Kvitova cierra las heridas

Courage, Belief, Pojd! Es decir, algo as¨ª como: ?Valor, Cree, Vamos! Cuando Petra Kvitova logr¨® la victoria frente a la norteamericana Julia Boserup en el partido que abr¨ªa el cartel de la pista central, sus acompa?antes brincaron en el palco y exhibieron el lema de sus camisetas con orgullo. La checa se aproximaba hacia la red conteniendo las l¨¢grimas porque el ¨²ltimo medio a?o ha sido una tortura para ella, v¨ªctima de un asalto dom¨¦stico el pasado 20 de diciembre. Entonces, un individuo se col¨® en su apartamento de Postejov y acuchill¨® la mano izquierda de la tenista, poniendo en entredicho su carrera.

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¡°Estoy feliz por la victoria [6-3 y 6-2, en 1h 14m], por el partido, pero lo de hoy iba verdaderamente m¨¢s all¨¢ del juego¡±, expres¨® la checa posteriormente, en la sala de prensa, donde se la ve¨ªa feliz y radiante despu¨¦s de un calvario que le hizo estar varias horas en el quir¨®fano para reparar su mano, seriamente da?ada por los cortes. ¡°No noto ninguna diferencia. Estoy feliz de no haber sufrido dolor. Le promet¨ª a mi doctor [Radek Kerble] que si sent¨ªa cualquier tipo de dolor, ya fuera durante un partido o un entrenamiento, me detendr¨ªa inmediatamente, pero me alegro de que hacerlo¡±, contaba la n¨²mero 16 del mundo.

A los 27 a?os, Kvitova, zurda y bicampeona de Wimbledon (2011 y 2014), vivi¨® hace seis meses una de esas experiencias traum¨¢ticas que marcan la vida. Aquella intrusi¨®n pudo tener todav¨ªa un peaje mucho m¨¢s elevado que el de la cirug¨ªa y el medio a?o en la reserva, de modo que se siente incluso afortunada. ¡°Solo el hecho de estar aqu¨ª y de hacer lo que he hecho ya era importante¡±, valor¨® la jugadora, quien hace seis a?os alcanz¨® el segundo puesto del ranking y que durante el ¨²ltimo lustro ha sido una de las punteras del circuito femenino, con un bronce ol¨ªmpico (2016) y una Copa de Maestras (2011) tambi¨¦n en su palmar¨¦s.

¡°Han sido meses muy duros¡±, continu¨®. ¡°Sobre todo por las cicatrices; cuando comenc¨¦ a entrenar de nuevo estaban muy tirantes y cada vez que golpeaba la pelota lo sent¨ªa. Tambi¨¦n se me hinchaban mucho los dedos, as¨ª que hab¨ªa d¨ªas en los que deb¨ªa parar cuando solo hab¨ªa entrenado 15 minutos¡±, precis¨® la checa, de 1,82 y 70 kilos. De nuevo, con una sonrisa en el rostro despu¨¦s un episodio en el que el ladr¨®n apenas se llev¨® un bot¨ªn de 200 euros y a ella le cost¨® cinco horas en la sala de operaciones y una gran incertidumbre.

Comenz¨® readaptando movimientos, a base de b¨¢dminton y ping-pong. Los plazos iniciales dec¨ªan que tal vez pudiera volver para Wimbledon, a comienzos de julio, pero la fuerza de voluntad y una exitosa rehabilitaci¨®n han hecho que se recorten. ¡°Fue una decisi¨®n de ¨²ltima hora. Siento que he venido a Par¨ªs ya como una ganadora. El de hoy ha sido un poco m¨¢s especial que cualquier otro¡±, celebr¨® Kvitova, quien unos d¨ªas atr¨¢s, en la antesala del torneo, se expres¨® desde la posici¨®n de alguien que ha obtenido una victoria vital: ¡°He ganado mi mayor batalla. Sent¨ªa que me hab¨ªan arrebatado el tenis. De repente no pod¨ªa hacer lo que amo. Ahora vuelvo a ser feliz y a disfrutar de lo que m¨¢s me gusta. Ahora veo la vida de una forma muy distinta¡±.