Alexis S¨¢nchez deja a Guardiola fuera de la final de la Copa de Inglaterra

La Copa m¨¢s coqueta, la m¨¢s vieja, la m¨¢s c¨¦lebre, la mejor presentada, se disputa en dos semifinales a un partido en el venerable emplazamiento de Wembley. El s¨¢bado, Chelsea-Tottenham; el domingo, Manchester City-Arsenal. Dos duelos en d¨ªas sucesivos y un formato evocador de los festivales de m¨²sica popular. Multitudes, estruendo, comida, bebida, y una descarga de energ¨ªa folcl¨®rica que dej¨® al Tottenham y al Manchester City en el filtro. Pasaron Chelsea y Arsenal. Se impusieron los equipos menos dispuestos a llevar la iniciativa, que adem¨¢s coinciden con los que tienen mejores plantillas. El hero¨ªsmo de los jugadores qued¨® disimulado en el enjambre t¨¢ctico. Alexis S¨¢nchez empuj¨® al Arsenal hacia la final con el definitivo 2-1. Pero el protagonismo fue -signo extra?o de los tiempos- para los banquillos.

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Gan¨® Conte, el entrenador que lidera la Premier, un personaje querido por los medios brit¨¢nicos; gan¨® Wenger, a quien esos mismos medios han tachado de yesterday man, caduco resabio del pasado; perdi¨® Pochettino, un valor al alza; y perdi¨® Guardiola, que no pudo hacer m¨¢s que poner a Iheanacho, el ¨²nico delantero que le quedaba, tan limitado t¨¦cnicamente que tendr¨ªa problemas para ser titular en cualquier equipo de la Segunda Divisi¨®n espa?ola.

La segunda semifinal fue una s¨ªntesis del periplo de este City a lo largo de la temporada. Domin¨®, ocup¨® el territorio, manej¨® el bal¨®n con m¨¢s criterio que su rival, pero lo derribaron los acontecimientos aleatorios. A los 20 minutos de la primera parte Gabriel lesion¨® a Silva, el jugador m¨¢s desequilibrante; momentos despu¨¦s, Craig Pawson, el ¨¢rbitro, anul¨® un gol de Sterling bajo la consideraci¨®n de que el centro de San¨¦ se hab¨ªa ido por la l¨ªnea de fondo cuando el bal¨®n nunca traspas¨® la raya. Estos sucesos accidentales permitieron al Arsenal llegar entero al descanso y, en cierto modo, recobrar el ¨¢nimo perdido en un primer periodo en el que sencillamente no pudo disponer del bal¨®n.

El gol de Ag¨¹ero, su tanto n¨²mero 30 en lo que va de curso y, probablemente, el m¨¢s relevante, solo sirvi¨® para agitar a la hinchada. Monreal replic¨® empalmando un centro del otro carrilero, Oxlade-Chamberlain. Fue el primer gol del lateral navarro este curso y determin¨® que el partido entrase en la pr¨®rroga.

Acabado el tiempo reglamentario Guardiola debi¨® sustituir a Fernandinho, Sterling y Ag¨¹ero, presas del agotamiento o de problemas f¨ªsicos derivados. Sus alternativas de recambio sintetizaron el estado de angustia en que vive el t¨¦cnico espa?ol desde que lleg¨® a la Premier: no tuvo m¨¢s refuerzos que Delph, Fernando y Keleichi Iheanacho.

Sin un especialista del gol m¨¢s cualificado que el joven nigeriano de 20 a?os, el City de Guardiola se aboc¨® a eso que penosamente ha repetido tantas veces en momentos cr¨ªticos de esta temporada. Perder partidos que parec¨ªa tener controlados. Caer despu¨¦s de manifestar superioridad. Sufrir jugando mejor.

El City se derrumb¨® despu¨¦s de que Delph y Tour¨¦ estrellaran sendos balones en los palos. Perdi¨® porque el Arsenal domin¨® el juego a¨¦reo con mayor autoridad en un c¨®rner lanzado por ?zil. Lo descolg¨® Ramsey, hubo un rebote, y Alexis S¨¢nchez mand¨® la pelota a la red. El 2-1 fue definitivo.

Arsenal y Chelsea jugar¨¢n la final de la Copa de Inglaterra el 27 de mayo, en Wembley.