Del l¨¢tigo de Conte a la palabra de Allegri
El t¨¦cnico lleg¨® como soluci¨®n de emergencia tras la inesperada dimisi¨®n de su antecesor y ha resultado ser una balsa de aceite para un equipo desfondado
Hac¨ªa un par de meses que hab¨ªa firmado su renovaci¨®n y todo parec¨ªa rodar en la Juventus, que sumaba tres scudetti consecutivos. Pero Antonio Conte, en plena pretemporada, el 15 de julio de 2014, decidi¨® descabalgarse. ¡°Uno no se puede sentar con 10 euros en una mesa de un restaurante de 100¡±, resolvi¨® el t¨¦cnico, molesto con el ¨¢rea deportiva por la falta de fichajes. No hubo, sin embargo, fricci¨®n grave sino que para la c¨²pula de la entidad, sabedora de su orgullo y ego, se trataba de una cuesti¨®n de convencimiento, puesto que el t¨¦cnico no las ten¨ªa todas consigo para revalidar el t¨ªtulo liguero. Era el pasado y para el presente, tras una gesti¨®n que agot¨® al vestuario, necesitaban un t¨¦cnico con urgencia. Mihajlovic, Spalletti y Allegri eran los ¨²nicos entrenadores que estaban libres y que se valoraron, pero se impuso el ¨²ltimo por su predisposici¨®n y facilidades, porque encajaba su perfil atemperado tras el volc¨¢nico Conte.
No pensaban lo mismo los tifosi porque en una encuesta de Tuttosport el 91% rechaz¨® su llegada. ¡°Afortunadamente, tengo una gran dosis de inconsciencia¡±, resuelve Allegri (Livorno, 49 a?os), que se ha ganado su cari?o y respeto con el tiempo, capaz de ganar dos Ligas m¨¢s (tiene encarrilada la tercera, con seis puntos de ventaja sobre la Roma), otras tantas Copas (est¨¢ en la final de esta edici¨®n) y las mismas Supercopas. En el vestuario, tambi¨¦n existieron dudas pero pronto se disiparon porque vieron que era como Ancelotti, un t¨¦cnico con m¨¢s tacto y menos l¨¢tigo.
Toda una alegr¨ªa despu¨¦s de las exigencias de Conte, que preparaba el duelo contra el ¨²ltimo clasificado como si fuera una final de la Champions. Tanto era as¨ª que el central Bonucci, cuando se lo reencontr¨® en la selecci¨®n italiana antes de la Eurocopa, le dijo con una mezcla de iron¨ªa y admiraci¨®n que entrenarse 10 d¨ªas bajo su mando era fabuloso, pero solo 10 d¨ªas. Y fue en Coverciano, cuartel general de Italia, donde Conte evidenci¨® sus dotes y man¨ªas porque por un lado exprimi¨® a un grupo de seis hasta elevarlo al nueve (alcanzaron los cuartos de final); y por el otro oblig¨® a levantar una lona negra para que nadie pudiera verles desde una casa medio abandonada que estaba a tropecientos metros. Fobias que tambi¨¦n expresaba en la ciudad deportiva de la Vecchia Signora, toda vez que si no conoc¨ªa a alguien por los pasillos preguntaba de inmediato qui¨¦n era y qu¨¦ hac¨ªa ah¨ª.
Allegri es todo lo contrario porque aunque no conozca al intruso siempre saluda y jam¨¢s pone condiciones al club, ni siquiera para los fichajes porque entiende que ya los har¨¢ caber en el equipo, del mismo modo que tampoco aprieta demasiado a los futbolistas si no toca un partido exigente. Y, consciente de las jerarqu¨ªas del vestuario, donde Buffon, Chiellini y Barzagli tienen la palabra, tampoco impone demasiadas normas o voluntades. Sin embargo, siempre va de cara. ¡°Si aceptas ser suplente de Alex Sandro cuento contigo¡±, le vino a decir a Evra al principio de esta temporada. Norma que acept¨® el lateral franc¨¦s pero luego no cumpli¨®, por lo que fich¨® por el Olympique de Marsella en el pasado invierno. Otro ejemplo es Lichtsteiner, al que no inscribi¨® para la Champions pero le hac¨ªa jugar en la Serie A para asombro de Alves, reci¨¦n tra¨ªdo del Bar?a.
Aunque el t¨¦cnico s¨ª que ten¨ªa una exigencia en mente: descartaba el 3-5-2 de Conte para aplicar el 4-2-3-1. Pero, de nuevo pacificador y tambi¨¦n inteligente porque con tres centrales el equipo hab¨ªa adquirido su fuerza e identidad, dosific¨® el cambio hasta hacerlo realidad. Se dice, en cualquier caso, que Allegri trabaja de lo lindo en la ciudad deportiva. Pero cuando se marcha, se olvida hasta el pr¨®ximo d¨ªa, encantado de conducir su Jeep hasta el centro de Tur¨ªn, donde vive y donde no es raro que cocine todo tipo de pasta para los invitados que suele tener.
Antes de medirse esta noche al Barcelona en la ida de los cuartos de la Champions, a Allegri le cuestionaron sobre su futuro. ¡°Quiero continuar en la Juve porque estoy bien¡±, se arranc¨®. Aunque a?adi¨®: ¡°?C¨®mo es posible que todav¨ªa haya tantos que sientan nostalgia por Conte en Tur¨ªn? Es un poco como la prometida, que echa de menos las viejas llamas¡¡±. Con contrato hasta 2018, el club no ha hablado todav¨ªa con ¨¦l pero se presupone que le ampliar¨¢n su tiempo en el banquillo bianconero. Les gusta la paz y, por supuesto, los t¨ªtulos.
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