El Alav¨¦s destroza a un Betis muy flojo

Un Alav¨¦s plagado de suplentes sali¨® ganador del Benito Villamar¨ªn con absoluta justicia ante un Betis muy d¨¦bil. Se constat¨®, de esta forma, la distancia que separa al finalista de Copa de un equipo de poca fe, incapaz a lo largo de toda la temporada de estar a la altura de su numerosa y fiel parroquia. El Betis pag¨® sus tremendos errores en defensa, impropios de un conjunto de Primera. Por m¨¢s que V¨ªctor se aplique en esta faceta del juego, sus jugadores le dejan en mal lugar una y otra vez. La imagen de un estadio semivac¨ªo en el tramo final del encuentro, abroncando a un equipo roto, encajando un cuarto gol a lo Messi, obra de Katai, pone muy complicada la continuidad de V¨ªctor en el banquillo andaluz. El Alav¨¦s destroz¨® al Betis en 10 minutos de la segunda parte donde afloraron todos los defectos de los verdibancos, presa de la frustraci¨®n y la incapacidad. El segundo tiempo del conjunto vasco fue fant¨¢stico. El Alav¨¦s le dio un repaso en toda regla a un Betis que debe mejorar en muchas facetas para ser competitivo la pr¨®xima temporada. Los de Pellegrino, r¨¢pidos y eficaces, prepararon de forma excelente la gran cita que tienen por delante para rematar su gran temporada, la final de la Copa ante el Barcelona.

Partido de escasa intensidad en Heli¨®polis. Un Domingo de Feria en Sevilla donde Betis y Alav¨¦s disputaron un encuentro sin trascendencia clasificatoria. Los andaluces, cumplido de sobra su objetivo m¨ªnimo de permanecer en Primera y mucho m¨¢s lejos el de estar entre los 10 primeros de la Liga, han alcanzado el tramo final con escasos alicientes. Si acaso, el de intentar que Rub¨¦n Castro supere a Rinc¨®n como m¨¢ximo goleador del Betis en Primera. El canario, 74 goles, persigue los 78 del madrile?o. Por supuesto, no marc¨®. Un reflejo m¨¢s del p¨¦simo encuentro de su equipo. El Alav¨¦s, por su parte, solo piensa en la final de la Copa, el m¨¢s bello colof¨®n a su excelente temporada despu¨¦s del ascenso del pasado a?o. Pellegrino dio entrada a los jugadores menos habituales y el encuentro estuvo marcado por la falta de tensi¨®n, con un ritmo bajo y muchos jugadores sin ganas de complicarse.

V¨ªctor S¨¢nchez del Amo aline¨® a dos delanteros y un equipo verdiblanco de car¨¢cter ofensivo. Adem¨¢s, el Betis se adelant¨® pronto en el marcador con un buen disparo de Rub¨¦n Pardo que toc¨® en Feddal y bati¨® al sorprendido Ortol¨¤, titular en lugar del habitual Pacheco. Primer gol del centrocampista en el Betis, al que lleg¨® cedido de la Real en el pasado mercado invernal. El tanto propici¨®, curiosamente, que el Alav¨¦s tomara el mando del encuentro, pues ni Ceballos ni Joaqu¨ªn aparec¨ªa en el Betis, reducido a las carreras de Durmisi por la banda izquierda. El conjunto andaluz, que tiene serios problemas atr¨¢s, cruji¨® en dos acciones, ambas protagonizadas por Rub¨¦n Sobrino, un delantero formado en la cantera del Madrid que fue de lo mejor del conjunto vasco. Primero salv¨® el meta Ad¨¢n y luego fall¨® el delantero con todo a favor. El Betis respondi¨® con un disparo al palo de Rub¨¦n Castro, pero a su f¨²tbol le faltaba continuidad y desborde.

El Alav¨¦s resolvi¨® el partido en 10 minutos fant¨¢sticos. Un tramo de partido el¨¦ctrico, plagado tambi¨¦n de errores en los defensas del Betis, caso de Mandi, pero tambi¨¦n de aciertos de los jugadores del conjunto vasco, que se desplegaron con velocidad y eficacia. Un robo de Krsticic y dos grandes carreras de Vigaray desmontaron el el d¨¦bil engranaje del Betis de V¨ªctor, un equipo de prestaciones deficientes. No hubo noticias de Joaqu¨ªn, Ceballos o Rub¨¦n Castro, perdidos frente a la intensidad del rival. Ante el enfado de su p¨²blico, que no acudi¨® como en anteriores ocasiones a su estadio, el partido se fue muriendo al tiempo que los verdiblancos ofrec¨ªan una preocupante falta de recursos. El Alav¨¦s acab¨® el encuentro como una apisonadora, con un cuarto gol de Katai espectacular y el Villamar¨ªn semivac¨ªo. Un triste Domingo de Feria en verdiblanco. Al Betis le faltan demasiadas cosas para aspirar a cierta grandeza.