El Real Madrid se da un fest¨ªn a costa del Estrella Roja
Los de Laso rinden a un rival enclenque con 63 puntos en 20 minutos y calibran fuerzas pensando en el cl¨¢sico liguero del domingo
El Real Madrid se dio un fest¨ªn a costa de un enclenque Estrella Roja (98-68) y logr¨® su 19? victoria en 25 jornadas de Euroliga, la 10? en los ¨²ltimos 11 partidos de una competici¨®n que lidera con firmeza junto al CSKA. Los de Laso certificaron virtualmente su condici¨®n de cabeza de serie en los cruces de cuartos al poner tierra de por medio con cinco triunfos de ventaja sobre la quinta plaza de la clasificaci¨®n. Con br¨ªos renovados, con todas las piezas al servicio de un engranaje voraz, con Llull en versi¨®n asistente, con Maciulis mezclando abnegaci¨®n y punter¨ªa y con Ay¨®n y Randolph ensayando automatismos para los d¨ªas grandes, los blancos pasaportaron a su rival con 63 puntos en 20 minutos y tuvieron tiempo para calibrar esfuerzos pensando en el cl¨¢sico ante el Bar?a del domingo.
Una intensidad notable, una transici¨®n fluida y una lustrosa estad¨ªstica desde el per¨ªmetro (6 de 8 en triples en el primer cuarto) sirvieron a los blancos para cimentar su decidido prop¨®sito de enmienda despu¨¦s de tres derrotas consecutivas. El Estrella Roja contuvo la primera embestida madridista agarrado a la agitaci¨®n de Jenkins y a los 2,14m de Kuzmic, pero pronto asumi¨® como inabordable la misi¨®n. De inicio, Ay¨®n y Randolph no daban abasto para abarcar a la torre serbia pero, a cambio, durante el espejismo aportaron una buena provisi¨®n de puntos a una contabilidad inopinadamente liderada por un Maciulis efervescente. Parec¨ªa un toma y daca sin cadenas hasta que apareci¨® en escena Llull para desatar la furia anotadora de su equipo. Fue un repaso.
En un santiam¨¦n, despeg¨® el Madrid y perdi¨® el paso su rival. Siete puntos consecutivos del menorqu¨ªn en los dos ¨²ltimos minutos del primer cuarto destartalaron la pizarra de Radoncic y marcaron territorio en el Wizink Center (36-21, m. 9). Intent¨® disimular el Estrella Roja pero, a efectos competitivos, la r¨¢faga de Llull tuvo un efecto devastador sobre las filas enemigas. El partido se hab¨ªa acabado. Una semana de reconstrucci¨®n en Valdebebas tras el agitado mes de febrero sirvi¨® a los de Laso para mostrar una versi¨®n mucho m¨¢s lozana a la que se fueron sumando todas las piezas. El rodillo alcanz¨® los 63 puntos al descanso.
Sin soluci¨®n de continuidad, los parroquianos ovacionaban la entrega defensiva de Taylor, los triples de Thompkins, las asistencias de Llull, las buenas se?ales de Rudy y las filigranas de Doncic. La joya eslovena rompi¨® las bisagras de Simonovic con un quiebro que puso en marcha el tocadiscos en el Palacio. El Estrella Roja era un mu?eco de trapo defendiendo el aro propio y una escopeta de feria en el contrario. Todos los jugadores del Madrid que entraban en pista inauguraban su casillero sin sofoco mientras que en las filas serbias apenas Wolters manten¨ªa el tipo. Radoncic se gan¨® una t¨¦cnica por intentar espolear a su equipo pero, lejos de forzar su prop¨®sito, el gesto fue un certificado de impotencia que elev¨® la diferencia en el marcador por encima de los 20 puntos (55-34, m. 17).
Las 19 asistencias en la primera mitad (30 al final) fueron la patente de corso de un equipo con el v¨¦rtigo y el esp¨ªritu gremial de sus mejores d¨ªas. Maciulis y Ay¨®n hormigonaron la ventaja y el Estrella Roja baj¨® los brazos a pesar de la verg¨¹enza torera de Simonovic. La velada se convirti¨® entonces en un tr¨¢mite para afianzar el coliderato de la Euroliga y en un rodaje para el cl¨¢sico liguero del domingo. El Madrid dio por superado el bache tras la conquista copera.
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