Laia Palau y Anna Cruz: ¡°Hemos construido nuestra propia historia¡±
La selecci¨®n espa?ola, subcampeona ol¨ªmpica y mundial, busca prolongar su memorable secuencia de siete medallas en los ocho ¨²ltimos Europeos
Laia Palau (Barcelona, 37 a?os) tiene en su curr¨ªculo nueve de las 11 medallas del baloncesto femenino espa?ol y suma 22 t¨ªtulos de clubes. Anna Cruz (Badalona, 30 a?os) es campeona de la WNBA y de la Euroliga y el a?o pasado en R¨ªo se convirti¨® en icono logrando la canasta milagrera frente a Turqu¨ªa que meti¨® a la selecci¨®n por primera vez en la historia en las semifinales de unos Juegos. Ninguna presume de palmar¨¦s. Juntas son una oda a la humildad. ¡°No vamos sobradas. Estamos aqu¨ª porque hemos sudado y llorado mucho¡±, cuentan las subcampeonas ol¨ªmpicas y mundiales. Desde hoy, en la Rep¨²blica Checa, buscan prolongar la memorable secuencia de siete medallas en los ocho ¨²ltimos Europeos. El primer rival en la fase de grupos es Hungr¨ªa (20.30, Teledeporte); despu¨¦s vendr¨¢n Ucrania y las anfitrionas.
Laia Palau. Va a ser un Europeo dur¨ªsimo y vamos a sufrir un mont¨®n, como hace dos a?os en Budapest. Pero si encontramos nuestro juego y nuestra chispa, las rivales tendr¨¢n que preocuparse mucho de nosotras. El equilibrio entre la ambici¨®n y la prudencia se logra poniendo el contador a cero. Cada verano hay que reescribir la historia. No hemos sido campeonas de Europa mil veces. No venimos de all¨ª, hemos llegado con mucho esfuerzo y en el ¨²ltimo suspiro. La pasi¨®n y la intensidad es nuestra manera de acortar distancias.
Anna Cruz. Las favoritas volver¨¢n a ser Francia, Serbia, Turqu¨ªa... Luego puede haber alg¨²n tapado de estos que no han estado nunca arriba pero nacionalizan a alguna jugadora y dan la sorpresa. Chequia juega en casa pero, a priori, en el grupo no tenemos ning¨²n hueso. Al margen de las rivales, tenemos que ser igual de intensas que siempre. Cuando en alg¨²n momento flaqueas, miras a tu lado y ves a una compa?era que est¨¢ dej¨¢ndose la vida y piensas ¡®yo tengo que hacer lo mismo¡¯. No sabemos jugar de otra manera. Si no estamos as¨ª tenemos muchas papeletas de perder.
L. P. Es la manera de prolongar lo que hemos conseguido. Nosotras hemos vivido la profesionalizaci¨®n del baloncesto femenino. Hemos formado parte de ese camino y nos hemos construido nuestra propia historia. Muchos ni?os peque?os dicen eso de ¡®yo quiero ser Pau Gasol¡¯, pero nosotras apenas ten¨ªamos referentes ?Amaya [Valdemoro] es casi de mi generaci¨®n! No sal¨ªa ninguna jugadora por la tele, no imagin¨¢bamos que nos pod¨ªamos ganar la vida con esto. Jug¨¢bamos porque nos gustaba, sin pensar en hacer carrera. Ahora me emociono porque viene gente a nuestros partidos. No somos superfamosas, pero, en estos a?os, hemos construido un legado para las ni?as.
A. C. A las j¨®venes que vienen ahora a la selecci¨®n ya les decimos que esta es la buena vida que les hemos conseguido a base de lucha. Venir aqu¨ª es jauja. Pero no nos damos importancia. Nos hace gracia cuando nos preguntan por lo de hacer historia y estas cosas. Yo no s¨¦ ni las medallas que tengo [5]. Logramos los ¨¦xitos y luego se nos olvida y vamos a por lo siguiente. Queremos ganar y ya est¨¢. Eso tambi¨¦n nos sirve para no presionarnos. Seguimos siendo muy miedosas. Lo que nos ha hecho construir esto es la humildad.
L. P. Estos ¨²ltimos cuatro a?os hemos cogido una carrerilla de medallas impresionante, pero a todos los bronces que fuimos logrando desde 2001 le doy much¨ªsimo valor. Siempre hemos dado lo m¨¢ximo. El salto definitivo es que todo se ha globalizado y la Federaci¨®n ha apostado much¨ªsimo por nosotras. Se nota solo en ver c¨®mo comemos. Antes era todo rancho grande y ten¨ªamos cosas del ej¨¦rcito de Pancho Villa. No hab¨ªa informaci¨®n y las estructuras eran rancias y jerarquizadas.
A. C. Para todas, no hay mayor ni mejor equipo que hayamos tenido nunca que la selecci¨®n. Si estuvi¨¦semos todo el a?o juntas a lo mejor nos hartar¨ªamos de vernos y saldr¨ªan sapos y culebras del vestuario (risas) pero, en este formato de mes y medio de concentraci¨®n y campeonato, para las que estamos fuera nos da la vida. Todas sabemos lo duro que es estar fuera y somos una maravillosa reuni¨®n de emigrantes.
L. P. Nos conocemos con la mirada. Estamos entre amigas y jugamos a un grand¨ªsimo nivel. El equipo est¨¢ muy rodado y llegar aqu¨ª es como ponerte las zapatillas cuando llegas a casa despu¨¦s de un d¨ªa duro. Es nuestra segunda piel. Ahora el cach¨¦ que ha conseguido la jugadora espa?ola es innegable. Estamos en los mejores equipos de Europa y Anna ganando el anillo de la WNBA. En la ¨²ltima Final Four ¨¦ramos quiz¨¢ el pa¨ªs que m¨¢s presencia ten¨ªa despu¨¦s de las americanas.
A. C. A m¨ª en EE UU me han tratado muy bien. Muchas de las compa?eras con las que he jugado en Minnesota han jugado en Europa y te conocen. All¨ª sigues siendo la blanquita y cuando haces una entrada o algo especial lo magnifican mucho eso s¨ª. En el Mundial de Espa?a en 2018 nos volveremos a ver con ellas. Hace mucha ilusi¨®n vivir un campeonato as¨ª en casa. A ver si logramos convencer a la capitana para que no se retire. No se deja (risas).
L. P. Voy d¨ªa a d¨ªa. Llegu¨¦ en 2002 a la selecci¨®n de Betty Cebri¨¢n, Marina Ferragut, Ana Bel¨¦n ?lvaro, Nieves Anula, Isa S¨¢nchez, Amaya Valdemoro¡ las grandes de la anterior generaci¨®n. Entre de churro en la lista del Mundial de China y aqu¨ª sigo. Har¨¦ balance y ya veremos.
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