El Eibar quiere el pasaporte
El modesto cuadro vasco llega a puestos europeos tras superar sin mayores apuros a un Celta que guard¨® a sus mejores hombres para enfrentarse al reto de la competici¨®n continental el pr¨®ximo jueves
Al solete dominical de Bala¨ªdos el Eibar brill¨® para explicar al mundo que quiere ser europeo. Ese es su m¨¦rito y tambi¨¦n el que desvaloriza las prestaciones de tantos equipos que dejan por debajo pese a que dispone de muchos m¨¢s medios. El Eibar ha llegado a la cota de los 50 puntos con siete jornadas por disputar y disfruta del punto en el que anhelan estar muchos de los equipos que le ven desde atr¨¢s y disponen de m¨¢s medios econ¨®micos. Lleg¨® a esa cima porque supo estar donde deb¨ªa en plena siesta celeste, le jug¨® con oficio y solidez y le super¨® sin alardes, pero tambi¨¦n sin apuros. El Celta se limit¨® a cumplir el expediente con una alineaci¨®n alternativa y la idea de que su objetivo no est¨¢ en el campeonato liguero sino en el desaf¨ªo continental, que pasa por superar al Genk en la Europa League con el primer partido fijado para el pr¨®ximo jueves.
El Eibar gan¨® y seguramente lo hizo porque era quien ten¨ªa m¨¢s puesto el foco en lo que se sustanciaba sobre el c¨¦sped de Bala¨ªdos. Todo lo que rodeaba al partido ayudaba a que el Celta se despistase, el inminente desaf¨ªo europeo, las discusiones sobre la continuidad del equipo en el estadio vigu¨¦s, la decisi¨®n de Berizzo de guardar a bastantes de los hombres que marcan diferencias para su equipo. Ante una afici¨®n despistada, en un ambiente g¨¦lido a pesar de la solana, como si el pan y mantequilla liguero no alimentase, el Celta se dej¨® llevar ante un rival sin dudas. Ese es el m¨¦rito del Eibar: se llev¨® los puntos casi de manera funcionarial, aplic¨® la base de su fundamento y le lleg¨® para llevarse los puntos sin mayores alardes para situarse en el punto m¨¢s elevado de su temporada. Sexto, en puesto europeo a la espera del partido de la Real Sociedad con el Sporting este lunes, con un calendario amable para hacer historia y un duelo clave en Ipurua dentro de dos semanas contra el Athletic, el Eibar demuestra que nada es imposible si el f¨²tbol se toma con un ordenado ejercicio.
El triunfo se decant¨® sin ambages. El Celta ni le tosi¨® al Eibar, se vio en desventaja antes de llegar al cuarto de hora y ni argumentos tuvo para revolverse ante el castigo. Por el camino Berizzo perdi¨® a Rossi, que se march¨® lesionado con la mirada en una de sus rodillas y llev¨® el lamento a todos los que contemplaban el partido porque su historial invita a ello. Nada de lo que mostr¨® el Celta le hizo reconocible, sin capacidad para da?ar a un Eibar mand¨®n que encontr¨® ventaja en una de las jugadas m¨¢s viejas del mundo, ese cl¨¢sico en el que el central coloca la pelota en la cabeza de un delantero en la frontal opuesta, la pelota baja y el otro punta remata. Pec¨® ah¨ª Font¨¤s por acudir a una ayuda a destiempo y dejar solo a Kike Garc¨ªa para adelantar al Eibar.
La grada recibi¨® la desventaja con cierta indiferencia. En la bancada se esperaba un plebiscito y hubo cierta tibieza ante las noticias que parten desde los despachos. ¡°Mouri?o, atende, Bala¨ªdos non se vende¡±, corearon algunos cr¨ªticos con el ¨®rdago del presidente del Celta al ayuntamiento vigu¨¦s. La divisi¨®n de opiniones se ha instalado en el celtismo y quiz¨¢s no sea la mejor noticia para un equipo que ha sufrido tanto y se hab¨ªa instalado en una cierta bonanza deportiva. En medio de todo el cisma el Eibar fue a lo suyo. Beb¨¦ exigi¨® a Sergio ?lvarez tras fulimante remate despu¨¦s de un saque de banda. Ese es el Eibar, un martillo. Al inicio de la segunda parte volvi¨® a marcar por medio de Pedro Le¨®n tras llegada del lateral Luna y el Celta sinti¨® que la sieste deven¨ªa en bofet¨®n. Reaccion¨® con un disparo de Jozabed al larguero, con la decisi¨®n de Berizzo de sustituir al irrelevante Se?¨¦ por Iago Aspas.
Hubo un rearme en las ilusiones y las propuestas. El simpar delantero de Moa?a envi¨® un libre directo al larguero, lo ote¨® poco antes en un remate y mostr¨® que en sus botas est¨¢ buena parte de la m¨¦dula de este meritorio Celta. Cada partido que pasa sin su presencia, cada vez que se apunta a resolver un problema, se hace m¨¢s evidente su peso en el equipo. Su ausencia en el once acaba no solo por dar ventaja al rival sino por operar como narc¨®tico para el juego de un equipo que se supone coral. Hay un Celta, y una vez m¨¢s se evidenci¨®, con Iago Aspas en el campo y otro con ¨¦l al otro lado de la l¨ªnea de cal. En cuanto lleg¨® al partido le dio la vuelta, qued¨® la impresi¨®n de que hubiera sido otro no solo con ¨¦l sino con otros ausentes como Wass, Guidetti, Hugo Mallo, Cabral, Jonny o Hern¨¢ndez, guardados por Berizzo. Con ellos seguramente el partido hubiese sido otro, pero el f¨²tbol es el momento y el lugar y el Eibar est¨¢ donde debe estar.
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