Barcelonismo de pandereta
Al Piqu¨¦ populista, al que denuncia hilos indemostrables en palco ajeno y calla ante los tejemanejes evidentes del propio, no lo reconozco
Dice Piqu¨¦ que no le gustan los valores que transmite el Real Madrid, una preocupaci¨®n bastante l¨®gica si tenemos en cuenta su condici¨®n de padre. El suyo es el t¨ªpico caso de progenitor preocupado por la correcta educaci¨®n de sus hijos, siempre alerta ante los est¨ªmulos negativos que puedan torcer a la prole y en constante desvelo frente a las amenazas exteriores que desaf¨ªen la felicidad del reino. Las apreciaciones del central catal¨¢n sobre el esp¨ªritu pedag¨®gico del m¨¢ximo rival gustar¨¢n m¨¢s o menos pero nadie puede negarle su derecho a aborrecer cuanto le plazca e instruir a sus cachorros en los c¨®digos que considere convenientes.
M¨¢s discutible, sin embargo, resulta su empe?o por denunciar medias verdades sin aportar una sola prueba, otra demostraci¨®n de ese barcelonismo de pandereta que no hace ning¨²n bien al club que asegura amar y defender. A m¨ª tambi¨¦n me gustar¨ªa creer que los problemas judiciales de Leo Messi y Neymar no son m¨¢s que un intento desesperado de un vil archienemigo por entorpecer la era dorada del Bar?a, un contubernio sombr¨ªo en el que se derrama sangre sobre cromos Panini de nuestros genios para luego quemarlos sobre la palma de la mano. Sin embargo, por goloso y novelesco que resulte el artificio, poco o nada tienen de verdad las palabras de Piqu¨¦ sobre la supuesta sumisi¨®n de la justicia a los designios divinos del palco del Bernab¨¦u, sospecho.
En el caso del argentino, fueron ¨¦l o sus representantes legales los que r¨¢pidamente consignaron la cantidad que le reclamaba la Agencia Tributaria: un hecho objetivable y que deja de manifiesto la asunci¨®n del error- llam¨¦moslo as¨ª- cometido. Sobre el conocimiento o no de Leo Messi en las argucias tramadas por su gente de confianza para evadir impuestos se pronunciar¨¢ el Tribunal Supremo en pr¨®ximas fechas. Conviene advertir que la ¨²nica ley que conozco al detalle es la de la botella (quien la tira va a por ella) pero me cuesta vislumbrar la mano negra de Florentino en todo este asunto a pesar de que, cr¨¦anme, lo intento.
En el caso de Neymar, las insinuaciones de Piqu¨¦ sobre una presunta y malintencionada injerencia de Marta Silva, hasta hace pocas fechas Abogada General del Estado y reconocida seguidora del Real Madrid, resultan todav¨ªa m¨¢s delirantes. Fue un socio responsable y preocupado por los intereses del club de sus amores, Jordi Cases, quien llev¨® el fichaje de Neymar ante la justicia. Y fue el presidente del F¨²tbol Club Barcelona, Josep Mar¨ªa Bartomeu, quien acept¨® un pacto con la fiscal¨ªa para exonerarse personalmente de cualquier responsabilidad y achacar a la entidad dos delitos fiscales. Adem¨¢s de esto, una tercera parte implicada en el traspaso ha decidido interponer una querella por fraude al futbolista y a su padre, pleito del que no forma parte la Abogac¨ªa del Estado.
Admiro profundamente al Piqu¨¦ futbolista y disfruto enormemente con el Piqu¨¦ tuitero, ese troll hermoso y sonriente capaz de sacar de sus casillas a todo el madridismo con un par de emoticonos. Al Piqu¨¦ populista, al que denuncia hilos indemostrables en palco ajeno y calla ante los tejemanejes evidentes del propio, no lo reconozco. Pedir disculpas ser¨ªa una lecci¨®n fant¨¢stica tanto para sus hijos como para todos aquellos ni?os que observan al ¨ªdolo como un modelo a seguir pero no lo har¨¢: es inteligente, aspira a presidir el Bar?a alg¨²n d¨ªa y ¨¦l, mejor que nadie, sabe c¨®mo funciona esto.
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