Espa?a contra las distracciones en Macedonia

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La buc¨®lica Skopje, con sus colinas agrestes y sus valles cubiertos de vi?edos, esconde amenazas perturbadoras para la selecci¨®n de Espa?a. As¨ª lo cree el seleccionador, Julen Lopetegui, que da la voz de alarma desde mucho tiempo antes de aterrizar en la ciudad. El t¨¦cnico pide cuidado con Macedonia, que es un rival m¨¢s duro de lo que aparenta; cuidado con Nestorovski, que parece tosco pero usa las dos piernas; cuidado con la hierba del estadio Felipe II, que hasta hace tres semanas estaba en p¨¦simas condiciones; cuidado con las distracciones, con la prensa que enreda, con los directivos que confunden, con los agentes que llaman a deshora... Mucho cuidado ¡ªadvierte Lopetegui¡ª porque un tropiezo ante Macedonia (20.45, La 1) convertir¨¢ la clasificaci¨®n para el Mundial de 2018 en una cuesta empinada a dos meses de recibir a Italia en el Bernab¨¦u.

"Macedonia es un equipo que tiene muy claro c¨®mo tiene que atacar y defender", advierte el seleccionador; "a partir de ah¨ª el foco lo ponemos en lo que nosotros tenemos que hacer, en c¨®mo desarrollar nuestro juego, que es aquello que podemos controlar y nos ocupa. Porque este rival nos exigir¨¢ dar nuestra mejor versi¨®n¡±

El mensaje pretende que la tropa mantenga la guardia en alto. Porque el plantel de La Roja da muestras de tener otras cosas en mente, aparte de Macedonia. Este es el ¨²ltimo partido antes de las vacaciones y prevalece la confianza, cuando no los preparativos para la mudanza colectiva a Ibiza, o un cierto alivio despu¨¦s del repudio que sintieron en Murcia.

Esto transmiti¨® ayer Busquets. El volante del Bar?a, uno de los jugadores cuya palabra tiene m¨¢s peso en el equipo, reconoci¨® a TVE que las pitadas que dedican los hinchas a Piqu¨¦ en los estadios espa?oles han convertido los partidos en lugares extra?os en motivo de confort. ¡°Cuando se juega fuera de casa es diferente¡±, dijo Busquets; ¡°es triste porque en casa es cuando todo el mundo tendr¨ªa que remar en la misma direcci¨®n¡±.

La manifestaci¨®n de rabia de la afici¨®n espa?ola en el amistoso contra Colombia celebrado en la Nueva Condomina el mi¨¦rcoles pasado, donde cientos pitaron a Piqu¨¦ cada vez que toc¨® el bal¨®n, roz¨® el sadismo. Nadie parece reparar que el origen del morbo, el antimadridismo sarc¨¢stico de Piqu¨¦, no tiene nada que ver con la selecci¨®n. El defensa del Barcelona se ha esforzado por demostrar a sus compa?eros que sabe perder y sabe convivir con el sarcasmo ajeno cuando la diana es ¨¦l. Los empleados de la federaci¨®n dicen que no solo se comporta como un verdadero l¨ªder. En Espa?a ejerce de capit¨¢n junto con Ramos.

El cuerpo t¨¦cnico de la selecci¨®n agradece que Piqu¨¦ no se haya disgustado con Carvajal porque se burlara de ¨¦l con c¨¢nticos, durante la celebraci¨®n de la Duod¨¦cima en Cibeles. Lo primero que hizo Piqu¨¦ cuando salt¨® al campo a entrenarse este s¨¢bado fue unirse al rondo de los madridistas: con Asensio, Nacho, Ramos y el propio Carvajal. Cundieron las bromas y las risas. Al menos, mientras hubo testigos de la prensa en las gradas.

Durante la pr¨¢ctica del s¨¢bado el bal¨®n rod¨® sin sobresaltos sobre la hierba que tanto ha inquietado a Lopetegui. El t¨¦cnico lament¨® que all¨ª hayan jugado dos equipos durante toda la temporada pisoteando el pasto sin cuidado. Los representantes de la federaci¨®n macedonia responden que en el Felipe II no compite nadie desde hace un mes y que la hierba est¨¢ siendo cuidada con rigor para celebrar la final de la Supercopa de Europa en agosto. ¡°La hierba est¨¢ igual para los dos equipos¡±, dijo Igor Angelovski, el impasible seleccionador macedonio.

Control y descontrol

¡°Lo m¨¢s importante es el desempe?o que tengamos sobre el terreno, no el terreno; tenemos que poner el foco en aquello que podamos controlar¡±, dijo Lopetegui, como si la jardiner¨ªa fuese una ciencia peligrosa.

Lopetegui, que procura encauzar sus propias preocupaciones, insisti¨® en viejos conceptos del management americano: el pensamiento positivo y la dedicaci¨®n psicol¨®gica a aquello que se puede ¡°controlar¡± para renunciar a pensar en el vasto universo circundante.

Macedonia ha perdido cuatro de sus cinco partidos de clasificaci¨®n. Solo le gan¨® a Liechtenstein y el precedente se?ala que nunca fue m¨¢s vulnerable que cuando enfrent¨® Espa?a, el a?o pasado en Granada (4-0). Todo parece en calma en la dulce Skopje. Todo parece bajo control. Pero Lopetegui no se f¨ªa.