Qu¨¦ necesidad
De demostrarse, el fraude de Cristiano tambi¨¦n lo ser¨ªa a los que animamos al Madrid y lo vemos compatible con pagar impuestos
Uno de los momentos m¨¢s confusos del aficionado de f¨²tbol se produce cuando cree que al terminar el partido hay que seguir animando a sus ¨ªdolos. Esto produce escenas inc¨®modas en la calle, pues se les aclama haciendo sonar el claxon del coche o se les asalta para hacer una foto, y escenas terror¨ªficas en escenarios en los que el jugador y el fan tienen los mismos deberes, o sea el Ministerio de Hacienda. De esta manera, hay aficionados futbol¨ªsticos de Cristiano Ronaldo que tambi¨¦n son aficionados fiscales suyos; que han seguido con la misma regularidad sus goles que sus declaraciones de la renta, y son capaces de destripar sus movimientos y su eficacia sobre el campo que el registro de sus derechos de imagen y la legalidad de los mismos. Nada que objetar: puede que tengan raz¨®n. Pero deber¨ªan esperar a que la justicia la impartan tribunales populares madridistas.
Mientras tanto, Cristiano Ronaldo es un jugador investigado por la fiscal¨ªa. Una leyenda investigada por la fiscal¨ªa, m¨¢s bien. Como muchas y casi todas por un fraude millonario a Hacienda. Que ser¨ªa, de demostrarse, un fraude tambi¨¦n a los que animamos al Madrid y lo vemos compatible con pagar impuestos. Por eso est¨¢ bien poner las cosas en perspectiva: si Ronaldo cree que es inocente deber¨ªa defenderlo en los tribunales, con los que le metieron en el foll¨®n, y no mediante amenazas de marcharse de Espa?a, como si en Inglaterra o en Francia le fuesen a prometer inmunidad fiscal. Ese papel¨®n, el de extrapolar sus problemas a una causa ¡ªla del madridismo¡ª y querer embarcarnos a todos en una defensa popular ya lo hizo el Barcelona con Messi y el resultado fue una campa?a de ¡°Yo soy Messi¡±, o sea utilizar su imagen id¨ªlica como futbolista para blanquear su maltrecha imagen como ciudadano. Qu¨¦ necesidad.
El Madrid, que ya emiti¨® un comunicado de apoyo supongo que para apaciguarlo, le reconoce a Cristiano Ronaldo casi todos los privilegios, y todos merecidos: uno de ellos es que su sueldo no tiene un tope definido. Normal: a su altura en el Madrid s¨®lo est¨¢ Di St¨¦fano. Pero ni James se libra de la Guardia Civil entrando perseguido por una patrulla en Valdebebas, ni Cristiano se va a librar de las obligaciones que tiene cualquiera por pedir que le proteja el escudo del Madrid. Ni estadios llenos, ni pancartas, ni ¡°yo soy CR¡± ni comprometer la imagen del Real en algo que s¨®lo tiene que comprometer a un entramado car¨ªsimo de abogados. Sentirse arropado es que se celebren tus goles y no se silben tus fallos; no que se celebren tus declaraciones de Hacienda y se silbe a los que las investigan.
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