Rafa Nadal se enfrentar¨¢ a Dominic Thiem en la final del God¨®

Rafael Nadal ha superado el pen¨²ltimo escollo en su camino hacia lo que podr¨ªa ser el d¨¦cimo t¨ªtulo del God¨®. De la triple corona a la que aspira en esta temporada de tierra batida, subi¨® ya el primer pelda?o en Montecarlo (10 t¨ªtulos), afronta la posibilidad de escalar el segundo en el RCT Barcelona, y le quedar¨ªa la culminaci¨®n en Roland Garros. Ning¨²n jugador hasta ahora hab¨ªa conseguido ganar 10 veces el mismo torneo. Nadal tiene la posibilidad de lograrlo tres veces en cuesti¨®n de semanas.

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En la central que lleva su nombre, Nadal se impuso a Horacio Zeballos en dos mangas por 6-3 y 6-4, tras una hora y 34 minutos. Fue su forma de clasificarse para una final en la que se enfrentar¨¢ al austriaco Dominic Thiem, noveno en la clasificaci¨®n mundial y el tenista con mayor progresi¨®n de los ¨²ltimos a?os. Thiem elimin¨® al n¨²mero uno, el brit¨¢nico Andy Murray, por 6-2, 3-6 y 6-4. Nadal y Thiem se han enfrentado tres veces. En una de ellas se impuso el austriaco, en las semifinales de Buenos Aires de 2016, en su camino hacia el t¨ªtulo. La ¨²ltima vez que se enfrentaron fue en Montecarlo, tambi¨¦n el a?o pasado, y all¨ª gan¨® el espa?ol.

¡°No ha sido un partido bonito¡±, analiz¨® Nadal. ¡°Hab¨ªa mucho viento y ¨¦l sac¨® muy bien y me cost¨® restarle largo para poder dominar el punto. Me ha costado¡±. La admiraci¨®n de Zeballos por Rafa Nadal se hizo patente cuando al final del partido le pidi¨® al mallorqu¨ªn hacerse una foto selfie con la c¨¢mara de su tel¨¦fono m¨®vil. A lo largo de su dilatada carrera, ahora tiene ya 32 a?os, hay un recuerdo que Zeballos nunca olvidar¨¢. Fue un momento m¨¢gico, una victoria sobre Nadal en el torneo de Vi?a del Mar en 2013, que le permiti¨® ganar despu¨¦s el ¨²nico t¨ªtulo de vida profesional. No le importa que el balear saliera entonces de una lesi¨®n de rodilla que le mantuvo ocho meses alejado de las pistas. Un detalle que Zeballos ni se plantea.

"Fue el d¨ªa m¨¢s feliz de mi vida", comenta. "Gan¨¦ ante los m¨ªos, frente a mi familia, y a un jugador al que siempre admir¨¦. Cuando le veo prepararse para los partidos, haciendo sprints en el vestuario se me pone la piel de gallina. ?l no me ve¨ªa pero yo intentaba imitarle¡­ despu¨¦s si las cosas salen igual o no¡­", ironizaba con una amplia sonrisa. "Aquellos recuerdos no se me borrar¨¢n jam¨¢s".

La historia no se repiti¨® esta vez. La l¨®gica impuso su ley y Nadal gan¨® la primera manga rompiendo al principio y coloc¨¢ndose 4-1, y en la segunda encontr¨® m¨¢s dificultades a medida que el ambiente se iba humedeciendo y todo circulaba un poco m¨¢s lento. Zeballos tuvo incluso una oportunidad de romperle el saque en el cuarto juego, desperdiciando un 15-40, y despu¨¦s fue manteniendo un excelente ritmo de juego hasta el momento decisivo. Fue en el noveno juego. Y all¨ª, todo el esfuerzo que hab¨ªa realizado durante una hora y cuarto se esfum¨® con dos errores de bulto: el primero, una doble falta que le concedi¨® a Rafa un punto de rotura; el segundo, un mal bote que le impidi¨® conectar la siguiente bola y supuso el break decisivo.

Nadal remat¨® el partido con su saque en el siguiente juego. Y comenz¨® ya a pensar en su pr¨®ximo rival, el austriaco Dominic Thiem. "He visto a ratos su partido con Murray y pudo ganar cualquiera de los dos. Est¨¢ a un gran nivel, es uno de los mejores del mundo y es un buen especialista en tierra batida. Ser¨¢ una final dif¨ªcil para m¨ª". La potencia del tenis de Thiem le ha llevado este a?o a imponerse en el torneo de R¨ªo de Janeiro y a convertirse en un habitual de las ¨²ltimas rondas en todos los torneos del circuito. Thiem, cuyos padres son profesores de tenis y su hermano es tambi¨¦n jugador, es el rival que nadie quiere encontrarse. Y Murray no est¨¢ todav¨ªa en condiciones de plantarle cara. El brit¨¢nico cedi¨® la primera manga, tras un festival de golpes ganadores del austriaco. Y tuvo que sobreponerse en la segunda para salvar un 4-2 en contra que parec¨ªa iba a ser ya definitivo. En la tercera, hubo varias roturas consecutivas, pero cuando lleg¨® el momento decisivo, con 5-4 y saque para Thiem, el austriaco no fall¨®. En su primer match-ball cerr¨® el partido sin contemplaciones y se clasific¨® para sus primeras semifinales del Open Banc Sabadell por 6-2, 3-6, 6-4.

Thiem conoce bien los entresijos de la tierra batida. De los ocho t¨ªtulos de su palmar¨¦s, seis los ha ganado en esta superficie. Murray, en cambio, solo ha logrado tres de los 45 que posee. "Me ha servido jugar este torneo, porque me ha permitido prepararme para los pr¨®ximos", indic¨® Murray. La final (16.00) promete emociones fuertes.