban con la decisiva aparici¨®n de McCalebb. Cuando el Madrid estaba a punto de culminar la persecuci¨®n, cinco puntos consecutivos del base con pasaporte macedonio estiraron de nuevo la cuerda. No le qued¨® deposito a los blancos.

El Madrid luchaba contra la la fatiga de ir a remolque y el Granca contra el v¨¦rtigo al triunfo. Ganaron los amarillos. Con el partido en su nivel m¨¢s alto de revoluciones comenz¨® el duelo de tiradores. A cada triple de Carroll respond¨ªa Kuric con la misma precisi¨®n. Un clinic de lanzamiento del que los visitantes salieron lanzados para al sprint final (77-85, m. 37). Kuric venci¨® el mano a mano a Carroll y tambi¨¦n a Llull, esta vez sin premio a sus 28 puntos. Un triple menos academicista, de Oriol Pauli a tabla, cerr¨® cualquier rendija a la ¨¦pica madridista.