Los reyes de la soja tambi¨¦n triunfan en el f¨²tbol

Una bandera de unos cuatro metros cuelga del alambrado de una cancha de f¨²tbol en Carlos Casares (a 300 kil¨®metros de Buenos Aires): ¡°Agro no tuvo infancia, naci¨® grande¡±. La leyenda, muy repetida por las hinchadas de f¨²tbol en Argentina, nunca tuvo m¨¢s asidero. El trapo viste el novato estadio del Club Agropecuario Argentino, una instituci¨®n de apenas seis a?os de vida que el pasado fin de semana asegur¨® su ascenso al Nacional B, la segunda divisi¨®n del f¨²tbol argentino. El crecimiento de la instituci¨®n fue tan vertiginoso como el de la soja en el mercado productivo de Argentina, y no es casual: su presidente y fundador se llama Bernardo Grobocopatel, un apellido ilustre en el mercado mundial del oro verde.

El pasado fin de semana Agropecuario se convirti¨® en el equipo m¨¢s joven de la historia en jugar la segunda categor¨ªa del f¨²tbol argentino (el anterior era Crucero del Norte, de Misiones, con nueve a?os). No lo hizo jugando, ya que qued¨® libre en la ¨²ltima fecha del pentagonal del Torneo Federal A, una liga que cubre los 5.000 kil¨®metros de extensi¨®n del pa¨ªs, de norte a sur, pero que no recibe apoyo de AFA, como el resto de los cert¨¢menes. Alcanz¨® con la victoria de Gimnasia y Tiro de Salta por 1 a 0 sobre Gimnasia de Mendoza, el otro aspirante al t¨ªtulo, para que los 21.000 habitantes de Carlos Casares desplegaran una inesperada fiesta en calles y campos. Los jugadores lo vieron en el departamento de uno de ellos y al finalizar, alguien puso un cami¨®n y se improvis¨® la caravana de la gloria. El delantero Gonzalo Urquijo, goleador del equipo, celebr¨® manejando un tractor.

Es que, seg¨²n lo que describe a EL PA?S, el entrenador Jos¨¦ Mar¨ªa Bianco, ¡°Carlos Casares es un pueblo donde todav¨ªa se conserva eso de dejar los autos en la puerta con la llave puesta y la gente se junta en los bares a jugar a las cartas y pasar toda la ma?ana¡±. Hijo de esa calma es Bernardo, primo de Gustavo Grobocopatel, presidente de Los Grobo Agropecuaria y una de las personas m¨¢s ricas de Argentina, al punto que el ¨²ltimo reporte de sustentabilidad de la firma (2013-2014) acusa haber vendido 770.000 toneladas de granos sembrados en unas 53.000 hect¨¢reas. O sea, lo equivalente a 53.000 campos de f¨²tbol. Uno de los que se salv¨® es el de el sojero, tal como le dicen al club.

Para describir la fundaci¨®n de Agropecuario alcanzan con dos declaraciones hechas por su fundador. Una en 2006, al sitio La Pol¨ªtica Online, cuando cont¨® que junt¨® ¡°17 hect¨¢reas que fui comprando y ah¨ª hicimos el estadio. Es de Primera, entran unas 8.000 personas, tenemos palcos de dos pisos y ahora estoy construyendo un hotel. Adem¨¢s como ac¨¢ hay problemas porque el agua tiene mucho salitre, al lado del hotel voy a hacer un lago artificial para que junte toda el agua de lluvia posible y usarla para el riego¡±. El lago es una realidad, pero con el ascenso har¨¢n falta cabinas de transmisi¨®n, mejores vestuarios y accesos.

Los antecedentes son positivos: ¡°Un d¨ªa (Bernardo) lleg¨® al club y dijo ¡®entramos en AFA¡¯¡±, recuerda Bianco. La an¨¦cdota a¨²n no tiene dos meses y refiere al ingreso de las categor¨ªas menores a la ¨®rbita del f¨²tbol profesional. ¡°No hab¨ªa jugadores ni nada; vinieron 400 chicos, improvis¨® un albergue en el ¨²nico hotel del pueblo y a los que eran de los pueblos cercanos les puso una combi (furgoneta) para llevarlos y traerlos. Hace dos partidos que est¨¢n participando¡±, cierra quien fuera exJugador de Independiente. Al regreso del Grobocopatel de Brasil, se definir¨¢ de qu¨¦ manera encarar¨¢n la pr¨®xima temporada y el futuro del entrenador, aunque la relaci¨®n entre ambos parece decidir por s¨ª sola: ¡°Nosotros lo seguimos en el sue?o a ¨¦l. De los presidentes que he tenido, es el que m¨¢s se ha comprometido, tanto en viajes como asados y momentos compartidos. Ha sido uno m¨¢s entre todos nosotros y es bueno porque es muy futbolero¡±.

La otra frase que define este ascenso es de hace pocos d¨ªas, con el triunfo apenas consumado. ¡°Estoy emocionado. Toda la vida so?¨¦ con tener un club de f¨²tbol porque mi vida es el f¨²tbol. Tuve la suerte de nacer con todo lo que la gente desea tener, pero me faltaba esto¡±, confes¨® Grobocopatel a T¨¦lam. La campa?a comenz¨® hace apenas cuatro meses, tras la huelga de futbolistas de principios de a?o.¡°Cuando llegu¨¦, ped¨ª dos jugadores para reforzar el plantel que hab¨ªa de antemano y enseguida nos dieron el voto de confianza. Muchos presidentes prometen con palabras pero ¨¦l cumpli¨®¡±, se envalentona el entrenador, aunque con la repregunta para saber si pedir¨¢ m¨¢s contrataciones, modera el mensaje entre risas: ¡°Viste como son los que tienen dinero; si lo tienen, lo tienen por algo, porque lo cuidan. Entonces no es tan f¨¢cil pedir y que te compren como todo el mundo cree¡±. Pero, claro, con el acenso tambi¨¦n vendr¨¢n las ventas y a nadie le extra?ar¨¢ cuando los Grobocopatel no s¨®lo exporten soja, sino tambi¨¦n futbolistas.