Inglaterra arrolla a Escocia y revalida el t¨ªtulo del Seis Naciones

Cuando m¨¢s importaba, la Inglaterra superviviente se visti¨® de apisonadora. No le hicieron falta ¡°jail cards¡± ¨Ctarjetas para salir de la c¨¢rcel- al equipo de Eddie Jones tras salvar sin heridas sus tardes grises. Escocia, la ¨²nica selecci¨®n que pod¨ªa arrebatarles el torneo, sucumbi¨® sin paliativos en un campo en el que lleva 34 a?os sin ganar. Los vigentes campeones dominaron en delantera y recuperaron la frescura en sus playmakers para un triunfo categ¨®rico que les da su segundo t¨ªtulo consecutivo. Tras su 18? victoria seguida ¨Cigualan el r¨¦cord de los All Blacks- visitar¨¢n Dubl¨ªn con la opci¨®n de repetir Grand Slam.

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La sequ¨ªa de Escocia en Twickenham es la m¨¢s longeva en los 134 a?os de historia del torneo. No es algo excepcional: Londres es una causa perdida para los escoceses, que solo han ganado cuatro veces desde 1911. No han rozado mejor suerte en tiempos recientes: desde la llegada del Seis Naciones (2000) un promedio de 21 puntos ha separado a ambos equipos. Nadie en la plantilla escocesa hab¨ªa nacido en 1983 pero no olvidar¨¢n su papel en la peor derrota escocesa ante su gran rival: iguala el 43-3 de 2001.

Los escoces quer¨ªan escribir una p¨¢gina diferente, pero acabaron enterr¨¢ndose a s¨ª mismos con un arranque horrible. Primero, el placaje a destiempo de Brown a Daly, volteado antes de aterrizar con dureza en la espalda. Medio minuto despu¨¦s de la amarilla que dejaba a los visitantes en inferioridad, Jonathan Joseph percut¨ªa como mantequilla por la l¨ªnea escocesa y aceleraba hacia el ensayo con m¨¢s de 30 metros por delante. Fall¨® Dunbar en el placaje y Hogg no pudo cubrirle. Apenas hab¨ªan pasado dos minutos.

Siguieron los errores escoceses. Finn Russell fallaba con el pie -un golpe de castigo que no sac¨® a la banda o una patada bloqueada- y en la toma de decisiones, arriesgando en exceso en su propia guarida. El XV del Cardo necesitaba respirar pero el aire escaseaba. Inglaterra viv¨ªa en campo contrario y castigaba entre palos cada indisciplina. Cuanto m¨¢s braceada escocia para volver a la superficie, m¨¢s se hund¨ªa.

As¨ª que la vers¨¢til Inglaterra se adue?¨® de las virtudes de la Escocia m¨¢s letal. Joseph pareci¨® Hogg y las transmisiones de su centro del campo fueron una sucesi¨®n de corcheas, con una sociedad perfecta entre Ford y Farrell. El XV de la Rosa no perdi¨® el tiempo en plataformas y aceleraba la secuencia a cada saque de touch para no bajar las revoluciones. As¨ª anotar¨ªa de nuevo Joseph, incorpor¨¢ndose al l¨ªmite del pase adelantado antes de desnudar a la zaga con un quiebro y posar a placer bajo palos.

Cuando Escocia quiso levantar cabeza, perd¨ªa 20-0. Ya no serv¨ªa tirar a palos: ensayo o muerte. As¨ª encontraron premio con una sucesi¨®n de fases r¨¢pidas tras un saque de touch que pos¨® el delantero Reid antes de patear el oval con rabia. No les sirvi¨® como punto de inflexi¨®n. Si su trasera ya flaqueaba, las lesiones de Hogg y Bennett forzaron a sacar a otro medio-mel¨¦ y reconfigurar posiciones. No era el escenario m¨¢s agradable y el tercer ensayo ingl¨¦s no tardar¨ªa en llegar, con Joseph como orquestador y Anthony Watson ¨Crelevo de Daly tras su golpe en la espalda- aprovechando la ventaja en el flanco derecho.

Por si hubiera ¨¢nimos de gesta tras el descanso (30-7), Joseph apenas necesit¨® un suspiro para asegurar su triplete mientras Russell se lamentaba cabizbajo de haber llegado tarde a la cita con el placaje. En apenas 43 minutos, los ingleses ten¨ªan el partido en el zurr¨®n y el primer punto bonus de cuatro ensayos sin Italia enfrente. Huw Jones salv¨® el orgullo escoc¨¦s con dos ensayos, pero su retaguardia no evitar¨ªa las marcas de Care y Billy Vunipola, recuperado en tiempo r¨¦cord de su lesi¨®n. Pese a su mejor torneo en lustros, la Copa Calcuta ¨Cen poder de Inglaterra desde 2008- nunca estuvo tan lejos de Edimburgo.