Sa¨²l reanima al Calder¨®n en el Atl¨¦tico de Madrid - Eibar
El tanto del volante, a 20 minutos del final, desata toda la parefarnalia que se prepara el mi¨¦rcoles para el derbi europeo
Las gradas a rebosar y una pancarta, ¡°Combato y me levanto¡±, como respuesta al mosaico del Bernab¨¦u, considerada ofensivo por los rojiblancos, que hizo referencia a las finales de Mil¨¢n y Lisboa. En el ambiente estaba que el partido con el Eibar examinaba la sensibilidad de la hinchada rojiblanca y el estado an¨ªmico y futbol¨ªstico del Atl¨¦tico tras el varapalo del derbi.
La grada, animosa, protagoniz¨® un acto de fe cantando el himno a capella. Su equipo, de inicio, a¨²n pareci¨® convaleciente de la dura derrota sufrida el pasado martes. Por momentos, la dificultad para romper al Eibar, para generar jugadas amenazantes, contagi¨® a gran parte de la grada, que mut¨® al silencio y al runr¨²n. Hasta que Sa¨²l enganch¨® esa rosca rasa y esquinada desde la media luna, el estadio entero no volvi¨® a palpitar de forma generalizada. Fue un precalentamiento de lo que se espera el mi¨¦rcoles. De nuevo el himno a pulm¨®n, los c¨¢nticos a Simeone, a Luis Aragon¨¦s y esa entonaci¨®n que sugiere a sus jugadores que demuestren qui¨¦n manda en la capital. Fueron 20 minutos de ensayo general. Toda la parafernalia reservada para el que ser¨¢ la ¨²ltima cita europea y el ¨²ltimo derbi en el Calder¨®n aflor¨® con ese tanto de Sa¨²l, incluido el hasthag ¡°No lo pueden entender¡±, alentado desde la megafon¨ªa y los videomarcadores.
El gol de Sa¨²l, con el empate del Sevilla, es la llave que puede abrir de forma definitiva la necesitada caja de la pr¨®xima Champions. Con un punto, siempre y cuando el conjunto andaluz lo sume todo, le bastar¨ªa al Atl¨¦tico. Un simple empate en el Bernab¨¦u la pr¨®xima jornada deja a los de Sampaoli fuera de la tercera plaza. El salto y la invasi¨®n de Simeone cuando el colegiado se?al¨® el final, la afici¨®n sin marcharse y la salida de los jugadores para recibir el apoyo del p¨²blico culminaron ese aperitivo de energ¨ªa y sentimiento que le espera al Madrid.
La alineaci¨®n ya era extra?a desde el principio, sin un nueve, con Torres y Gameiro en el banquillo. M¨¢s extra?a a¨²n pareci¨® la formaci¨®n cuando en el once no estaba Correa, con el que hab¨ªa probado Simeone el d¨ªa anterior y apareci¨® inscrito en los onces oficiales distribuidos por el club. Finalmente, el que jugaba era Carrasco. El club inform¨® de que el error se debi¨® a un fallo en la transcripci¨®n.
Esa alineaci¨®n sin un nueve, completada con Thomas como novedad en el lateral derecho y Gait¨¢n como volante, tard¨® 20 minutos en meterse en el partido. Se encontr¨® enfrente con un equipo que ense?¨® las hechuras que a¨²n le permiten competir por una plaza en Europa. Bien parapetado en el medio bajo el mando de su capit¨¢n Dani Garc¨ªa, un mediocentro con m¨¢s f¨²tbol y sentido del juego que nombre, y con Pedro Le¨®n e Inui amenazantes, el Eibar arranc¨® sin complejos. Pareci¨® intuir la salida comatosa del Atl¨¦tico y le agobi¨® con una presi¨®n ordenada y varias incursiones por las inmediaciones del ¨¢rea de Oblak. En una de ellas, el chisposo Inui puso a prueba al meta esloveno con un disparo duro, pero centrado.
Ese letargo inicial le dur¨® al Atl¨¦tico lo que Filipe, Koke y Girezmann tardaron en empezar a buscar combinaciones r¨¢pidas, Sa¨²l a barrer y Carrasco a intentar desmarques en profundidad. Sa¨²l le detect¨® uno y el belga hizo todo bien menos la definici¨®n. Con un recorte a la carrera puso en contacto los gl¨²teos de Ramis en la hierba, pero se ceb¨® con un remate potente y alto ante la salida desesperada de Yoel. Sa¨²l tuvo la otra gran ocasi¨®n perdida del Atl¨¦tico en el primer tiempo. Fue la ¨²nica vez que el correcto Thomas gan¨® la l¨ªnea de fondo. Su centro atr¨¢s lo recogi¨® el volante cerca del punto de penalti y ante la muralla que hab¨ªan formado los defensas del Eibar debajo de los palos busc¨® un ajuste a la escuadra que se le fue por poco. En el imaginario colectivo debi¨® aparecer de nuevo la cita del mi¨¦rcoles. Ese par de ocasiones deber¨¢n tener un destino m¨¢s certero si se quiere concertar lo que parece un imposible.
Sin acierto ante el gol, Simeone dej¨® en el banco a Gait¨¢n, que sigue sin ofrecer esa diferencia t¨¦cnica por la que el club desembols¨® 35 millones de euros. En su lugar entr¨® Fernando Torres, que, m¨¢s o menos acertado, a¨²n agita al personal desde el esfuerzo y el orgullo de defender unos colores. Sin un juego fluido, pero volcado en campo del Eibar, Filipe, que debi¨® ser expulsado cuando ten¨ªa una amarilla y puso la bota en la cabeza de Enrich, tuvo dos ocasiones antes de que llegara ese gol que hizo revivir al Calder¨®n. God¨ªn gan¨® una pelota larga en el flanco izquierdo del ataque. Su pase raso lo dej¨® pasar Torres y lo conect¨® Sa¨²l con un zurdazo tan perfecto como da?ino. Faltaban esos 20 minutos que hicieron brotar el volc¨¢n que ser¨¢ el Calder¨®n el pr¨®ximo mi¨¦rcoles.
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