Cuando Bannister derrib¨® la barrera de los cuatro minutos
Hace 63 a?os, el 6 de mayo de 1954, el ingl¨¦s Roger Bannister fue el primer atleta que corri¨® la milla por debajo de 4m
El 6 de mayo de 1954, pocas horas antes de convertirse en el primer atleta que corr¨ªa una milla (1.609,344 metros) en menos de cuatro minutos, Roger Bannister estuvo trabajando en el hospital de St Mary¡¯s, en Londres. Despu¨¦s comi¨® un s¨¢ndwich, afil¨® los clavos de sus zapatillas en la piedra molar de grafito del laboratorio del hospital, el mismo lugar en el que Alexander Fleming hab¨ªa descubierto la penicilina 26 a?os antes, y se fue andando a la cercana estaci¨®n de Paddington, donde tom¨® un tren para Oxford, m¨¢s de 100 kil¨®metros al norte. En el viaje fue mirando por la ventanilla, contemplando apesadumbrado c¨®mo arreciaba el viento y las gotas de lluvia chocaban contra los cristales. En la pista de Iffley Road, en la Universidad de Oxford, le esperaban sus compa?eros Chris Basher y Chris Chataway, quienes le har¨ªan de liebre en el desaf¨ªo. Juntos penaron y abominaron del tiempo ingl¨¦s hasta que a las 17.45, tras un en¨¦simo chubasco, las nubes se abrieron, sali¨® el arco¨ªris, las banderas de los edificios cayeron lacias en sus m¨¢stiles. A las 18.00 sali¨® a correr. Termin¨® las cuatro vueltas a la pista de ceniza negra de 400 metros, y nueve metros m¨¢s, en 3m 59,4s. Hab¨ªa ca¨ªdo la barrera m¨¢s simb¨®lica del atletismo. Bannister sigui¨® corriendo diariamente durante 20 a?os, pero no volvi¨® a competir. Se retir¨® reci¨¦n cumplidos los 25 a?os. Termin¨® las pr¨¢cticas en el hospital y se especializ¨® en neurolog¨ªa. A¨²n vive. Tienen 88 a?os.
¡°Es extra?o que una acci¨®n intr¨ªnsecamente simple y sin importancia c¨®mo poner un pie delante de otro durante 1.760 yardas [1.609, 344 metros, una milla] lo m¨¢s r¨¢pido posible se haya convertido en un logro deportivo tan importante¡±, escribi¨® Bannister a?os m¨¢s tarde. ¡°Creo que su atractivo reside en su simplicidad: no exige dinero ni equipamiento ni un f¨ªsico especial ni sabidur¨ªa ni educaci¨®n. En un mundo de creciente complejidad tecnol¨®gica destaca como una declaraci¨®n ingenua de la naturaleza humana. Usando simplemente sus dos pies, una persona puede superar tremendas dificultades para alcanzar una cumbre desde la que puede proclamar: ¡®nadie hab¨ªa hecho esto antes¡¯¡±.
Toda la tecnolog¨ªa de la que precis¨® Bannister fue las manos de un buen zapatero de Londres, el mismo que le hac¨ªa las zapatillas a Jack Lovelock, a quien encarg¨® unos clavos muy ligeros no necesariamente resistentes pues solo los necesitar¨ªa para tres carreras, 12 vueltas. Pesaban solo 113 gramos, 56 menos que sus pares normales. Con el afilado en grafito consigui¨® que los clavos no se llenaran de trozos de ceniza y barro, que habr¨ªan lastrado las zapatillas y dificultado su agarre. Sus zapatillas de seis puntas afiladas y una suela dura y muy fina se aten¨ªan perfectamente al reglamento de la federaci¨®n internacional de atletismo (IAAF), que precisaba que el atleta pod¨ªa correr descalzo o con zapatillas, y que la funci¨®n del calzado deb¨ªa ser solo proteger el pie, estabilizarlo y darle agarre. Cualquier otra ventaja se consideraba injusta.
Todo el tiempo de entrenamiento que le permit¨ªan sus estudios y sus pr¨¢cticas hospitalarias y las guardias a Bannister era media hora diaria. Actualmente los mejores atletas del mundo son profesionales, se entrenan m¨¢s de dos horas diarias y corren en pistas sint¨¦ticas que no solamente no agarran la zapatilla que se queda clavada sino rebotan y salen despedidas casi el¨¢sticamente. El r¨¦cord del mundo de la milla lo dej¨® en el siglo pasado Hicham el Guerruj en 3m 41s, pero los 4m siguen siendo una referencia, un l¨ªmite que separa a los buenos de los regulares.
El r¨¦cord de Bannister fue el triunfo del hombre contra las barreras f¨ªsicas. Respond¨ªa al esp¨ªritu de la ¨¦poca, el del ser humano liberado de la guerra que buscaba expandirse, explorar los l¨ªmites del mundo. En 1953 sir Edmund Hillary y Sherpa Tensing conquistaron el Everest. Poco despu¨¦s el navegante Francis Chichester fue el primer marino que circunnaveg¨® la tierra en solitario. Tard¨® nueve meses y un d¨ªa.
Todos los 6 de mayo el atletismo recuerda a Bannister, tan profunda fue la huella, casi imborrable, que grab¨® en el esp¨ªritu de la sociedad, pero ninguna celebraci¨®n, ning¨²n recuerdo, puede compararse al organizado este 6 de mayo de 2017, el s¨¢bado pasado, por Nike. A las 5.45 de la madrugada, en el circuito de f¨®rmula 1 de Monza, cerca de Mil¨¢n, tres atletas, una veintena de fisi¨®logos, inventores, cient¨ªficos, nutricionistas, biomec¨¢nicos, entrenadores, dietistas, meteor¨®logos, f¨ªsicos nucleares y ejecutivos de empresa y decenas de millones de d¨®lares de inversi¨®n intentaron derribar una de las barreras que parecen imposibles para el ser humano, correr una marat¨®n (42.195 metros) en menos de dos horas, lo que equivale 26 millas consecutivas en 4m 34s. ¡°El ser humano no tiene l¨ªmites¡±, dijo Eliud Kipchoge, el maratoniano keniano que se qued¨® a 25s del objetivo, el atleta del nuevo siglo, tambi¨¦n obsesionado por ir m¨¢s all¨¢. Como mandan los tiempos.
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