?Bale al United y Mourinho al Madrid?
¡°No hay justicia. Solo hay buena suerte y mala suerte¡±. Orson Welles.
En la era de las noticias falsas llega la hora de la verdad. Los pol¨ªticos mienten, el f¨²tbol no. O al menos las tablas no mienten. Este fin de semana se deciden las dos competiciones deportivas que, a?o tras a?o, m¨¢s inter¨¦s despiertan en m¨¢s habitantes de la tierra: la Liga inglesa y la Liga espa?ola. Los que las ganen, los que queden segundos, terceros o cuartos, los que caigan a Segunda, todos se lo habr¨¢n merecido. Habr¨¢ no solo verdad sino justicia.
En Inglaterra, eso s¨ª, habr¨¢ m¨¢s claridad. En Espa?a, m¨¢s pol¨¦mica. Primero, porque en Espa?a siempre hay m¨¢s pol¨¦mica. Segundo, porque la diferencia de puntos entre los dos candidatos al t¨ªtulo es m¨ªnima. Pero si el Real Madrid hace lo que todos esperan y se proclama campe¨®n, ser¨¢ porque ha sido m¨¢s equipo que el Barcelona. El Barcelona hoy es Messi y diez m¨¢s. El Madrid tiene al insaciable Ronaldo, pero tambi¨¦n a figuras enormes y casi igual de decisivas como Sergio Ramos, Marcelo y Modric.
Dir¨¢n en Barcelona que el Madrid tuvo a favor los errores arbitrales. Dir¨¢n que Zinedine Zidane es un entrenador milagrosamente afortunado. En lo primero, la respuesta debe ser que a lo largo de una temporada los aciertos y las equivocaciones de los ¨¢rbitros se suelen repartir de manera bastante equitativa. En lo segundo, s¨ª, algo de verdad hay. Zidane tuvo la suerte de que Gareth Bale se lesion¨® repetidamente, permitiendo que Isco se revelase como un jugadorazo que ofrece apreciablemente m¨¢s equilibrio, inteligencia e imaginaci¨®n al equipo que el gal¨¦s.
Por lo dem¨¢s, decir que Zidane el t¨¦cnico es un triunfador accidental no es justo. Su trayectoria en la Champions habla por s¨ª misma. En el caso, casi inimaginable, de que el Madrid perdiese su ¨²ltimo partido de liga y de que el Barcelona se coronase campe¨®n, el afortunado ser¨ªa el club catal¨¢n.
En Inglaterra ya hay campe¨®n, el Chelsea, y nadie cuestiona que fue el mejor equipo de la Premier League. Como nadie cuestiona que el segundo mejor fue el Tottenham de Mauricio Pochettino, un entrenador argentino que apuesta, contra natura y con admirable criterio, por jugadores de nacionalidad inglesa.
Todo el inter¨¦s en la ¨²ltima jornada de la Premier reside en qu¨¦ equipos acabar¨¢n ocupando las dos plazas de clasificaci¨®n para la Champions. Se la juegan el Manchester City, el Liverpool y el Arsenal, que van terceros, cuartos y quintos en la tabla respectivamente. Lo m¨¢s probable, y lo m¨¢s indicado, es que al finalizar los partidos de la ¨²ltima jornada sigan d¨®nde est¨¢n.
Solo el m¨¢s ciego devoto del entrenador del City, Pep Guardiola, pensaba que ganar¨ªa la liga a la primera de cambio. Cuando el City ha jugado bien esta temporada ha jugado mejor que nadie. Pero la defensa, o envejecida o inexperta, ha carecido de solidez y en ataque les ha faltado contundencia goleadora. Los que hacen un culto de mofarse de Guardiola mejor que esperen a la temporada que viene. Si ah¨ª tampoco gana nada pueden declarar que su traspaso a Inglaterra fue un fracaso. Hoy no.
El entrenador del Liverpool, Jurgen Klopp, es un campe¨®n sin salir al campo. No hay personaje m¨¢s carism¨¢tico en el mundo del f¨²tbol. Su drama es que ya ha exprimido todo lo posible una mediocre plantilla. Necesita refuerzos y, a diferencia de Guardiola, no dispone de los recursos para fichar a los mejores.
Lo peor que le podr¨ªa pasar al Arsenal es que en el ¨²ltimo suspiro supere al Liverpool y acabe en cuarto lugar. Hay muchos aficionados del Arsenal que desean que su equipo no lo consiga y que quede fuera de la Champions: es la mejor posibilidad que existe de que por fin se vaya su terco y trasnochado entrenador, Ars¨¨ne Wenger.
No parece haber dudas, en cambio, respecto a la permanencia de Jos¨¦ Mourinho, cuyo Manchester United acaba la liga en un merecido y lejano sexto lugar. Deber¨ªa haberlas ya que ning¨²n equipo del United ha ganado menos partidos en una temporada desde que se fund¨® la Premier League en 1992.
Lo mejor que le podr¨ªa pasar al United es que el Real Madrid pierda la final de la Champions y, en uno de esos arrebatos que caracteriza al club, vuelva a fichar a Mourinho. Lo mejor que le podr¨ªa pasar al Madrid es que el United fiche a Gareth Bale.
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