Alemania tiene la f¨®rmula

De entrada, pareci¨® que el torneo no les despertaba ning¨²n inter¨¦s y que por eso se permit¨ªan el lujo de no llamar a sus mejores jugadores. Despu¨¦s, que si el seleccionador realizaba tantos cambios de un partido a otro -11 de golpe- era porque el resultado le daba igual y solo quer¨ªa probar distintos esquemas. Y al final, toda esa aparente osad¨ªa con ligero aroma a chuler¨ªa que tan poco representa al car¨¢cter germano, ha llevado a Alemania hasta la final de la Copa Confederaciones. En ella se enfrentar¨¢ con Chile (20.00, GolT), una selecci¨®n que ha completado el torneo desde el extremo contrario: ni pruebas, ni meritorios.

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Entender la composici¨®n de la plantilla que seleccion¨® Joachim L?w para viajar hasta Rusia supone un desaf¨ªo para todo aquel que no asuma que el t¨¦cnico alem¨¢n, un l¨ªder tan inflexible como delicado, comprende a su grupo. Ese al que lleva dirigiendo desde 2006 y con el que tras derrotar a M¨¦xico en las semifinales ha llegado a las 100 victorias -es el primero que lo consigue-, como un equipo multidisciplinar. Esto quiere decir que cuando encara un torneo, aunque sea de menor calado, como la Confederaciones, realiza una cuidadosa selecci¨®n de talentos que le permitan mantener el guion que habr¨ªa trazado con los mayores. De esta forma, se establece una representaci¨®n sobre el campo a partir de la cual, cualquier jugador de esa creciente plantilla podr¨¢ desarrollar sin que se note el cambio.

A excepci¨®n de Draxler, Mustafi y Kimmich, habituales con la Alemania A, ning¨²n otro de los futbolistas de Alemania cuenta con una experiencia repetida con el primer equipo. Y, sin embargo, despu¨¦s de su actuaci¨®n a lo largo del torneo, no resultar¨ªa dif¨ªcil de imaginar que Goretzka, Brandt, Stindl o incluso Ter Stegen pudieran formar parte de la convocatoria para el pr¨®ximo Mundial. ¡°Mi objetivo es que tres, cuatro o cinco jugadores cojan experiencia suficiente¡±, asegur¨® L?w. Y por eso ha hecho jugar a 22 de los 23, a excepci¨®n de Trapp, el tercer portero.

Esa enorme capacidad de la que dispone L?w para encontrar recambios proviene del cambio en la filosof¨ªa de formaci¨®n que impuls¨® en 1999 la Federaci¨®n Alemana de F¨²tbol (DFB). Con la referencia de las metodolog¨ªas francesa y holandesa, el m¨¢ximo organismo del f¨²tbol alem¨¢n estableci¨® una nueva hoja de ruta de la que casi 20 a?os despu¨¦s ya se est¨¢n beneficiando. Despu¨¦s de la Eurocopa del 2000 en la que Alemania ni siquiera super¨® la primera fase -fue ¨²ltima por detr¨¢s de Portugal, Ruman¨ªa e Inglaterra-, la DFB observ¨® que pa¨ªses como Espa?a o Brasil hab¨ªan superado el hasta ese momento referencial estilo de juego alem¨¢n y que por tanto era necesario adecuarlo a los nuevos tiempos. Eso deriv¨® no solo en la forma de entrenar a los jugadores, sino tambi¨¦n a los futuros entrenadores. A partir de la publicaci¨®n de una serie de nuevos requisitos se oblig¨® a los centros de educaci¨®n futbol¨ªstica a modificar los contenidos y por lo tanto a variar los est¨¢ndares por los que entregar el t¨ªtulo de entrenador. En cuanto a los futbolistas, se reforz¨® la atenci¨®n en las categor¨ªas juveniles y se empez¨® a controlar que la aplicaci¨®n de esa hoja de ruta se estuviera cumpliendo.

Un claro ejemplo de este trabajo se reflej¨® en el reciente triunfo en el Europeo sub-21 de Polonia. La cantera alemana realiz¨® ejercicio de superioridad f¨ªsico, t¨¢ctico y futbol¨ªstico inalcanzable para el resto de selecciones que participaron en el campeonato. No le import¨® a Alemania presentarse con un equipo mermado, en el que no estuvieron los grandes referentes de la generaci¨®n 1994/96, que domin¨® a partir del orden t¨¢ctico, de un despliegue f¨ªsico que fundi¨® a cualquier rival y de un futbol de toque y posesi¨®n combinado con la verticalidad, velocidad y el remate. Ejecutando todas esas facetas de forma sobresaliente domin¨® a Espa?a en la final, la quit¨® el bal¨®n, lleg¨® a encerrarla y la dej¨® sin capacidad de reacci¨®n pese a contar en su plantilla con jugadores con el bagaje de Asensio, Sa¨²l o Beller¨ªn. Un triunf¨® autoritario que forj¨® desde la libreta Stefan Kuntz, seleccionador sub-21 y responsable de que el grupo dirigido por Albert Celades, claramente superado por hom¨®logo alem¨¢n, se viese plenamente dominado.

Kuntz, exjugador alem¨¢n, est¨¢ dentro de esa nueva escuela de entrenadores de la que forman parte entre otros Thomas Tuchel, ext¨¦cnico del Borussia Dortmund, Hannes Wolf (Stuttugart) o Julian Nagelsmann (Hoffenheim) y de la que ha resultado una mezcla que a¨²na la tradicional mentalidad ganadora alemana con un estilo de juego profundamente renovado. El trabajo de todos ellos -comparten un perfil de juego similar, volcado al ataque a partir de la posesi¨®n de la pelota-, ha terminado por beneficiar especialmente L?w, gestor final del producto de la f¨¢brica alemana. Una f¨¢brica que despu¨¦s de reconvertirse parece haber descubierto la f¨®rmula del ¨¦xito.