El insigne T¨®lush al ataque

Posici¨®n inicial.-

Blancas: rey en h1; dama en d1; torres en f1 y a1; caballos en e2 y g3; alfiles en d2 y g2; peones en b2, c2, e4, f4, g5, y h3.

Negras: rey en h8; dama en c7; torres en a8 y f8; caballos en b4 y g8; alfiles en b5 y e7; peones en a6, d5, e6, f7, g7 y h7.

¡°En la Uni¨®n Sovi¨¦tica pegas una patada en el suelo y surgen 50 grandes maestros¡±, era un dicho frecuente en los ambientes del ajedrez hasta 1991, cuando se desintegr¨® el mayor pa¨ªs del mundo. En consecuencia, muchos jugadores que ser¨ªan estrellas en casi todos los dem¨¢s pa¨ªses apenas sal¨ªan de la URSS. Y uno de ellos era Alex¨¢nder T¨®lush (1910-1969), cuyo impresionante ataque frente a K¨®tov, del Campeonato de la URSS de 1945, glosa este v¨ªdeo. Es muy significativo que los programas inform¨¢ticos m¨¢s potentes de hoy certifiquen la correcci¨®n de aquel sacrificio de pieza a medio plazo de T¨®lush.

Su enorme talento fructific¨® sobre todo como entrenador, y el campe¨®n del mundo Bor¨ªs Spasski fue quien m¨¢s lo alab¨®. La citada superpoblaci¨®n de grandes jugadores en su pa¨ªs, algo de mala suerte y su excesiva afici¨®n por el alcohol impidieron que su carrera como jugador fuera a¨²n m¨¢s brillante. Pero ten¨ªa un don muy escaso: la atenci¨®n de los aficionados hacia un torneo concreto aumentaba mucho si jugaba ¨¦l, aunque no fuera una gran estrella. Por eso no pod¨ªa faltar en este Rinc¨®n de los Inmortales.