Laureano Ruiz: ¡°Messi siempre ataca¡±

Laureano Ruiz (Cantabria, 1937) se enamor¨® del f¨²tbol cuando en 1946 vio a unos tipos vestidos de azulgrana que hac¨ªan milagros con la pelota y respond¨ªan al nombre de San Lorenzo de Almagro. A?os m¨¢s tarde, en la d¨¦cada de los cincuenta, surgi¨® una especie de ¨¢lter ego del cuadro argentino: los Magn¨ªficos Magiares, nombre con los que se conoc¨ªa a la Hungr¨ªa de Puskas. Laureano ya no dud¨® m¨¢s: le gustaba ese f¨²tbol. ¡°Cuando yo era jugador, en Espa?a se hablaba de la furia, predominaba el estilo ingl¨¦s, hoy llamado juego directo. No era otra cosa que el patad¨®n largo y a correr. Pero a m¨ª me gustaba otra cosa: los jugadores de San Lorenzo no hac¨ªan goles, daban pases a la red; y a la Hungr¨ªa del 50 no hab¨ªa manera de quitarle el bal¨®n. Eso era lo que yo buscaba como entrenador¡±, recuerda Laureano.

Un m¨¦todo, sin embargo, que hoy se enfrenta a una encrucijada: ¡°El f¨²tbol no es ni el baloncesto ni el balonmano. La posesi¨®n del bal¨®n en s¨ª misma no sirve de nada. Ahora veo como en determinados equipos la pelota la tiene un extremo en posici¨®n de ataque y se la acaba dando al portero. ?C¨®mo puede ser? ?Si el mejor momento para hacerle da?o a un rival es cuando se recupera la pelota!¡±. Laureano reivindica al Madrid de Zidane ¡ª¡°ha jugado partidos, con los que en teor¨ªa eran suplentes, en que hizo un juego vertical muy interesante¡±¡ª sin poner en duda la esencia del juego del Bar?a: ¡°Mientras est¨¦ Messi ¡ªeste s¨¢bado ha cumplido 30 a?os¡ª no corre peligro. ?l nunca juega hacia atr¨¢s; siempre busca atacar¡±.

La primera experiencia de Laureano Ru¨ªz en los banquillos fue nada m¨¢s retirarse del f¨²tbol profesional, momento en que comenz¨® a dise?ar su ideario: ¡°Fui el primero en sacar al portero del ¨¢rea, invent¨¦ el rondo y tambi¨¦n el juego de posesi¨®n¡±, subraya. En 1972, aterriz¨® en la cantera del Barcelona. Ten¨ªa como misi¨®n reorganizar el f¨²tbol base, entonces sin rumbo. ¡°Cuando llegu¨¦ al Bar?a hab¨ªa un cartel que dec¨ªa: ¡®Si vienes a ofrecer a un juvenil que mide menos de 1,80 cm, mejor date la vuelta¡¯. No lo entend¨ªa. Lo ¨²nico que importa es el talento¡±, explica. Gan¨® cinco a?os consecutivos el campeonato de Espa?a juvenil, tambi¨¦n la Copa y hasta se dio el lujo de entrenar a Johan Cruyff en 1976.

La vida de Laureano Ruiz ha estado ligada al f¨²tbol formativo, piedra angular del ADN del Bar?a, siempre influyente tambi¨¦n en el Racing de Santander. Hoy, las canteras est¨¢n en estado de alerta, de acuerdo al criterio de Laureano. ¡°A veces tengo la sensaci¨®n de que los entrenadores mandan poco¡±, cuenta; ¡°el otro d¨ªa fui a ver un partido de cadetes y el entrenador decidi¨® reemplazar a un extremo por otro. Pero uno de los jugadores de campo le mand¨® cambiarse de banda porque dec¨ªa que as¨ª se entend¨ªan mejor. ?C¨®mo puede ser? ?Un chaval sabe m¨¢s que su entrenador?¡±.

Cuando llegu¨¦ al Bar?a hab¨ªa un cartel que dec¨ªa: ¡®Si vienes a ofrecer a un juvenil que mide menos de 1,80, date la vuelta¡¯. No lo entend¨ªa. Lo ¨²nico que importa es el talento

En cualquier caso, Laureano mira al entorno de los j¨®venes: ¡°Hay un problema tremendo con los padres, los abuelos y los agentes. Todos se creen que saben de f¨²tbol. Hay padres que dan indicaciones a sus hijos en los entrenamientos¡±. Y piensa en un posible remedio. ¡°En Italia hicieron una prueba. En vez de jugar un torneo de ida y vuelta, se realizaron todos los partidos en un solo lugar, con la supervisi¨®n de psic¨®logos, vigilantes con el comportamiento de los padres. No hubo ning¨²n problema¡±.

Laureano, tambi¨¦n apunta a las federaciones. ¡°No puede ser lo que pas¨® el otro d¨ªa en Valencia (el alev¨ªn del CD Serranos gole¨® al Benicalap C: 25-0)¡±, reflexiona. ¡°No puede haber tanta diferencia entre dos equipos. El resultado se pone por encima de la formaci¨®n; y eso no ayuda a los chavales. Cuando era entrenador y sab¨ªa que me enfrentaba a un equipo inferior, realizaba muchos cambios en mi conjunto titular. Hay que explicarles a los chicos que se debe respetar al rival¡±. Entiende Laureano que la educaci¨®n comienza en el f¨²tbol base y acaba en los filiales. ¡°?De qu¨¦ me sirve tener un segundo equipo con jugadores de 27 a?os? No es necesario, pero como los t¨¦cnicos quieren ganar utilizan a veteranos¡±.

A veces tengo la sensaci¨®n de que los entrenadores mandan poco. ?C¨®mo puede ser? ?Un chaval sabe m¨¢s que su entrenador?

En su af¨¢n de retornar a Segunda A, el Bar?a B molde¨® un equipo experimentado: en su plantilla hay ocho jugadores que superan los 23 a?os. Este domingo el filial quiere sellar su billete a Segunda A, despu¨¦s de haber goleado al Racing en Santander (1-4). ¡°El filial del Bar?a no es como antes. Guardiola gan¨® en Tercera con Pedro y Busquets y demostr¨® que no es necesario que jueguen mayores", concluye Laureano Ruiz, tan conocedor de la cantera del Bar?a como la del Racing, descubridor entre otros muchos de Iv¨¢n de la Pe?a, siempre cerca del f¨²tbol. Siempre cerca de las canteras.