La loter¨ªa premia al Valencia ante el Baskonia

Tan igualados est¨¢n Baskonia y Valencia que el factor cancha de estas semifinales se decidi¨® en el average general de la temporada regular. Y le cay¨® al Baskonia, pero ayer se lo rob¨® el Valencia en un final de infarto con una pol¨¦mica decisi¨®n arbitral en la falta deliberada de Sastre sobre Ledo que no fue considerada antideportiva. Tres segundos para una pitada a los ¨¢rbitros, para desencajar la mand¨ªbula del t¨¦cnico baskonista Sito Alonso y para que Larkin se tuviese que jugar un triple lejan¨ªsimo que se fue al tablero. Y el Valencia acab¨® ganando por 82-83 y anotando su primer punto de la eliminatoria.

Un Valencia que fue siempre a remolque del Baskonia, que dominaba el rebote y ganaba en intensidad a su rival, pero que se puso por delante en el marcador en el momento justo, en el tramo final del ¨²ltimo cuarto, el que decide los partidos, el que mide los nervios. Y entre otras cosas, lo consigui¨® gracias al exbaskonista San Emeterio, intratable en ataque, con un surtido variado de soluciones para cualquier problema, Dubljevic le ayud¨® en ocasiones, Sastre en otras, mientras Baskonia resultaba m¨¢s coral, aunque la presencia de Larkin es siempre como encender una l¨¢mpara de Aladino. Ricky Ledo se destap¨® por fin como el jugador resolutivo que el Baskonia fich¨® para suplir al lesionado Budinger.

En plena efervescencia de los azulgrana, consiguieron llevar el marcador hasta los 10 puntos de diferencia, pero inmediatamente resucitaba el Valencia de la mano de San Emeterio y restitu¨ªa el orden establecido, es decir, la igualdad que define a ambos equipos y que se llev¨® hasta el paroxismo de la ¨²ltima jugada. Nunca se sinti¨® ganador el Baskonia, pero nunca pens¨® que pod¨ªa perderlo dominando el rebote, acelerando Larkin, Ledo, Hanga el acierto anotador.

Pero de pronto el bal¨®n comenz¨® a convertirse en una liebre saltarina. Una racha de perdidas alternas, de jugadas confusas, de errores en el pase, de exceso de aceleraci¨®n llev¨® el encuentro al suspense final, a la loter¨ªa de aciertos y desaciertos (incluidos algunos errores arbitrales que castigaron a ambos equipos). Pudo pasar cualquier cosa, y pas¨® que el Valencia estuvo m¨¢s templado y compr¨® m¨¢s boletos para la rifa. Y le toc¨® el premio gordo.