Nadal y Djokovic, episodio 50: cuesti¨®n de jerarqu¨ªa

Palmas, griter¨ªo, ¨¦xtasis. Una secuencia de ?Oooohs! largu¨ªsimos e interminables. El p¨²blico madrile?o en pie, disfrutando a m¨¢s no poder de las virguer¨ªas, ajeno a la tromba de agua que ca¨ªa en el exterior de la Caja M¨¢gica, porque ayer la jornada transcurri¨® con la techumbre cerrada a cal y canto. Y Rafael Nadal, sobre la arena h¨²meda y pastosa de la pista central, en medio de ese contexto hiperb¨®lico que tanto le gusta, completamente desatado. El balear desarm¨® a David Goffin en un partido delicioso (7-6 y 6-2, en 1h 59m) y alcanz¨® por 10? vez las semifinales del Mutua Madrid Open, en las que hoy (16.00, TVE1/Tdp) se topar¨¢ con Novak Djokovic, al que ayer ni siquiera le hizo falta vestirse de corto porque Kei Nishikori no compiti¨® por lesi¨®n.

M¨¢s informaci¨®n

Nadal difumina a Kyrgios en octavos

Andy Murray pierde contra el joven Coric

Con lo cual, un duelo de altos quilates. El gran cl¨¢sico del tenis moderno. La 50? ocasi¨®n en la que ambos cruzar¨¢n sus destinos, aunque esta vez el envoltorio ha cambiado ostensiblemente. Poco o muy poco tiene que ver la circunstancia actual de Nadal con respecto a la ¨²ltima vez que chocaron, y muy poco, o m¨¢s bien absolutamente nada que ver, tiene el presente de Djokovic con aquel ¨²ltimo enfrentamiento, hace casi un a?o, en los cuartos de final de Roma. De entonces a hoy, una mutaci¨®n de ambos, radical y fehaciente, porque lo dicen tanto los hechos como los n¨²meros, m¨¢s all¨¢ de que ambos sean unos fueras de serie y su rivalidad (26-23 a favor de Nole) refleje equilibrio.

Nadal ya no es el Nadal que cedi¨® las ¨²ltimas siete veces contra el serbio, al que no derrota desde la final de Roland Garros de 2014 (junio). Nadal no es ese Nadal vulnerable ni Djokovic el sargento de hierro de los dos ¨²ltimos a?os, ese Djokovic inabordable hasta que alz¨® el t¨ªtulo en Par¨ªs, hace un a?o, y despu¨¦s mengu¨®. El presente dice otra cosa. Dice que Nadal va camino de volver por sus fueros, que el balear ya es el mejor jugador de la temporada ¨Ccon el triunfo contra Goffin desbanc¨® a Roger Federer en la primera plaza de la race¨C y que en la tierra alcanza otra dimensi¨®n. Tambi¨¦n dice que a Djokovic le asaltan las dudas, que se busca y que est¨¢ resete¨¢ndose para recobrar la chispa y regresar a medio plazo a la c¨²spide.

Es decir, la crisis ha cambiado de orilla y Nadal es el que apunta muy alto ahora. Ayer, tras lograr la victoria, irrumpi¨® en la sala de conferencias con una sonrisa de oreja a oreja, con un semblante muy distinto al habitual. ¡°Ha sido uno de esos partidos en los que uno se va a casa con la adrenalina alta¡­¡±, expres¨® al comienzo, antes de que los periodistas le interrogasen sobre el en¨¦simo careo con Nole. ¡°Ser¨¢ especial porque jugar¨¦ contra uno de los mejores de la historia de nuestro deporte. Soy consciente de que o juego muy bien o las opciones van a ser pocas. Espero estar al m¨¢ximo¡±, manifest¨® el de Manacor, al que, dijo, no le quita el sue?o el marco que hoy toque ni los hipot¨¦ticos favoritismos. ¡°Ni lo s¨¦ ni me preocupa. No cambia nada lo que pod¨¢is pensar o escribir. Ganar¨¢ el que juegue mejor. Son partidos muy complicados en general. Si los dos jugamos bien, no creo que haya mucha diferencia de nivel¡±, indic¨®.

Inyecci¨®n an¨ªmica, en uno u otro sentido

Dijo Nadal que ocurra lo que ocurra no variar¨¢ el devenir del a?o, pero lo cierto es que el de Djokovic supone un test de m¨¢xima exigencia, independientemente de que el de Belgrado no est¨¦ del todo bien. Esta campa?a, el espa?ol se ha reencauzado a base de regularidad, con un tenis que le ha permitido levantar dos t¨ªtulos, Montecarlo y Barcelona. Sin embargo, a lo largo de todo el trayecto no ha coincidido ni con Djokovic ni con Andy Murray, y en las tres ocasiones (Melbourne, Indian Wells y Miami) que se midi¨® a Federer perdi¨®. Por lo tanto, esta semifinal se antoja mucho m¨¢s trascendental que un simple partido, porque ganar puede suponer una inyecci¨®n an¨ªmica incalculable. Una alteraci¨®n del orden jer¨¢rquico, m¨¢s all¨¢ de lo que diga el ranking.

El baj¨®n de Djokovic lo so?ar¨ªa el 99% de los jugadores. Vamos a respetar ese baj¨®n

¡°No. No cambiar¨¢ nada¡±, neg¨® el protagonista. ¡°Es un partido importante, porque nos dar¨ªamos la opci¨®n de competir por uno de los torneos m¨¢s importantes del a?o, pero no creo que lo que pase afecte al futuro¡±, matiz¨® el de Manacor, que este ejercicio ha firmado 32 triunfos (m¨¢s que nadie) y cinco tropiezos. ¡°Hist¨®ricamente nos hemos hecho da?o el uno al otro, porque nos hemos quitado t¨ªtulos importantes. Ha sido una ¨¦poca en la que los partidos entre Federer, Djokovic y yo se han repetido muchas veces, compitiendo siempre por trofeos importantes, y creo que eso ha sido muy bueno para el tenis¡±, continu¨®.

Nadal depart¨ªa con el rostro serio de siempre, pero relajado. Sin embargo, cuando le mencionaron el ¡°baj¨®n¡± de Djokovic hubo un vac¨ªo de dos segundos, arque¨® la ceja izquierda y dispar¨®: ¡°El baj¨®n de Djokovic lo so?ar¨ªa el 99% de los jugadores (...). Vamos a respetar ese baj¨®n. Ha bajado un poquito, pero son muchos a?os y ganar cada semana es casi imposible. A todos nos vienen ¨¦pocas mejores y peores. Ha sido s¨²per regular, no ha tenido el mejor comienzo, pero no nos enga?emos: solo fall¨® en Australia, contra Istomin. ?l no est¨¢ en una mala l¨ªnea. Espero a un gran Djokovic ma?ana [por hoy]¡±.