El Hijo del Perro Aguayo, a dos a?os de su muerte
Este martes se cumplen dos a?os de la muerte del luchador mexicano, que muri¨® por una patada en las cervicales en una pelea en Tijuana
Apenas iban seis minutos de pelea. El Hijo del Perro Aguayo, uno de los luchadores con gran linaje en M¨¦xico, recibi¨® una patada que lo estrell¨® contra la cuerda del cuadril¨¢tero. El golpe le provoc¨® una lesi¨®n en las cervicales y despu¨¦s un paro respiratorio. ?l estaba inm¨®vil sobre la lona. Sus rivales siguieron la lucha durante 166 segundos hasta que llegaron los m¨¦dicos. All¨ª los gladiadores sobre el cuadril¨¢tero luc¨ªan descolocados, no sab¨ªan si la lesi¨®n iba en serio. Aguayo, de 35 a?os, no se movi¨® m¨¢s y ah¨ª acab¨® todo.?
¡°Fue un accidente como el que puede pasar en un campo de f¨²tbol. No hay culpables, cuando subes al ring t¨² vas a dar un espect¨¢culo, nunca vas con la intenci¨®n de matar a tu compa?ero¡±, opina a EL PA?S el Hijo del Santo, uno de estos gladiadores. Pero a partir del fallecimiento de Aguayo, hace dos a?os, no ha cambiado en nada la seguridad para la protecci¨®n de luchadores.
El parte m¨¦dico determin¨® se?al¨® que la muerte no fue por error de los param¨¦dicos que asistieron al Hijo del Perro Aguayo sino por un infortunado golpe. ¡°Hay gente que piensa que la lucha libre es un juego, un cotorreo o falsa, pero no hace falta demostrarlo: se han muerto muchos. Uno trata de cuidarse, de combatir, a veces tu cuerpo no est¨¢ al cien. Nadie mata a prop¨®sito. La lucha libre es un deporte de alto riesgo. Todos estamos conscientes de que subes y no sabes si vas a bajar¡±, comenta Jes¨²s Reyes, mejor conocido como M¨¢scara A?o 2000.?
La muerte sacudi¨® al gremio de luchadores llenos de testosterona y se vieron vulnerables ante un mal movimiento en el cuadril¨¢tero. El funeral realizado en la ciudad de Guadalajara reuni¨® a los gladiadores que, fieles a sus personajes, acudieron con m¨¢scaras a despedirse del Pedro Aguayo, un chico que debut¨® en la disciplina con 15 a?os para emular a su padre de quien tom¨® el nombre. El personaje prefer¨ªa los insultos a una ovaci¨®n, era el antagonista por excelencia. La persona, Pedro Aguayo, prefer¨ªa tener un perfil bajo en el vestidor.
La conmoci¨®n entre los luchadores lleg¨® al Senado mexicano. All¨ª, senadores en conjunto con el presidente de la Consejo Mundial de Box y El Hijo del Santo, presentaron una iniciativa de ley federal para proteger a los deportistas de combate en cuestiones m¨¦dicas, antidopaje, seguridad social, protecci¨®n para el retiro y licencias para las empresas. Pero qued¨® estancada.?
¡°Los luchadores no estamos unidos, nos hace falta ser m¨¢s conscientes de que nuestro trabajo es muy peligroso. Las empresas fuertes que existen en M¨¦xico ven para s¨ª mismas, no hay una relaci¨®n de una con otra, se ven como enemigos, a veces el mismo luchador debe proteger a su compa?ero¡±, comenta el hijo del enmascarado de plata.
La empresa que organiz¨® la ¨²ltima pelea de Aguayo fue The Crash, ubicada en Tijuana. "Nosotros no recibimos ning¨²n tipo de linchamiento, ni agresi¨®n por redes sociales. Nos doli¨® mucho por ser un accidente de trabajo, algo que no se puede controlar", comenta v¨ªa telef¨®nica Ignacio R¨ªos, vocero de la promotora. Para este segundo aniversario luctuoso la compa?¨ªa har¨¢ un homenaje en su funci¨®n del 25 de marzo "no lo promocionamos porque nuestra intenci¨®n no es lucrar con eso".
En la d¨¦cada de los noventa, Pedro Aguayo se estren¨® en el encordado frente a Rey Mysterio, el ¨²ltimo luchador que le propin¨® un golpe y figura en la World Wrestling Entretainment (WWE). En M¨¦xico algunos le condenaron y llamaron asesino. ¡°Lo que estuvo muy mal fue que el p¨²blico empezara a hacer memes y a culpar a Rey, jam¨¢s lo hizo con una mala intenci¨®n¡±, opina El Hijo del Santo.
En su ¨²ltima noche, el Hijo del Perro Aguayo portaba su vestuario que hizo tradicional: botas, rodilleras y calzoncillo de color negro y una camiseta con un lema que hizo famoso desde 2006, ¡°Perros del Mal¡±, en la parte trasera el mensaje sentenciaba, ¡°Dios perdona, los perros ?no!¡±. Cuatro a?os antes de su muerte sorte¨® el c¨¢ncer de est¨®mago para mantenerse como el villano favorito en su pa¨ªs.
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