Messi FC
Aunque no se sabe el costo de la operaci¨®n, ha trascendido que el Barcelona se lo ha dado todo porque Leo lo es todo en el Bar?a
No es casual que a Messi le llamen a veces presidente en el vestuario del Camp Nou. La directiva, la plantilla, el equipo y el club est¨¢n hoy en manos del 10. La figura del argentino, reci¨¦n casado y anunciada su renovaci¨®n, ayuda a pasar tambi¨¦n el verano azulgrana despu¨¦s del inventario de la temporada 2016-17: el Barcelona suma 30 t¨ªtulos por 15 del Real Madrid desde el debut del rosarino en 2003 hasta el actual doblete de Cristiano Ronaldo.
La sensaci¨®n es que el Madrid ha conseguido con Zidane el punto de inflexi¨®n que no logr¨® con Mourinho. Florentino contrat¨® al hoy t¨¦cnico del United para acabar con el mandato de Guardiola y ahora dispone de una de las mejores plantillas de su historia para discutir el reinado de Messi. Los ¨²ltimos resultados avalan el plan de un presidente del Madrid que ni siquiera pesta?ea con las amenazas de Cristiano.
El Madrid dispone de dos equipos titulares, tiene recambios a medio y largo plazo para sus figuras y manda en el mercado hasta el punto que cualquier futbolista que se precie se ofrece para jugar con Zidane. Ha pasado con Mbappe y tambi¨¦n con Ceballos y ahora es Florentino quien decide en funci¨®n de su n¨®mina de jugadores, del precio y del presupuesto, liberado de los condicionantes econ¨®micos que se puso la junta de Rosell y Bartomeu.
Manda el Madrid y el Bar?a es reactivo incluso en los asuntos institucionales que antes le permit¨ªan articular un excelente relato para sobrevivir en la derrota, como se ha advertido en el caso del Seient Lliure, un asunto cuya gravedad se expresa en el enfrentamiento que sostiene con TV-3. Tan descolocado est¨¢ el Barcelona, que llega tarde y mal a todos los sitios y no le queda m¨¢s remedio que recurrir dentro y fuera del campo a Messi.
No es una mala soluci¨®n porque se trata del mejor jugador del mundo y est¨¢ dispuesto a acabar su carrera en el Camp Nou, de la misma manera que Pel¨¦ hizo vida en el Santos, nada que ver, por otra parte, con la trayectoria de Maradona, Cruyff o Di St¨¦fano. Tiene mucho m¨¦rito la fidelidad de Messi con el Bar?a y Bartomeu ha hecho lo imposible para que se mantenga antes de que el jugador se retire en Newell¡¯s.
La regularidad del 10 se expresa en los t¨ªtulos de Liga (8 contra 4 de Madrid) m¨¢s que en Champions (4 ante 3), factor decisivo para que el barcelonismo entienda que su equipo no aprovecha suficientemente al futbolista con el que pensaba recuperar la distancia europea ganada por el Madrid con Di St¨¦fano. A Valverde le corresponde ahora definir el rol de Messi en la cancha para que el Bar?a vuelva a ganar como hizo con Guardiola y Luis Enrique.
Valverde y Messi, sin embargo, est¨¢n a expensas de la capacidad de los servicios t¨¦cnicos y de los directivos para reforzar al equipo y mejorar la plantilla despu¨¦s de un mal a?o pese a conquistar la Copa. Y, de momento, la junta no ha hecho m¨¢s que administrar la continuidad de Messi: se pas¨® del anuncio de que renovar¨ªa al de ya est¨¢ a punto de renovar, hasta llegar al de ha renovado, y todav¨ªa queda la foto de la firma en el Camp Nou.
La secuencia ha sido tan larga que aliment¨® las dudas sobre la continuidad de Messi despu¨¦s las denuncias y posterior condena por defraudar a Hacienda. La sospecha ha permitido tambi¨¦n, en cualquier caso, que el Barcelona pudiera utilizarla como contrafuego para sus muchos incendios: a cada problema, a la falta de noticias, para cuando no ha habido fichajes ni salidas que anunciar, ha llegado una informaci¨®n sobre el contrato o la boda del 10.
Los cap¨ªtulos de la renovaci¨®n han servido para combatir la falta de poder del Barcelona. A la pregunta ?qu¨¦ hace el Bar?a? o a la demanda: ?qu¨¦ pasa en el Camp Nou?, el club responde: Messi es y ser¨¢ del Bar?a. Aunque no se sabe el costo de la operaci¨®n, ha trascendido que el Barcelona se lo ha dado todo porque Messi lo es todo en el Bar?a. A Bartomeu no le sorprende que al 10 le digan presidente en el Camp Nou. El Bar?a necesitaba una buena noticia. Y se ha dado la mejor. En el momento justo, despu¨¦s de cuadrar las cuentas del pasado ejercicio y en un momento de m¨¢xima tensi¨®n en el club.
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