?Saldr¨¢ ganando Inglaterra con el ¡®Brexit¡¯?

El Daily Mail es el diario m¨¢s repugnante de Inglaterra y el que m¨¢s vende. Mezquino, hip¨®crita, mentiroso, antieuropeo y antiextranjero en general, es el esp¨ªritu del Brexit hecho palabra. Lo leo en Internet casi todos los d¨ªas.

Es importante para m¨ª como periodista porque me ofrece una conexi¨®n con aquel mundo paralelo brexitero al que tengo poco acceso en la vida cotidiana. Me ayuda a entender como ning¨²n otro medio los procesos mentales de los que han festejado esta semana en Inglaterra el inicio del proceso formal de divorcio de la Uni¨®n Europea.

Lo leo tambi¨¦n porque disfruto de su cobertura de deportes, sensacionalista e inteligente a la vez (para el f¨²tbol, la combinaci¨®n indicada) y el ¨²nico terreno en el que el Mail deja a un lado la xenofobia y la nostalgia imperial. Cubren muy bien el f¨²tbol espa?ol, por ejemplo, y no se enga?an respecto a la infalible ineptitud de la selecci¨®n nacional inglesa.

Esta semana, por ejemplo, publicaron una interesante historia sobre lo comparativamente fuertes que son Francia y Espa?a. Lo que hicieron fue elegir dos onces de cada pa¨ªs formados de jugadores que ni siquiera fueron convocados para el partido que Espa?a gan¨® 2 a 0 en Par¨ªs el martes pasado. El mensaje del art¨ªculo era claro: hab¨ªa jugadores ah¨ª como Varane, Martial, Benzema, Marcos Alonso, Juan Mata, F¨¤bregas que si fueran ingleses no solo ser¨ªan convocados siempre para la selecci¨®n, sino que ser¨ªan titulares.

Lo que me sorprende es que aqu¨ª el Mail no haya visto una oportunidad, que los tipos listos que editan el diario (y son listos de verdad, nada de sarcasmo) no hubiesen utilizado la pobreza del f¨²tbol nacional ingl¨¦s como otro argumento m¨¢s en su campa?a contra la permanencia de Inglaterra en Uni¨®n Europea. El argumento ser¨ªa tan sencillo como irrefutable: la UE ha sido un desastre para la selecci¨®n inglesa. Y se basa en un dato que llama poderosamente la atenci¨®n.

La secuencia de fracasos de Inglaterra en las competiciones internacionales importantes ha coincidido casi exactamente con la entrada de Reino Unido en la UE en 1973. En 1966 Inglaterra gan¨® el Mundial; en 1970 cay¨® en cuartos de final pero tuvo un poderoso equipo: por poco vence a Brasil, la selecci¨®n que gan¨® aquella copa del mundo y es recordada como la m¨¢s brillante de la historia.

Pero en 1974, un a?o despu¨¦s de la incorporaci¨®n a la UE, Inglaterra ni se clasific¨® para el Mundial. Tampoco en 1978. Tampoco en 1994. Se logr¨® clasificar para los dem¨¢s hasta el ¨²ltimo en 2014 pero tal ha sido el papel¨®n que ha hecho en casi todos los casos que mejor hubiera sido que los jugadores se quedaran en casa.

Quiz¨¢, como deber¨ªa haber argumentado el Mail, la sensaci¨®n de le¨®n enjaulado que sienten sus lectores ingleses en la UE se extiende a los jugadores de la selecci¨®n, gatitos t¨ªmidos cuando se ponen la camiseta blanca y pierden contra selecciones como la de Islandia en la Eurocopa de naciones el verano pasado. Puede que las bochornosas actuaciones de la selecci¨®n cuyo pa¨ªs invent¨® el f¨²tbol tengan que ver, como no pocos mantienen, con que m¨¢s de dos tercios de los jugadores de la Premier League no son ingleses. Lo que conduce a pensar que podr¨ªa haber ventajas tras la salida de la UE y que el Gobierno imponga los l¨ªmites prometidos a la entrada de trabajadores que vienen de fuera, los jugadores de f¨²tbol profesionales incluidos.

De repente la proporci¨®n de nativos en los equipos de la Premier subir¨ªa a quiz¨¢ el 80 por ciento. Seg¨²n la teor¨ªa, la calidad de los jugadores ingleses mejorar¨ªa y la selecci¨®n se volver¨ªa mucho m¨¢s competitiva.

Aunque tambi¨¦n es posible, por no decir probable, que la selecci¨®n seguir¨ªa siendo igual de mala, con el agravante adicional de que la Premier dejar¨ªa pronto de ser la liga m¨¢s popular del mundo. Lo peor de todos los mundos es seguramente lo que espera a una disminuida Inglaterra tras su salida de la Uni¨®n Europea. Pero el mundo est¨¢ lleno de sorpresas hoy en d¨ªa y si en 2018 o 2022 Inglaterra ganase el Mundial, la historia no solo absolver¨ªa al Mail y a sus fieles lectores brexiteros sino que, incluso para muchos de los que hoy lamentan el inminente divorcio europeo, les dar¨ªa la raz¨®n.