Re¨ªrse de s¨ª mismo
¡°Las t¨¢cticas en el f¨²tbol se han vuelto tan complicadas como la f¨®rmula para dividir el ¨¢tomo¡±.?Jimmy Greaves
Lleva el n¨²mero siete en la camiseta pero es un nueve. Es m¨¢s nueve hoy que nunca pero en realidad siempre lo ha sido. Es un delantero centro por naturaleza, un chup¨®n del ¨¢rea, el mejor nueve del mundo. Y lo volvi¨® a demostrar esta semana con su hat-trick en Champions contra el Atl¨¦tico de Madrid.
Ni Lewandowski, ni Griezmann, ni ninguno de sus contempor¨¢neos compite con Cristiano Ronaldo. La ¨²nica pregunta v¨¢lida es si es el mejor nueve de la historia. Y segur¨ªsimo que lo es.
Habr¨¢ quien prefiera al otro Ronaldo, al brasile?o, por su exuberancia en el campo y por su car¨¢cter feliz y desacomplejado. Pero en cuanto a pura eficacia goleadora, nada que ver. No tiene los n¨²meros de Cristiano. Ni los tiene desde hace unos pocos d¨ªas otro c¨¦lebre goleador, un ingl¨¦s de otra ¨¦poca.
Cristiano es un delantero centro por naturaleza, un chup¨®n del ¨¢rea, el mejor nueve del mundo
La semana pasada Cristiano super¨® otro r¨¦cord m¨¢s, el de Jimmy Greaves, uno de los tres o cuatro jugadores m¨¢s grandes que ha producido Inglaterra. Greaves mantuvo durante casi 50 a?os el registro del jugador que m¨¢s goles hab¨ªa marcado en las principales cinco ligas europeas. Entre 1957 y 1971 Greaves marc¨® 366 goles para el Chelsea, el Milan, el Tottenham y el West Ham. Cristiano lo super¨® el s¨¢bado pasado. Con su tanto contra el Valencia lleg¨® a los 367.
Greaves compart¨ªa con Cristiano regate, velocidad, olfato goleador y nada m¨¢s. Dif¨ªcil pensar en dos personajes m¨¢s diferentes.
Greaves era uno de esos jugadores de aquellos tiempos que beb¨ªa antes, despu¨¦s y, si hubiera tenido la posibilidad, durante los partidos. No se tomaba nunca en serio, como media Inglaterra tuvo la fortuna de constatar en la segunda mitad de su vida, cuando se dedic¨® a hablar de f¨²tbol en la televisi¨®n. Ten¨ªa gracia. Ten¨ªa salero. Parec¨ªa m¨¢s sevillano que londinense. Re¨ªrse de s¨ª mismo era su reflejo habitual.
Recuerdo hace muchos a?os una entrevista que le hicieron cuando a¨²n jugaba, pero con casi 40 a?os, para un equipo de una de las ligas menores inglesas llamado Chelmsford City. Le preguntaron cu¨¢l fue el mejor gol que hab¨ªa marcado en su vida. Se supon¨ªa que recordar¨ªa alguno para el Milan o el Tottenham o para la selecci¨®n inglesa. Pero no, no. Greaves, ya gordo y algo desgastado por el alcohol, contest¨® que el mejor gol de su vida lo hab¨ªa marcado el domingo anterior para el Chelmsford. ¡°Fue como aquel que Pel¨¦ casi marc¨® desde el c¨ªrculo central en el Mundial del 70. Solo que el m¨ªo entr¨®¡±, dijo, con una p¨ªcara sonrisa. ¡°Nunca met¨ª un gol m¨¢s bonito, que yo recuerde¡±.
Despu¨¦s de retirarse Greaves sol¨ªa encontrarse con gente de su generaci¨®n en la calle que se pon¨ªa a describirle con lujo de detalle sus grandes jugadas de los a?os sesenta. El problema para Greaves es que no sab¨ªa de qu¨¦ le est¨¢n hablando. Como explic¨® una vez, ¨¦l recuerda sus goles como un alba?il jubilado sus ladrillos. Lo que s¨ª recuerda mejor, y lo que m¨¢s le divierte contar a la gente, son sus derrotas.
En una entrevista con el Daily Mail publicada en 2010, cuando Greaves ten¨ªa 70 a?os, record¨® un partido para Inglaterra contra Brasil en el Maracan¨¢. ¡°Brasil iba ganando 1 a 0 y comet¨ª uno de los grandes errores de mi vida¡±, dijo, parti¨¦ndose de la risa. ¡°Marqu¨¦ el gol del empate. Vi c¨®mo se miraban los jugadores brasile?os, vi que pensaban ¡®Vale. Ahora ver¨¢n¡¯. Y nos marcaron cuatro goles en 15 minutos¡±.
Con el mismo deleite, Greaves record¨® que la ma?ana siguiente ¨¦l y algunos de sus compa?eros de selecci¨®n, resacosos todos, bajaron a la playa de Copacabana. ¡°Hab¨ªa unos chicos jugando en la playa y pensamos ¡®OK, ahora nos tomamos la venganza¡¯. Pero¡ ?no vimos la pelota! ?Nos masacraron! ?Nos ganaron 8 a 1!¡±.
Greaves sufri¨® un ictus hace un par de a?os y hoy est¨¢ en silla de ruedas. Seguro que no le importa nada que Cristiano Ronaldo haya batido su registro goleador. Como seguro que no dudar¨ªa en reconocer que el falso siete del Real Madrid es el mejor nueve de todos los tiempos.
Pero a Cristiano le vendr¨ªa bien aprender de Greaves a re¨ªrse de s¨ª mismo, como consuelo en la segunda mitad de su vida. Porque es un nueve que nunca llegar¨¢ al diez.
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